17- maraton 6-7

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El sol del mediodía iluminaba el aeropuerto, creando un ambiente ajetreado y bullicioso. Izuku, con una expresión firme y decidida, se encontraba rodeado de su familia. Estaban allí para despedirse antes de su vuelo a Tokio. Aunque solo se iría por dos semanas, el aire estaba cargado de emociones.

Inko, su madre, tenía los ojos vidriosos y se aferraba a su hijo con una mezcla de orgullo y tristeza.

— Izuku, cariño, cuídate mucho. Llámame todos los días, ¿de acuerdo?... Yagi pide perdón por no venir pero estaba ocupado en la empresa.

Izuku soltó un suspiro, tratando de mantener la calma.

— Sí, mamá, ya lo sabes. Solo serán dos semanas. Estaré bien.

Tomura, también estaba presente, con su expresión normalmente burlesca sentimental por la ocasión.

— Izuku, asegúrate de mantenernos al tanto de cualquier cosa. No queremos sorpresas.

Izuku asintió, sabiendo que Tomura siempre tenía una manera de hacer que las cosas parecieran más serias de lo que realmente eran.

— Claro, Tomura. No hay de qué preocuparse.

La sobrina de Izuku, una niña de 5 años, se aferraba a la pierna de su padre, con los ojos llenos de lágrimas.

— Tío Izu, ¿tienes que irte? Te voy a extrañar mucho.

Izuku se agachó para estar a su altura y le dedicó una sonrisa cálida.

— Solo serán dos semanas, Hana. Pasarán volando. Además, te traeré algo especial de Tokio. ¿Te parece bien?

Hana asintió, frotándose los ojos con el dorso de la mano.

— Está bien. Pero vuelve pronto, ¿vale?

Izuku abrazó a su sobrina, sintiendo el pequeño cuerpo temblar contra el suyo.

— Te lo prometo, Hana. Volveré antes de que te des cuenta.

Finalmente, se apartó de ellos, sintiendo una mezcla de alivio y frustración. Caminó hacia donde estaban Katsuki y Yuki, necesitando un respiro de la melancolía de su familia.

Yuki, con su carita llena de inocencia, jugaba con un pequeño avión de juguete, sin comprender del todo la situación. Izuku se arrodilló frente a él, sonriendo suavemente.

— Yuki, Mami se va a ir por un tiempo, pero volveré pronto, ¿de acuerdo?

El pequeño lo miró con ojos grandes y curiosos, solo le había llamado la atención que el olor de su mamá parecía un poco agrio.

— ¿Mami va a volar como el avión?

Izuku rió suavemente, asintiendo, su niño era demasiado inocente aún.

— Sí, voy a volar en un avión grande. Pero volveré pronto, te lo prometo.

Abrazó a Yuki con fuerza, besando su frente con ternura.

— Cuida de Kacchan por mí, ¿vale?

Yuki asintió con seriedad, como si comprendiera la importancia de la tarea.

— Sí, papá. Yo cuidaré de Kacchan... pero quien es Kacchan?

Todos rieron por la pregunta inocente del niño, al parecer no conocía el apodo que su mamá usaba con su papá.

Izuku se puso de pie, mirando a Katsuki. Su expresión cambió a una más seria.

— Kacchan, cuida de Yuki y de todo mientras no estoy. No quiero regresar y encontrar un desastre.

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