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El sol brillaba intensamente cuando Jungkook y Nabi llegaron a la casa de los padres de Jungkook para una reunión familiar. La propiedad era vasta, con un amplio jardín, una piscina y varias áreas de descanso al aire libre. Era el lugar perfecto para una reunión de verano, pero Nabi se sentía ansiosa por lo que podría suceder.

—Me alegra que hayan podido venir —dijo la madre de Jungkook, dándoles la bienvenida con una sonrisa cálida.

—Gracias por invitarnos —respondió Nabi, tratando de mantener una actitud relajada.

La hermana de Jungkook, Jieun, se acercó rápidamente y tomó a Nabi de la mano.

—Hace mucho calor, ¿por qué no te cambias y te unes a nosotros en la piscina? Traje un traje de baño nuevo que creo que te quedará perfecto.

Nabi miró a Jungkook, buscando su aprobación. Él asintió, aunque sus ojos mostraban una leve preocupación.

—Adelante, estaré aquí si necesitas algo —dijo Jungkook, su tono amable pero firme.

Jieun llevó a Nabi al vestidor y le entregó un traje de baño elegante. Nabi se lo puso, sintiéndose un poco incómoda pero agradecida por la oportunidad de refrescarse. Cuando salió al jardín, recibió varios halagos de los primos, hermanos y amigos de Jungkook que ya estaban en la piscina.

—Te ves increíble —dijo uno de los primos de Jungkook, sonriendo ampliamente.

Nabi sonrió educadamente, sintiéndose cada vez más consciente de las miradas que recibía. Trató de relajarse y disfrutar del momento, pero no pudo evitar sentirse observada.

Desde la distancia, Jungkook la observaba atentamente. Cada risa y comentario dirigido a Nabi hacía que sus celos aumentaran. Finalmente, no pudo soportarlo más. Se acercó rápidamente, sus ojos ardiendo con una mezcla de celos y deseo.

—Ven aquí, Nabi —dijo Jungkook, su voz tensa pero controlada.

Antes de que ella pudiera responder, Jungkook la tomó por la cintura y la levantó, colocándola sobre su hombro. Los invitados los miraron sorprendidos mientras él la llevaba hacia la casa.

—¡Jungkook, ¿qué estás haciendo?! —exclamó Nabi, tratando de mantener la calma mientras él la llevaba al segundo piso.

No respondió hasta que llegaron a una de las habitaciones. Cerró la puerta detrás de ellos y la bajó suavemente al suelo.

—No soporto verte rodeada de otros hombres. No soporto cómo te miran —dijo Jungkook, su voz baja y cargada de emoción.

Nabi lo miró, sintiendo una mezcla de miedo y compasión. Sabía que Jungkook luchaba contra sus propios demonios, pero también sabía que necesitaba poner límites.

—Jungkook, esto no es justo. No puedes controlarme de esta manera.

Él se acercó y la abrazó con fuerza, su cuerpo temblando ligeramente.

—Lo sé, mi amor. Lo siento. Pero cuando te veo con otros, algo en mí se descontrola. Te amo tanto que duele.

Nabi suspiró, sintiendo la desesperación en su voz. Lo besó suavemente, tratando de calmarlo.

—Te amo, Jungkook. Pero tienes que confiar en mí. Estoy aquí contigo, no con ellos.

Él la miró con intensidad, sus ojos suavizándose un poco.

—Lo sé, es solo que... no quiero perderte. Nunca.

Nabi asintió, comprendiendo el dolor detrás de sus celos. Lo abrazó con fuerza, deseando que pudieran encontrar una manera de superar esta dificultad juntos.

—Estamos en esto juntos, Jungkook. Pero tenemos que trabajar en esto. No puedes dejar que los celos nos destruyan.

Jungkook asintió lentamente, entendiendo la verdad en sus palabras. La abrazó con fuerza, sintiéndose agradecido por su paciencia y amor.

—Lo intentaré, Nabi. Por nosotros.

Control | JJK ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora