Capítulo 04

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»Problemas«

Las risas se escuchaban en el bosque. Cinco jóvenes se encontraban en el sitio, regresando a la aldea.

—¿Creen que pueda volver por sí sólo? No creen que sería buena idea haber dejado a Hiccup aún más cerca de la isla...?— Patapez estaba que moría de la paranoia. —Fue bastante lejos....

—Pft, él sabe solucionar todo. Seguro su coco de ñoño le ayuda a volver.— dice despreocupado Torton, riendo a la par de su querida hermana gemela. Ambos golpeando su cabeza para dar a entender a lo que se referían.

—Sí, no hay de que preocuparse. Él es Hiccup, el Gran Jinete de Dragón, hijo de Estoico el Vasto y Valka la Valkiria de Berk. Heredero al trono de la tribù Garranberos Peludos. Sabrá usar su cerebrito y arreglárselas para volver sin su Furia nocturna.— concordo Brutilda, moviendo exageradamente sus manos en sus proclamaciones descriptivas.

—Aunque es un torpe... Mínimo termina en una aldea deshabitada de las cercanas.— rueda sus ojos divertido Patán, haciendo ademanes despreocupados. En cuestión, mira hacia la bella rubia que iba al frente del grupo, el cerebro de su operación, sonriendo bobamente. —¿Y tú qué opinas Astrid? Crees que Hiccup vuelva hoy mismo o otro día? Con o sin ayuda?

La rubia reviró sus ojos, ignorando al varón pelinegro. No necesitaba de sus suspiros ni de responder su pregunta. Ella confiaba en Hiccup, además de ser alguien sumamente atractivo físicamente, también era bastante inteligente. Horrendous III era a quien Hofferson amaba en secreto desde que le mostró que se podía tocar el cielo, era él y no al tonto de su primo que solo iba tras ella sin tener tan buenos logros que no fueran desastres.

Astrid sabía que el Haddock volvería ileso, era alguien fuerte y no era un dependiente de otros, por eso era digno de amarla y ser su pretendiente. No había alguien más que mereciera tanto a Astrid como Hiccup. Aunque ella no suele demostrar su amor de forma efectiva, la mujer sabe que no es necesario; desde jóvenes la vikinga notaba las miradas y suspiros de aquel hijo del jefe por ella. Prácticamente, sabía que la amaba y por ello seguía dándole retos al chico para que los superará y fuera digno de tenerla realmente a ella como futura esposa.

Y aunque ella está al tanto de que sus padres ya tenían un acuerdo nupcial para casar a ambos desde su instalación en la isla. Para eso necesita a alguien digno de ella. No quiere a un debilucho.

La vikinga sabe que son muy pesados esos obstáculos, y que podrían ser más posiblemente la definición de bromas y catalogadas como muy bruscas, pero no sé preocupa. Hiccup saldrá de esas, aún sean con algunos rasguños; pero si tiene cicatrices sería mejor, pues serían una prueba de sus triunfos en esas travesías.

Y aunque esa vez si fuera una broma bastante extensa y extrema, tenía que hacer que su amado logré superar los obstáculos sin que los solucione con ayuda de un Furia nocturna.

Podría tener problemas por este acontecimiento e involucrar a los demás. Ganar la ira de Estoico, Valka, Eret, Bocón, Gothi y muchos más, pero eso sería momentáneo. Nada grave. Hiccup los apoyaría y los protegería del criterio del restó por ella.

Al menos, eso es lo que pensaba Astrid.

—Cállate, Hiccup no saldrá tan ileso al menos.

—Bueno.. si es que no lo encuentran antes los demás y Toothless, eso es un hecho...— ríe Patán, enfadando a la más hermosa pero egocéntrica vikinga ante la mención del dragón de su Hipo.

Los gemelos Torton ríen divertidos, continuando su andar sin ser interrumpidos. Nada podía interrumpir su diversión de todos modos, estando caminando en el bosque, no había nadie quien lo hiciera. Nadie tampoco sabría que recién venían llegando de haber revisado hace movimientos del sol atrás, la balsa donde estaba el primogénito de Estoico, quien en aquel momento había estado dormido.

Mi lindo Luz Nocturna •Toothcup• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora