(V)

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La Luna de Sangre siempre traía cosas interesantes, fue cuando los padres de Yeonjun se unieron, cuando uno de los padres salvó al otro, cuando engendraron a ese pequeño demonio, en fin, cosas interesantes.    

Pero Yeonjun nunca había participado en una Luna de sangre, siempre escuchó sobre las románticas historias del festival y deseó participar, pero nadie dijo nada sobre el príncipe heredero siendo una completa bestia. 

― Oficialmente tienes la edad para poder participar, genial ―Soobin asintió con una sonrisa en el rostro. 

― Mnn, finalmente, tú ya participaste el año pasado. 

― Nah. 

― ¿Cómo? 

― No participé, no quería hacerlo sin ti, amigos o algo más, lo que sea que seamos, sentí que sería raro usar un broche rojo sin ti cerca, y en el fondo también fantaseaba con usar un broche rojo y que me lo quitaras. 

― Vaya, y yo que creí que solo eras un cubo. 

― ¿Qué? 

― Déjalo así. 

― ¿Ok? 

― Lindo. 

― Parece que fueras a pedirme matrimonio. 

― Lo haría, pero no es necesario, tus papis ya te vendieron a la corona. 

― ¡Oh, no! ¿Qué voy a hacer ahora? 

― Te ves bien, me gusta el broche, definitivamente encontraré una manera creativa de quitarlo. 

― Espero que lo hagas. 

Al ser esta la primera aparición pública de la futura pareja, se esperaba que Soobin diera el primer paso y quitara el broche frente a todos, de una manera romántica claro. 

― ¿Bailas? ―Soobin extendió su mano hacia Yeonjun, como todo un príncipe de cuentos de hadas. 

― Mejor que tú, seguramente ―Yeonjun tomó la mano con determinación y una media sonrisa. 

― Hay que dar un buen espectáculo. 

― Guíame. 

Un baile fluido y elegante, con diferentes velocidades y ritmos, la mano firme de Soobin en la cintura pequeña de Yeonjun, incluso si dijo que cedería el liderazgo, Yeonjun era más ágil y eso se notaba en la mirada de adoración del joven príncipe. 

Para esa ocasión, solo para ese momento era que Yeonjun había dejado su cabello crecer, su padre lo había ayudado con el peinado y colocando el broche de rubíes en su cabello de una manera que al retirarlo todo el cabello cayera sobre sus hombros. 

Yeonjun había ansiado ese momento toda la noche, estaba conteniendo la respiración mientras la mano de Soobin acariciaba su mejilla y baja hasta su cuello, entonces con su otra mano tomaba el broche, repasaba sus bordes con sus dedos, estudiaba cada detalle y finalmente lo arrancaba del cabello de Yeonjun con un solo y fugaz movimiento. 

Yeonjun perdió el aliento, sintió que sus piernas fallaban y si no fuera por el agarre en su cuello, seguramente hubiera caído al suelo cuando el príncipe llevo el broche a sus labios y le dio un gentil beso. 

― Vamos, empezarán a hablar si sigo haciendo una escena como esta aquí ―Yeonjun asintió, pero no era capaz de moverse, solo podía sentir que definitivamente estaba transportándose hacia otro lugar. Vaya dramática salida. 


Eternamente tuyo | MOON TALES 4 | soojunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora