Ep. 15

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Erm. Si.

Era otra mañana por las calles de donde vivía Roier, un día soleado, cálido y las flores ya estaban casi empezando a florecer dando paso a la cálida belleza de la primavera.

Roier se levantó y lo primero que hizo fue hacer tap tap (palmaditas) con las manos en la cama, tratando de buscar algo porque no veía bien ya que estaba oscuro de no ser por la poca luz que entraba por las ventanas y además de el hecho de que el chico necesitaba lentes pero era demasiado terco como para usarlos (tan yo). Extendió su mano y agarró sus lentes mientras se los ponía con cuidado y prendía la lámpara de luz que estaba en la mesita de luz al lado suyo, luego bostezó mientras se rascaba un poco los ojos con las yemas de los dedos, buscando a su gato color canela con la mirada. Vió una mancha marrón claro mezclado con naranja saltar de una repisa a otra, aterrizando en su regazo, haciendo que el aire de sus pulmones saliera casi inmediatamente en un pequeño '"oomph".

–Ay.. Puta madre.. – Se dijo a si mismo, en ese instante se había despabilado casi en menos de un segundo por la sorpresa de su gato saltando tan fuerte en su regazo.

Acarició el pelaje del gato un poco, pasando los dedos a través de las rayas anaranjadas que decoraban su pelaje antes de agarrarlo con cuidado para moverlo a un lado e irse al baño. Hizo sus cosas, se bañó, se puso protector solar, cosas típicas. Luego de eso fue a ponerse su ropa, como ya empezaba el calor de verdad, tipo "ya no puedo usar este buzo, que me voy a desintegrar, boludo", agarró cualquier cosa que encontró en su closet y se la puso. Unos pantalones negros un poco holgados, obviamente con un cinturón para que no se le vea todo el orto (🥺), una camisa blanca de mangas cortas, liviana, y unas zapatillas verde claro. Se fue a su jardín de atrás y miró alrededor, observando las flores y plantas que tenía. Era básicamente como los jardines de las abuelas, flores de todos tipos, plantas con hojas raras, rosas, y lo que nunca faltaba: plantas suculentas (tipo de plantas como la Aloe vera).

Roier suspiró, alegre de ver que sus plantas estaban en buen estado, hacía unos años, ya había pensado en entrar a una universidad o facultad de biología, o jardinería, amaba cuidar las flores, amaba tener algo que lo mantenga ocupado pero no abrumado, algo fácil de hacer que se pueda hacer en silencio sin tener a mucha gente cerca. Por eso es que la mayoría de estos episodios de Al Rojo Carmesí son de personajes y lo que hacen en la vida diaria, sin mucha intervención, porque son extrovertidos, ¿Sabían que un estudio comprueba que la personalidad de los escritores tiende a ser más extrovertida? ¿Una persona más metida para adentro?

Royer agarró unos guantes verdes de un balde que estaba en el suelo, eran unos guantes verdes de jardinería. Se los puso y agarró una parte de una aloe vera, cortándole una rama un poco larga, luego la pasó a una maceta, plantando la aloe vera para tener más (porque sí, así se puede plantar áloe vera).

Luego regó las plantas, las flores y todo lo que había para regar, tranquilamente tomándose su tiempo para admirar la belleza de las plantas que se había tardado tanto tiempo en cuidar para que estén así. Recordando su primer día de trabajo, su primer trabajo y el resto de cosas locas que le pasaban, como pasó de ser un repartidor de pizzas, a un tipo de sicario o lo que sea que era ese trabajo.. Era simplemente tan bizarro para pensarlo, siempre lo dejaba pensando, ¿Qué tan despistado era como para no haber preguntado sobre el trabajo y que se trataba antes de ir a trabajar? La tranquilidad para él, era algo raro. Algo que probablemente se acabaría pronto mientras más piense en eso. Suspiró y sonrió mientras dejaba la regadera, ya terminando de regar en tranquilidad, desde que esa parte de su vida se había acabado, después de esos siete u ocho meses, probablemente más, vivía en tranquilidad, como si se hubiera deshecho de algo que lo molestaba, que no lo dejaba tranquilo, que sentía que podía hacer cualquier cosa mal. Pero ahora, solo se debía preocupar por si mismo y era refrescante vivir una vida tranquila, sin gente interviniendo para hacer conversaciones a cada rato, sin tener que sentarse ahí en silencio o tratando de hablar con la otra persona para ver que le pasaba, si estaba bien o mal, si estaba feliz, triste, enojada, calmada. Ahora era más tranquilo, todo feliz, tranquilo.

Ya no se levantaba a las cuatro de la tarde, ahora tenía más energía, tomaba más agua, le iba mejor, le gustaba su rutina, todo era refrescante, calmado y silencioso. Sus relaciones no podían ir mejor, se sentía de maravilla, la vida iba bien y le deseaba eso a cada persona que veía, sobre todo a sus amigos, pensando las 24 horas sobre Bowbow, Dan, Rose, Jard, Bobo. Tan solo pensar sobre como su vida era así lo hacía feliz. Pensaba en conseguir un trabajo online, una cuenta bancaria o una tarjeta de crédito, poder mudarse a Corea del Sur o a Europa a sus países soñados, poder empezar la universidad de artes, biología o jardinería, ser un jardinero o trabajar en su propia tienda de flores.. Era un día perfecto.

923 palabras (⁠*⁠´⁠ω⁠`⁠*⁠)   (⁠人⁠*⁠´⁠∀⁠`⁠)⁠。⁠*゚⁠+

Hoy me siento feliz, porque ya no tengo problemas ni a gente problemática en mi vida, he decidido cortar lazos con ellos y fijarme más en mi mismo, mis estudios de la universidad, escribir y trabajar.

El hecho de que trabajo es un mini recordatorio de que no soy un adolescente de 13 años que escribe JAKDJAKJS (actúo como uno, basta.)

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⏰ Última actualización: Sep 14 ⏰

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