Forbidden [Nian]

02. 𝓕𝓲𝓮𝓼𝓽𝓪

—¿Cómo me veo? ¿Como una ramera o como Courtney Love en su peor época?

—Ammm —ladeo mi cabeza y la observo de pies a cabeza.

Sophie ocupa un vestido rojo apegado a su cuerpo y unos tacones altos. Encima, se ha puesto una chaqueta de mezclilla negra que le da un toque grunge.
Su maquillaje es natural y su cabello rubio cae suelto por su espalda.

—Un poco de ambas, pero ya vamos atrasadas así que... muévete. —sonrío y ella rueda los ojos.

—Pasa —me invita adentro de su casa y como siempre no tengo que saludar a nadie, los papás de Sophie viven viajando y además es hija única.

A veces envidio esa paz que ella puede tener sin una bulliciosa familia alrededor, pero sé lo triste que se pone mi mejor amiga cuando pasa semanas sin ver a sus papás. A veces prefiere quedarse en el campus, pero en vacaciones no tiene opción.

—¿Estás lista? —me cruzo de brazos y la veo arreglarse frente al espejo.

—Ya casi —peina un poco más su largo cabello rubio y luego al fin está lista. —¡Nina!... —pega un grito que me hace dar un pequeño salto.

—¿¡Qué!? —abro los ojos como plato y ella sonríe coquetamente.

—Exijo saber que hacía el sensual de tu tío Ian en tu casa —ruedo los ojos. —¿No se había ido a Holanda para siempre? ¿Hace casi diez años? Dios mío... ese hombre envejeció como el vino...

—Iuuug —frunzo el ceño e intento mantenerme tranquila.

—¿Iuug? —repite y me mira sorprendida. —¿En serio no lo ves sexy? Porque maldición, está como para ponerse de rodillas ante él y llamarlo daddy—ríe.

Mierda.

—Sophie... —bufo cabreada. —Es mi tío, tonta. No puedo verlo de la manera en que tú lo haces —río algo nerviosa.

Já. Ni tú te crees lo que dices, Nina. Como tu conciencia, sé muy bien lo que te pasó hoy al verlo después de tantos años. Esas mariposas en tu vientre, los latidos acelerados de tu corazón, esas contracciones en tu...

—En fin... —dice Sophie trayéndome de vuelta a la realidad. —Creo que voy a visitarte más seguido —me guiña un ojo y me hace reír. Ni siquiera sé donde se quedará Ian ahora que está de vuelta.

—Él irá a la fiesta con Jeremy —digo recordando la conversación de esta mañana. Sophie se voltea a mirarme con sus grandes ojos verdes abiertos como un par de platos.

—¿Ian irá a la fiesta? Dios mío... ¿Te enojarías si le coqueteo? —sonríe y yo ruedo los ojos.

—Él es doce años mayor que nosotras —finjo una cara de asco. —Si a ti te gustan los viejitos... —hago una mueca. —Es tu problema —me siento en el sofá y trato de controlar mi propia respiración.

Si soy sincera conmigo misma, sé que me molestaría ver a Sophie coqueteando con Ian. Pero no porque él me guste, o algo así, él no me gusta... es solo que... es mi tío, al que no veía hace mucho. Es como si quisiera toda su atención de nuevo, para que me recompense por todos los años de ausencia y de extrañarlo.

—Solo bromeo, tonta. La familia es sagrada —ella sonríe y toma su bolso. —Vamos, arregla esa cara —me da un suave pellizco en mi mejilla y me toma del brazo. —A conquistar chicos de la fraternidad Alfa.

***

De lejos, veo que Brian y Sophie bailan como si no hubiera un mañana. Fue una muy buena idea hablarle un poco de ella, hacen una linda pareja de rubios populares.