𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟽

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Todo estaba listo, el miedo que guardaba había desaparecido

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Todo estaba listo, el miedo que guardaba había desaparecido. Bueno el haber caído en cuenta de que era de lo peor lo hizo caer a fondo y se dejó llevar por sus emociones. ¿Su cuerpo debía moverse por sí solo, no?

Eso fue lo que hizo, dejó que una emoción lo moviera por sí solo, cualquiera de las que sentía en ese momento, la más fuerte lo maneja a partir de aquí.

Realmente parecía que la tristeza lo dejaría ahí derrumbado, porque todo su cuerpo lo demostraba; pero el enojo hacía sí mismo lo hizo levantarse, si pudiera se mataría; pero como no podía sólo lo reflejó así algo. Y el Kaiju Humanoide fue lo que pasó frente suyo.

Por eso estaba dispuesto a acabar con el de una vez por todas — Este es el final, nos vemos en el infierno — estaba a nada de apretar el gatillo pero el grito de los soldados lo trajo de regreso.

Eso era malo, estaban apuntando al kaiju equivocado. Por más fuerte que sea si lo entretienen lo suficiente él no podría escapar. Sería el fin, pero si se ponía en frente de él, no sabía las consecuencias.

—Así que el espacio de camuflaje se ha roto... aunque gracias a eso — voltearon de inmediato, el Kaiju había desaparecido y reapareció encima de la casa de alado — He conseguido una apertura.

—Mierda... — susurró Kafka.

—Ya tengo una idea de tus características, te matare la próxima vez — miró en dirección de Akane — Y tú serás el siguiente.

—¡Como si fuera a dejarte escapar! — el kaiju a punto a los soldados de refuerzo, así consiguió su apertura para escapar. Kafka jamás dejaría a alguien morir.

—A pesar de ser un Kaiju te comportas como un humano, encontrémonos de nuevo Kaiju No.8.

—¡No te dejaré ir! — Akane apareció frente suyo dispuesto a darle en el núcleo.

El kaiju tenía que admitir algo, si los humanos tuvieran la capacidad de cambiar las partes de su cuerpo para demostrar sus emociones o por lo menos transmitieran algún tipo de aura. Ese chico frente suyo, tendría los ojos rojos y su aura sería por completo de muerte.

Era un monstruo.

Pero, no lo suficiente. Por qué desapareció antes de que el disparo llegará a él, se hizo polvo y desaparecio junto al viento que sopla.

Jamás había visto esa capacidad en un Kaiju, ni siquiera en los registros existentes. Más no era el momento, volteo a mirar al Kafka Hibino, quien de un solo golpe alzó una manta de polvo para escapar.

El chico lo vio irse desde lo alto, así que bajó de un salto para ver a sus amigos.

—Kudo... — susurro Iharu cuando paso cerca suyo, pero lo ignoro acercándose a Ichikawa. Acercó su mano a su nariz, para comprobar que siguiera respirando.

—Esta bien — miro a los nuevos — ¡Necesitamos ayuda! — los hizo reaccionar.

Como solo eran dos dieron la opción de no moverlos del lugar en lo que llegaban los refuerzos, así que por lo menos los ayudaron a que las hemorragias que tenían no siguieran. Así estuvo un largo tiempo antes de ver como llegaban con camillas para ellos.

𝗦𝗛𝗜𝗡𝗘 | Kaiju No.8 - Male OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora