Eternamente tuyo | MOON TALES 4 | soojun

(IV)

Gracias a sus horarios de colegio, Soobin no tuvo que ver a Yeonjun y lo ignoró con éxito, no tuvo el mismo éxito para ignorar sus sentimientos ahora que era plenamente consciente de ellos. 

― ¿De verdad pretende ignorarme el muy idiota? 

― ¿Ahora qué? 

― Soobin, me está ignorando y se cree que no lo noto. 

― ¿Es por lo de ayer? 

― Así parece, pero no lo entiendo. 

― Tal vez está celoso. 

― ¿Soobin celoso? No, imposible, no tiene corazón, no le gusto. 

― ¿Entonces? 

― No lo sé. 

― Así que mi pensamiento tiene más sentido. 

― Cállate. 

― Bueno, eso puede ser más interesante, cállame como te gusta hacerlo y dejaré de molestarte. 

― No, estoy cumpliendo horas en esta misma biblioteca porque la señora Park nos encontró el otro día y eso que solo te besé. 

― ¿Y si hablas con él? Digo, Soobin y tú siempre han tenido esa conexión, se siente en el aire, son destinados, pero ninguno se ha atrevido a dar el siguiente paso. 

― Supongo. 

― Mira, lo puedes hacer es ir y hablar con él o seguir espiándolo a lo lejos, pero si elijes la segunda me aseguraré de que cumplas más horas en esta biblioteca y solo tú con la señora Park, en la noche. 

― Ok, ok, lo siento, yo ordeno esto, tu sigue con el otro estante. 

― Gracias. 

Bien, ellos tenían que hablar y de preferencia antes de la Luna de sangre, no quería estar pensando en Soobin enojado ese día. 

― ¿Has visto a Soobin? 

― Nop. 

― Esa rata escurridiza, cuando lo encuentre va a saber lo que es sentir miedo. 

― Oye, oye, relájate, es el príncipe heredero de quien estás hablando. 

― ¿Y eso qué? Los reyes pueden hacer otro. 

― A ver, Yeonjun, cálmate y explica que es lo que sucede. 

― Nada, solo quiero hablar con él, pero el maldito idiota me está ignorando. 

― Soobin no haría eso por nada ¿Qué pasó? 

― ¡Yo no hice nada! 

― Nunca dije que fuera culpa tuya. 

― Bien, me vio en el lago con unos amigos. 

― ¿Eso incluye a Jaehyun? 

― Sí. 

― Yeonjun. 

― Me vio besando a Jaehyun. 

― Ok, entiendo. 

― Ya, regáñame, que sea rápido, tengo que seguir buscando a Soobin. 

― Ve a la cueva, seguro estará ahí, pero que sea rápido, te quiero aquí antes de que oscurezca. 

― Bien, gracias hyung. 

¿Y qué le diría? ¿Se debía disculpar por besarse con un tipo? Porque sentía que debía pedir disculpas ¿Por qué debía pedir disculpas? No, Yeonjun golpearía al idiota, sí, eso haría. 

― ¡Choi Soobin! 

― Kim Yeonjun. 

― ¿Por qué has estado ignorándome? 

― No lo hago. 

― Te conozco hace quince años ya, hemos crecido juntos, no intentes mentirme en la cara. 

― Bien, solo no quiero hablar contigo. 

― No vine a hablar ―ok ¿Entonces a qué vino? 

― ¿Qué? ―Yeonjun no lo dejó continuar, lo tomó del cuello uniendo sus labios con ira, estaba molesto, furioso, sus colmillos picaban por clavarse en la blanquecina piel de su amigo y mierda, claro que disfrutaría bebiendo su sangre―. Yeonjun. 

― Eres un imbécil ―la mano de Yeonjun seguía en el cuello de Soobin, sus colmillos estaban fuera―. Eres un jodido idiota. 

― ¿Qué demonios? 

― Me gustas, mierda, me gustas ¿Qué es tan complicado de entender? ¿Por qué tienes que ser tan idiota? 

― ¿Qué? 

― No quiero volver a verte, me voy a ir con mis tíos, te odio tanto ―¿Pero qué demonios les sucedía a ambos? 

― Para, ni siquiera sabes lo que dices. 

― No necesito saberlo. 

― Estaba celoso, eso es todo. 

― Contigo nunca puede ser simple ¿Verdad? 

― Ya lo dijiste, soy un idiota.