(IX)

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Un año más tarde esos curiosos chicos se casaron, su boda fue un tinte de alegría para ciertas personas, más si contamos el hecho de que estuvo abierta al público, todos en sus regiones del infierno vieron la ceremonia.  

Su luna de miel fue algo así como un viaje por todo el infierno, su primer viaje oficial como pareja. 

― Debo decir que me gustaba más tu cabello largo. 

― No voy a dejarlo crecer hasta que tengamos un hijo. 

― Mnn, podría solucionar eso. 

― No. 

― Ok, tú te lo pierdes. 

Sus vidas eran diferentes ahora y pronto cambiarían un poco más, Yeonjun no era realmente bueno guardando secretos, así que se sentía particularmente emocionado por no haber sido descubierto esta vez. 

― Volviste. 

― Pareces un cachorro. 

― Soy tu esposo, debo asegurarme de que no salgas lastimado en esas peligrosas misiones con los brujos. 

― ¿Qué más da? Puedo con eso. 

― Yo sé que sí, pero debo mantenerte sano, fuerte y feliz, me pagan por eso. 

― Ja Ja, pero que gracioso, muero de risa, solo admite que me amas. 

― Sí, claro que te amo, te amo demasiado, mucho más de lo que mi pobre frío corazón puede soportar. 

― Aww, que tierno, también te amo ―Soobin tenía una sonrisa boba en su rostro―. ¿Qué te pasa ahora? 

― Espero que nuestros hijos hereden tu belleza. 

― Y la aparente falta de envejecimiento de tu padre, parece un chiquillo de 15. 

― Es cierto, se ve demasiado joven, incluso creo que parecemos hermanos en lugar de padre e hijo. 

― La diferencia es que tu padre luce elegante siempre, tú no, tú siempre te verás como un mocoso. 

― Ya, mejor entra, hice la cena. 

― No cuenta si solo supervisaste. 

― ¡Ey! No critiques, está hecha y es lo que cuenta. 

― Mi primo vendrá mañana.

― Ok, más comida que supervisar.

― Eres un caso perdido.

― Estamos casados, deberías aprender a vivir con este caso perdido.

― Lo haces sonar tan trágico.

― Es trágico, somos dos amantes interrumpidos por tu primo.

― Pero si se lleva mejor contigo que conmigo.

― Déjame a mí con mi drama, ya no te esperaré con los brazos abiertos cuando vuelvas de tus misiones ―Soobin hizo un tierno puchero que Yeonjun besó y mordió―. Sin dientes, es la primera regla del juego, parece que debo enviarte a la escuela otra vez.

― Soy mayor a ti, mocoso, y espero que sigas esperando en esa puerta cada vez que vuelva de mis misiones.

― Claro que lo haré, pero de verdad, vamos a comer. 

― ¡Niños! Dejen de jugar y pasen a comer. 

― Perdón señora Yoo. 

― Estos niños. 

Ambos tomaron asiento en la mesa, frente a frente como siempre, la comida se sirvió y comieron mientras Yeonjun contaba todo sobre su misión. 

― En fin, tengo que decirte algo importante. 

― ¿Qué es? 

― Creo que estará será mi última misión en unos años, cinco como mínimo. 

― ¿Qué? 

― ¿Qué voy a hacer contigo? A veces eres muy lento para tu propio bien. 

― Es que no entiendo. 

― Se nota. 

― Vamos a tener un bebé ¿No es fantástico? ―Soobin podía sentir la sonrisa formándose en su rostro y una nueva preocupación apareciendo en su cabeza, habían tenido algunos pleitos con el príncipe menor del norte, BamBam―. Di algo antes de que decida golpearte. 

― Te amo. 

― Bobo ―Yeonjun intentaba desesperadamente no sonreír por la sonrisa brillante que tenía su esposo. 

― Te amo, te amo, te amo, te amo ―Soobin tomó a Yeonjun entre sus brazos y lo besó tiernamente―. Te amo. 

― Y yo a ti. 

― Oye, dijiste que dejarías crecer tu cabello. 

― No lo he cortado en un tiempo. 

― Solo hay algo que me preocupa. 

― El príncipe no hará nada, mientras el amigo de papá esté con él. 

― No, es sobre tus genes, sería complicado si despierta el gen lobo y teniendo en cuenta que mis genes demoniacos están muy presentes, temo que sea un problema. 

― No creo que los genes lobo despierten o algo así. 

― Bien, solo tengo miedo, pero estará bien, le pediré ayuda a Heeseung, no estoy del todo seguro si puedo aumentar su parte demonio correctamente, pero eso sería un solución. 

― Está bien, tranquilo, confío en ti. 

Eternamente tuyo | MOON TALES 4 | soojunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora