Segunda vida [Padre no quiero casarme]

XII

Nuevamente está en los pasillos de su hogar, da pequeños saltos mientras canta alegre como la primavera llego, la estación que más le gustaba junto con el invierno, la pradera está totalmente florecida, hermosa como cada año.

"¡¿Por qué?!"

"¡Lo juré ante Dios! ¡No te dejaré ir sola!"

"¡Nuestros hijos te necesitan!"

"¡Tu también me necesitas!"

"¡Por favor!"

"¡Ni creas que me quedaré sin hacer nada! ¡Si dices que ya no regresarás! ¡Entonces yo lo evitaré!"

¿Sus padres discutiendo?

Eso no es usual, son unos empalagosos de primera.

"¡Van a estar usando un arma contra magos! ¡¿Crees poder hacer más que yo?!"

"¡Ya hemos hablado de esto!"

"¡Solo...! ¡Quiero que vivas! ¡Joder! ¡Maldita sea! ¡Eres mi esposo, quiero que vivas mucho tiempo!"

"¡Y yo también quiero que vivas! ¡Pero se que nunca retrocedes cuando se trata de ir a la guerra! ¡Por eso iré contigo!"

"¡¿Qué pasa si... ambos perecemos en batalla?! ¡¿Qué será de nuestros hijos?!"

"¡Arthur! ¡Ambos lo entrenamos para una situación como está! ¡Ambos lo sabíamos desde un principio! ¡Que jamás viviríamos sin el otro!"

Silencio.

Abrió los ojos totalmente aturdida, revivir recuerdos de su infancia, quien hubiera pensado que seria tan desgarrador, un pequeño quejido la hace voltear, Jubelian está durmiendo a su lado, la arropa nuevamente y se levanta de la cama, su pequeña niña, todavía están vívidamente en su memoria cuando Jubelian iba al anexo a buscarla para dormir juntas cuando tenía pesadillas, luego tenía problemas con las sirvientas, pero poco le importaba, mientras esa pequeña siguiera sonriéndole y queriéndole podía soportar muchas cosas.