¡Fin de semana con los lobos!
Ambos príncipes estaban emocionados, muy, muy emocionados, tanto así que tenían que contener sus habilidades.
Los pequeños príncipes estaban en la casa del alfa, Sunghoon abrazaba a Jake y Riki a Sunoo.
― Ni-Ki ―Sunoo estaba más que cómodo en esa posición, pero empezaba a darle sueño y no quería dormirse, no le gustaba dormirse―. Deja de acariciarme.
― Lo siento ―Sunghoon miraba fijamente a Riki.
― Hoon honey.
― ¿Qué pasa?
― ¿Puedes elevarme un poco?
― ¿Para qué?
― Quiero poner esta piedra allá.
― ¿Por qué?
― Colección.
― ¿Colección?
― Ajá, mi papi dice que son bonitas
― Lo son, pero tú eres más bonito.
― Aww, pero ya ayúdame.
― Bueno ―Sunghoon usó sus poderes para levantar a Jake del suelo y ayudarlo a llegar al estante donde estaban sus piedras―. ¿Ya?
― Sí, gracias, ya puedes bajarme.
― Ven aquí ―Sunghoon lo bajó justo a su lado―. ¿Puedes cambiar?
― No puedo cambiar dentro de la casa, pero podemos salir al jardín.
― Sunoo está acá ―Jake miró a los bebés.
― Están en su batalla mental, podemos salir un rato, está acá cerca ―era cierto, los bebés se miraban fijamente, queriendo probar quien bajaba los muros primero.
― Sí tú lo dices.
― Además, Riki puede mandar un mensaje pidiendo ayuda a todos, literalmente todos.
― Oh, entonces está bien.
― Ven ―Jake se levantó, tomó la mano de Sunghoon y lo llevó hasta el jardín, mejor dicho, su sala de juegos personal.
― ¿Qué pasa si te muerdo?
― No puedes.
― No se juega con dientes y garras, cierto.
― Exacto, no debes morder, bueno, un poco si no haces daño, a veces nos dejan jugar con los dientes, pero sólo los dientes.
― ¿Por qué?
― Son más fáciles de controlar.
― Oh ―Jake se quitó el abrigo y cambió―. ¿Qué pasa con tu pijama?
― Oh, se pierde.
― ¿No te regañarán?
― No ―el cachorro se acercó a Sunghoon.
― ¿Quieres que te acaricie? ―Jake lamió la mano de Sunghoon―. Supondré que sí ―Sunghoon pasó su mano detrás de las orejas de Jake haciendo que este se acueste en el pasto.
― Me gusta como me acaricias.
― Y a mí me gusta acariciarte.
No hablaron más después de eso, sólo se dedicaron a darse cariño el uno al otro.
Por otro lado estaban Sunoo y Riki.
― Gané.
― Sólo porque eres tú ―Sunoo seguía acostumbrado a comunicarse mentalmente, entre dos bebés que no hablaban mucho, era Riki él que más hablaba.
― Lindo ―Riki tocó la mejilla de Sunoo.
― Mío.
― No soy un juguete.
― No, pero eres mío.
A la vista de un humano eran sólo dos bebés frente a frente, nada raro, pero a la vista de los licántropos y los vampiros, eran dos almas reconociéndose.
― Entonces tú también eres mío ―Sunoo asintió―. Mío.
― Chi ―Sunoo bostezó y Riki sonrió, sabía que entonces lo dejaría abrazarlo todo lo que quisiera―. Sueño ―ambos flotaron hasta un pequeño colchón en el suelo y se acostaron ahí, eran muy listos para tener sólo dos años.
Los bebes se habían dormido justo unos segundos antes de que Felix entrara a la habitación.
― Aww, que tiernos, pero Jake está en problemas ahora ―Felix cargó a los bebés y los llevó a la habitación de Jake, la cual no era tan usada ya que el niño normalmente dormía con sus padres―. Ahora sí, duerman pequeños demonios.
Salió de la habitación y buscó a Jake, el primer lugar era obviamente la cocina, si no estaba ahí es que estaba en el jardín.
― Cachorro, aquí estás ―lo encontró justo cuando había derribado a Sunghoon, había cambiado estando todavía arriba de su amigo―. Ya, basta de juegos, es tarde, vamos.
― ¿Estoy en problemas?
― Un poco, ya he dicho que no seas tan brusco con Sunghoon.
― Es más fuerte que yo.
― Puede ser, pero esto es parte de tus modales.
― No se preocupe señor, sólo jugábamos, Jake es muy suave cuando juega.
― Ya suenas como tu padre, Luna, eres tan serio y elegante como Soobin cuando está en público ―Sunghoon sonrió y tomó la mano de Jake―. Pero ustedes deben ir a dormir.
― ¿Riki y Sunoo estarán en mi habitación?
― Sí.
― Bien ―Jake tenía un excusa para compartir cama con Sunghoon y que este lo abrace.
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Eternamente tuyo | MOON TALES 4 | soojun
FanfictionSoobin está completamente enamorado y siempre lo estará. Yeonjun entregó su corazón para toda la eternidad. Se pertenecen el uno al otro.