Sospechas

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Alastor por alguna razón vió que parecía que tenía ganas de ¿Llorar? No, no lo creía, sonreía, había algo en sus ojos un brillo. Quizá solo eran sus lentes empañados los que le hacían imaginarse cosas que no pasaban.

–Llamame cuando quieras que venga a verte otra vez_ respondió antes de salir. Quizá habían empezado a salir de manera más formal y seria que hasta Lucifer le había dado una copia de la llave de su hogar pero sin invitación no aparecía a menos que los presentimientos malos fueran demasiado, venía de una familia que creía mucho en esto, total el confiaba plenamente en su pareja aunque en ese instante pudo sentirlo un poco ausente, si, puede que la palabra ausente lo describiera justo en ese momento.

La joven heredera Morningstar se alegro.

–Padre ¿Cómo haz oído el rumor si tenemos un mes entero sin vernos?_ pregunto Charlie con una sonrisa_ No hace falta que me contestes de verdad.

–Es un pequeño secreto_ dijo lucifer_ ¿Tu amigo esta por ahí? Quisiera hablar con él para acordar la entrevista.

–Oh, por supuesto, aquí está ayudandome con el diseño que escogeré para las cortinas nuevas. Ahora mismo te lo pasaré. Anthony, mi padre quiere hablar contigo.

–¿Conmigo? ¿Porqué?_ fue apenas un murmullo lo que escuchó Lucifer.

La bocina del teléfono fue tapada por lo que ya no oyó cuando le explicó que era sobre una propuesta de trabajo.

–¿Si? Mucho gusto señor Morningstar_ dijo el chico, con solo oír la voz Lucifer supo que era risueño.

–Es un gusto también para mí, escuché que estás buscando empleo ¿Sigues libre? Me gustaría tener una entrevista contigo, me hace falta una persona muy importante para mí empresa y me parece que puedes ser una buena opción_ movió sus dedos en el escritorio de forma intermitente.

–Por supuesto señor, me honra. ¿Quiere que le de mi número de contacto?_ preguntó.

–Claro, le diré a mi secretaria que le mandé la ubicación y la hora, gracias por su tiempo_

–Gracias a usted por esta gran oportunidad, prometo que haré todo lo posible para no decepcionarlo...

–Se que no lo harás, si no queda en el puesto puedo ofrecerle otro que se ajuste a su tiempo... Hasta luego.

Anthony o Angel Dust como se hacía llamar en su antiguo trabajo había huido a temprana edad de una familia disfuncional, luego de varios tropiezos con sustancias adictivas y malas compañías como su antiguo novio y empleador decidió y se propuso empezar de nuevo con sus estudios en lo que le apasionaba, el teatro. El chico le contó que su hija había sido como un faro en medio de la oscuridad y que si no fuera por ella estaría en algún rincón de la ciudad, apenas sobreviviendo sino ya hasta muerto y sin tener una lápida adecuada.

Lucifer no pudo no evitar sentir empatía, las situaciones de una familia rota lo acechaban de cerca.

La comunicación con el abogado se volvió intermitente, había días en los que la pasaban hablando durante horas ya sea frente a frente o por teléfono y días enteros sin saber del otro. Alastor podía notar que parecía estar ocultando algo de él, sentía como si apenas lo estuviera conociendo de nuevo pues se volvió retraído con el contacto íntimo, lo único que hacían era tocarse o besarse hasta terminar y todo con las luces apagadas y él sin sus anteojos.

«¿Estará molesto por lo de aquella vez?» se preguntaba día a día sin poder obtener respuesta porque Lucifer seguía siendo amoroso aunque ya no lo buscaba como antes, ya no corría despreocupadamente a sus brazos y con confianza, había veces en las que se preguntaba si su amor ya había pasado a la historia pero luego lo escuchaba reírse mientras veían una película o lo veía restregar sus mejillas en su pecho al estar acostados y lo volvía a dudar «Se que este hombre ahora es un enigma para mí pero confío en que me dirá lo que pasa por su mente cuando este listo para hablarlo» pues siempre sucedía así, el más bajo terminaba explotando y revelando incluso las sorpresas como en su cumpleaños.

Embarazado por accidente (RadioApple)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora