10: Que verguenza

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  Estaba en medio del desastre que había dejado. Empecé a dar unos pasos y noté un pedazo de papel que no recordaba haber visto antes. También noté que el lugar estaba algo recogido en su mayoría. Tomé el pedazo de papel, que tenía algo escrito, y decía:

Yong, no sé cómo le vas a hacer para reparar el mueble que rompiste, pero que quede claro que no quiero otro; quiero el que me rompiste como nuevo antes de que le diga a tu madre todo lo que has hecho. Que te quede claro que ya no te soporto. No sé qué te hizo enojar, pero ya tienes que parar de destruir lo que no es tuyo.

  Parecía molesta, y la verdad es que no la culpo en absoluto; tiene toda la razón en enojarse conmigo, aunque desearía que no se enfadara. Ya era hora de buscar un lugar o algo por el estilo, pero era hora de trabajar en limpiar todo.

  Pasé un buen rato hasta terminar con todo. Me aseguré de dejarlo lo mejor posible, especialmente el mueble roto, que era un sofá pequeño, de los cuales había muchos en mi casa. En eso recordé que este año la cacería sería en dos días en este mundo. Por fin conocería a Diana en persona. Me pregunto, ¿qué le daré?

– Espero estar en mi cuerpo y no en el de ella, y espero ser yo el primero en encontrarla – lo dije en voz baja para mí mismo.

  Ya casi pasa un mes desde que inició todo esto y ya casi la podré conocer, aunque solo sea por 5 días y 5 noches. Espero conquistarla o será cierto lo que me dijo mi madre sobre esta maldición y que ella ya sienta algo por mí. No lo sé.

  Salí de la casa pensando que pronto Karl vendría a evacuar a la gente del pueblo.

  Ahora que lo recuerdo, en un libro de historia de las especies decía que hace mucho los humanos también participaban en caza. Espero que los términos fueran diferentes.

Creo que puedo transportar el libro – pensé, y después invoqué el libro con éxito – Creo que era el capítulo 16.

Capítulo 16: La antigua caza

Como todos sabemos, en este mundo existen 5 especies:

Humanos, los cuales no poseen mucha magia.
Vampiros, cuyo poder viene del control de la sangre y los conjuros.
Hombres lobo, que tienen un gran espíritu de combate pero no poseen magia.
Magos o brujas, que pueden usar conjuros y hechizos de cualquier tipo.
Stray, sobre los cuales no se sabe mucho.

Con esto mencionado, las reglas para la caza solo eran las presas; no se podía robar y era por pura diversión y para pasarla bien. Pero en una de ellas, muchos murieron, y una de las especies decidió dejar todo para impedir la muerte de sus ciudadanos y que estos pudieran procrear. Estos eran los humanos. Las reglas continuaron así, dejando a los humanos cada vez más fuera de su mundo, haciendo que las reglas cambiaran a las que son actualmente y dejando de lado a los humanos que poseían algo de magia, los cuales fueron olvidados poco a poco.

Mientras…

– No hay más – dije en un susurro.

  Transporté el libro, pues ya no lo necesitaba. Miré los alrededores y noté que cada vez era más oscuro. Para evitar estar en la oscuridad, utilicé un hechizo de luz para poder seguir explorando el bosque.

– Y pensar que tenemos que cazar humanos por no querer irse por unos días – caminé aún más hasta encontrarme con un río de lo más bonito.

  Me quedé ahí un buen rato admirando su agua cristalina, ya que todo el tiempo que había estado en el pueblo solo me había tocado ver lagos con agua muy sucia.

  Decidí irme a la casa después de un rato, al menos así ella no se preocuparía por nada, ya que lo más seguro es que ella no sepa que aquí va a ser la caza.

  Su casa estaba vacía y no sabía el porqué hasta que después de un rato llegaron. Parecían de lo más felices y relajados; era sorprendente que no se hubieran preocupado por su hija después de noches sin estar.

  Ya casi era hora de regresar a mi casa, pero antes me tenía que asegurar de que todo estuviera bien en su cuarto, y por suerte así era.

– Qué alivio – dije en un susurro para mí mismo – Bien, ahora a descansar un poco.

  El descanso no duró mucho, pues ya estaba en mi casa, en mi cama, en la cual había un libro. La escritura me resultaba familiar, entonces me senté con el libro en mis manos, lo cerré y, al ver que era el libro que había escrito a petición de mi hermana, no pude evitar sonrojarme.

  Después de todo, el libro decía que yo lo había escrito, pero por suerte estaba abierto en la primera página.

¿Por qué me pidió que escribiera una historia gay? – pensé, cerrando el libro.

Prometo que intentaré
subir capítulos más
largos cuando todo
el caos termine, y es que
tengo que llegar a un A2 o B1
de inglés en unos meses.

Bueno, como siempre
les pido que si les gustó,
le den un voto y un comentario,
ya que con eso me darán más motivación para continuar.
Los quiero💕💕

Día Vampiro, Noche Humana 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora