Su perdida para muchos fue trágica, dolorosa y caótica. Sin embargo, para otros está fue espléndida.
Mientras vikingos perdían a uno de los suyos, los dragones ganaban a uno más de su manada y a su tan ansiado líder.
Varias cosas pasan por su part...
Un fuerte abrazo a Eternal_chan y saludos. ¡Gracias por el apoyo! 💕
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El día era fresco por esos lados. En ese lugar el antiguo clima frío había empezado, dejando atrás el calor del verano, y gracias a la pequeña tormenta que los dragones crearon para apartar los restos de nieve al crear una atmósfera cálida con el mismo. Un pequeño rito que hacían los seres alados en esa menguante isla, para "controlar" y poder acelerar el clima a su favor; aunque esa vez los dragones se habían pasado un poco con respecto al cambio climático saltándose el otoño para llegar al invierno, y además crearon una pequeña tormenta. Por suerte para ellos, pudieron alejarla y pudieron deducir que entre más se alejaba está desaparecería.
Varios habían añorado el clima fresco, no por el tema de pareja del invierno, sino más bien la enseñanza del rito a los dragones más pequeños y más aptos para aquel momento. Los dragones más jóvenes habían presentado su jerarquía mucho antes de lo esperado para la sorpresa de aquella singular tribu de dragones, por lo que algunas cosas se adelantaron pero siguieron las tradiciones, y mejor aún, habían hecho un excelente cambio acelerado del clima. Eso sí, se pasaron de buenos al crear más de un remolino de aire, pero era comprensible, estaban ansiosos.
Para ese momento el día estaba nublado, pintado de grises el cielo. Faltaba poco para que la nieve cayera en aquel lugar.
En el cielo varios dragones volaban preparándose para el invierno. Debían estar preparador para un largo invierno.
A las orillas de la playa extrañamente alguien caminaba por ahí. Era extraño, era una mujer. Debido a la isla ser habitada por dragones los humanos no solían habitar ahí, ni ir caminando con tanta calma como si no hubiera peligro.
La fémina, de una ya muy avanzada edad, como de cincuenta años; vestía la mujer de telas blancas, azules y grises, adornado con cuero marrón y unas piedras blancas, teniendo un extraño brazalete atado a su tobillo con un zafiro del mas intenso azul. Sus cabellos eran blancos y grises el cual ataba con un lazo de cuero negro, mientras su piel parecía ser tan blanca como la nieve, acompañada de unos ojos grises.
Con una calma abrumante, la mujer se serscioraba de la llegada de unos dragones. Camino atravesando el mar sin importarle mojarse. Tan pronto el agua llegó a su cintura bajo ella algo la elevó. Un singular dragón acuático la levantó sobre el agua y con ella en su lomo, nado hasta llegar a los dragones que ya llegaban a la isla.
—Parece que ya han llegado..
—Fue muy pronto, pero no hay nada que hacer.. nuestra invernación posiblemente la pasáramos desprotegidos si no veníamos.
La mujer comprendió a la dragón, viendo a esta a los ojos sin titubear. Comprendía el idioma sin necesidad de haber estado expuesta a un rito.
Aquella inminente dragona se alzo un poco para ver mejor a la persona sobre el más pequeño dragón de agua. Cuando estaban por hablar, algo intervino; quién hablo impresionado fue un dragón que venía junto con la dragone de inminente tamaño.
