Eleonor se despidió rápidamente y se retiro del desayuno, Arthur la siguió todavía con la bandeja en sus manos, Regis se quedo en completo silencio, no sabía que decir ni como reaccionar, en realidad, nunca se le había pasado por la mente que el arranque de su fallecida esposa causará la muerte de gente inocente o que pudo haber dejado niños huérfanos, niños que no tenían culpa de nada.
La Duquesa se detuvo cuando sintió que sus pies ya no podían continuar, está en una parte del jardín, nerviosa mira hacia todos lados, nunca había estado en esté sector, o bueno, en esté jardín, ¿Debería pedirle a alguien ayuda para orientarse y volver? ¿O simplemente se queda en una banca y se hunde en sus pensamientos?
No se esperaba esa propuesta del Duque, no está molesta, hubiera sido una gran idea sacar a los niños de ese orfanato de mala muerte, pero las circunstancias son difíciles.
Arrastrando sus pies se acerca a la banca y se sienta.
Ha elegido la segunda opción.
Su mente no tarda en imaginar el rostro de los niños si se llegan a enterar que es la Duquesa de Ploen, los escenarios son cada vez más desgarradores, no soportaría que los pequeños le den la espalda, que la odien, que la maldigan.
No quiere que la odien como Jubelian lo hizo.
Su lugar feliz, donde podía volver a ser Eleonor Hummel.
Esos pequeños, ese pueblo.
No quiere que desaparezca.
—Eli—la voz de Arthur.
Mantiene su mirada en el suelo, realmente enfocada en recrear más escenarios, sus lagrimas caen de nuevo, al parecer es lo único que sabe hacer ahora, llorar.
—Eli—su caballero toma sus manos y se arrodilla frente a ella—, lo siento, fue realmente irrespetuoso lo que hice, no debí decirlo si no querías, yo aceptaré cualquier castigo que me des.
—Incluso si no hubieras intervenido, lo habría tenido que decir yo—dice después de relajarse un poco—, no te castigaré, solo... quédate conmigo hasta que deje de temblar.
—Si, estaré con usted el tiempo que necesite.
La bandeja quedo olvidada en algún punto del camino, Arthur luego se ocupará de buscar ese objeto, por ahora se quedará junto a la Duquesa.
—¿Cómo está Jubelian?—pregunta Eleonor mientras caminan de regreso a la mansión, ella está avergonzada por estar todavía con ropa de dormir.
—Bien, no se preocupe—Arthur recuerda un detalle—, hoy vendrá Max a almorzar, la princesa lo invito.
Eleonor asiente sin animo.
—Entonces no podré dormir...
—Lamentablemente.
—¿Me enferme?
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Segunda vida [Padre no quiero casarme]
FanfictionSer la segunda esposa del Duque Ploen no estaba en sus planes, ser obligada a casarse por el bien de su familia y nación, pensó que el trato de su esposo sería por lo menos de respeto, no deseaba ser amada por el, porque sabía que el ama a su primer...