𝟲: 𝗠𝗮𝘀𝘁𝘂𝗿𝗯𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗮𝗹 𝗮𝗰𝘁𝗶𝘃𝗼

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(...)


Después de un momento íntimo, la confianza de muchas parejas se hacía cada vez mas grande. Lástima que para Buster y Fang no fuera asi.

Cada vez que los chicos convivían, se podía oler la inquietud y ver la tensión en sus ansiosos movimientos.

Y a quien le tocaba presenciar esta situación era Maisie, mejor amiga de los dos hombres. Esta misma, cada vez estaba mas cansada de la situación, pues, siempre tenía que escuchar la frustrada voz del asiático, quejándose de la insatisfacción que Buster le provocaba.

Esta vez, en el trabajo, no sería la excepción para Maisie.

Al día siguiente, después de lo que había pasado entre Buster y Fang, los dos se dirigieron al trabajo, sin decir una sola palabra durante el trayecto.

El momento resultó ser incómodo, pues lo unico que los acompañaba era la música de fondo.
Buster manejaba el vehículo, suspirando entre ratos.

A Fang le pasaba lo mismo. No podía parar de mirar el espejo retrovisor, pues intentaba encontrar la mirada de Buster con la suya.

Era lo suficientemente orgulloso como para ser quien se anime a hablar, y Buster era lo suficiente reservado como para ser quien rompa el hielo.

El silencio se mantuvo hasta que llegaron al trabajo.

Una vez, en el cine, una morena chica los recibió.
—Hola—Saludó contenta mientras limpiaba el pasillo principal, recibiendo con una sonrisa.

—Hola, Maisie—Habló Buster.

Sin embargo, algo estaba mal. Maisie arqueó el ceño y supuso que sería el problema de siempre. Volteó los ojos de frustración en solo pensar que tenía que aconsejar nuevamente a Fang.

Pero no era momento para pensar en eso, tenían que trabajar en el cine, y mucho. Pues, justo ese día, iba a salir una película muy esperada y aclamada por la multitud.

(...)


El día había transcurrido rápido. Todas las entradas para la función habían sido vendidas, junto con todos los aperitivos.

Simplemente una buena racha, y sobretodo para la chica vainilla.

Los tres chicos quedaron agotados, y sobre todo Fang. No era fácil tener que limpiar salas completas el solo y tener que vender dulces a gente impotente.

Su paciencia estaba terminada, y se notaba desde como veía a los demas, sin duda estaba de mal humor, apesar de tener un buen día laboralmente en el trabajo.

¿Y lo peor?, es que aún seguían el cine, aunque su horario ya hubiese terminado. Tenían que hacer un cierre de cajas aún, no se podían irse asi como asi.

Pero a Fang no le importaba eso, el tenía que completar su jornada en el arcade.

—Me tengo que ir.—Avisó, agarrando sus cosas, claro, no antes sin despedirse.

El joven peliazul se acercó a su novio y le dio un beso en la mejilla, olvidando su orgullo y siendo coherente por primera vez
—Nos vemos.—Se despidió en voz baja, mientras se alejaba, sin esperar la reacción de Buster.
Claro, también se despidió de Maisie.

Finalmente, los dos chicos se quedaron solos, a lo mejor Buster tendría agallas y hablaría de lo que siente, aunque sea con la chica vainilla.

La chica de blancos cabellos suspiró, pensando en lo cobarde que era su amigo. ¿Por qué tenía que tener amigos tan complicados?, se preguntó mientras veía al pelinaranja, callado y haciéndose el tonto.

𝟯𝟬 𝗗𝗶́𝗮𝘀 𝗢𝗧𝗣 | 𝗕𝘂𝘀𝘁𝗮𝗻𝗴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora