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El lunes Cami no comentó que pasó el domingo con mi familia, si lo sabian todos, pero en el vivo nadie dijo nada; sobre todo esperando que ella abriera esa puerta, no fue así. Toda la semana pasó y nunca se habló de eso, el viernes todos teniamos planes por separado. Cuando estabamos en la sala de reuniones, listos para irnos me animé.

–Che, Cami. Pensé que ibas a contar que conociste a mis viejos.–digo despreocupado.

–No creí necesario compartir esa info. Ya tenemos suficiente con el ship como para sumar mas leña al fuego.–dice tomando sus cosas.

–No lo habia pensado. Pensé que te cayeron mal.–confieso.

–¡Para nada! Son geniales, después organizamos para repetir. Bueno, nos vemos el lunes amores.–se despide de todos y se va.

–Tu primer rechazo, torito. Hay que salir a festejar.–grita Martina

–No me rechazo, ni le propuse nada. Además no es...

–No soy tu tipo, lo sé negrito.–me interrumpe Cami, la miro sorprendido.–Me olvide el cargador. ¿Por qué hablan de mi?

–Yo decía que hay que festejar el primer rechazó del Toro y él dijo que no tuvo ni oportunidad de proponer nada, cuando estaba por explicar más llegaste.–cuenta Marti.

Todos miran la situación con una sonrisa, yo no se si agradecerle o matarla, tampoco sé como seguir.

–No soy...–dice Cami esperando que complete la frase.

–No sos del tipo que tendría algo sin compromiso conmigo.–termino, siento mis orejas calentarse.

–¿Seguro que ibas a decir eso?–pregunta dudosa.

–Obvio, eso de que no sos mi tipo lo pensas vos, yo nunca dije nada.–confieso por primera vez.

Parece que piensa en lo que dije, se toma su tiempo. Toma su cargador.

–Tenes razón. Y lo de tener algo sin compromiso... ¿Quién sabe?–dice coqueta y se va.

–¿QUÉ? ¿Escuché mal o me dejo la puerta abierta?–pregunto a mis amigos mientras salto por todos lados.

Siento una alegría inmensa, sonrió, cuando me doy cuenta que se fue, me decido a segurila, pero Guada se para en la puerta, no me deja pasar.

–El lunes dijiste que solo serían amigos, que no la ibas a buscar más.–dice Nico.

–Estoy perdida.–comenta Marti.

–No te voy a dejar ir.–manda Guada.

Bian graba toda la situación.

–Pero escucharon lo que dijo.–digo exaltado.

–Lo dijo como chiste, no se te va a tirar con todos nosotros presentes.–interviene Bianca, no me cae bien hoy.

–Entonces dejame ir a preguntarle.–digo enojado a Guada.

–No, no quiero que llegue tarde a la cita que le organicé.–se niega Guada.

–Pero vos sos mi amiga. ¡Mi amiga! No tenes que organizarle ninguan cita.–grito furiosa.

–Cada vez entiendo menos.–agrega Marti, nadie le da bola.

–Amistad, Gianni. Recorda esa parte tambien.–interviene Nico.

Bufando me alejo de la puerta, no puedo creer nada de esto. Cami me dio pie por primera vez, mis amigos se interponen y una de mis mejores amigas le presenta un pibe. Quiero romper todo.

–Es hora de que me expliquen.–dice Martina.

Yo me pongo los auriculares intentando no participar de la charla, pongo música al palo e intento calmarme. Aprovechando la oportunidad decido escribirle a Cami.

Se me fue de las manosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora