VIII

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Desde la cocina escucho las risas de mi hermana y Cami, sonrío al escucharlas. Veo que hay en casa para cenar y por más que hay muchas cosas, casi nada para Cami.

–¿Qué haces?–dice Cate desde atrás mío, salto del susto.

–No te escuché. Estaba viendo que podemos cenar, pero hay pocas opciones veganas.–digo preocupado.

–Pidamos algo. Antes decime rápido si molesto.–susurra, estos momentos me hace quererla.

–Un poco sí, pero ahora quédate. Un pelotudo la dejo plantada y la invité acá pensando que los viejos estaban.–cuento, siento que lo necesita saber.

–Hiciste bien, cenamos y me voy arriba, me hago invisible. Lo prometo.–dice Cate con una sonrisa.

Es un momento lindo entre hermanos, llevo el vino y las copas. Cuando llegamos a la sala Cami está hablando por teléfono, siento enojo al pensar que es el pelotudo que la estaba molestando antes.

–¿Posta? Genial, me pido un uber y voy, pero no me mientas.–dice y es mucho peor.
La llamada termina rápido y nos sonríe.

–¿Te vas?–pregunto.

–No quiero molestarlos, así que me voy a lo de una amiga, tal vez salgamos a un bar.–cuenta al mismo tiempo que prepara sus cosas para irte.

–Pensé que la estábamos pasando bien.–comento triste.

–Si te vas por mí...

–Chicos, tranquilos. Igual me iba a tener que ir a algún lado a dormir.–dice y con mi hermana nos miramos sin entender.

–Cancela ya. Hoy te quedas a dormir acá y mañana pasamos día familiar, si te animas pasamos todo el fin de semana acá. Y no acepto un no.–manda mi hermana.

Sé que esto no va a ser gratis, pero vale cada centavo que me cobre. Vemos a Cami pensarlo.

–Está bien, ahora llamo a Pili.–dice y feliz me siento a esperar que cancele su plan de huida.

–Pareces acosador, no la mires tanto.–me susurra Cate.

–No la estoy mirando.–miento.

–Listo. ¿Qué vemos?–pregunta sentándose a mi lado.

–Quiero ver una peli friends to lovers.–dice Cate.

La miro, ella no es de pedir ese tipo de películas.

–¿Cómo cual?–pregunta Camila

–Simplemente no te quiere.–comenta mi hermana mirandome.

–¿Qué? No sé...

–La vi una vez, me gusta.–me salva Cami del mal entendido.

Mi dulce hermana me mira, se ríe y burla de mi. No me aguanto y le tiro un almohadón a la cabeza, así comienza una guerra de almohadones con mi hermana. Solo me para al escuchar las carcajadas de Cami, la miro y nos está grabando.

–Son muy divertidos.–dice cuando deja de grabar.

–¿Querés que te cuente cuan divertido en mi hermanito?–pregunta con maldad en su cara.

–¡Apa! Secretos de Gianfranco Odoguardi. Contame todo.–pide mi invitada.

–Es mejor que te vayas si vas a seguir así.–digo al borde del enojo.

–¡Amargado! En otro momento te cuento, Cami.–dice Cate, ella asiente con la cabeza.

Buscamos la película, tomamos el vino, es un viernes tranquilo, pero precioso.
A mitad de la película mi hermana reclama comida, así que pausamos para pedir.

Se me fue de las manosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora