12; Orgullo Hightower

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Luego de una extensa discusión con Daemon sobre el mal entendido con lo que pasó con Baela no quedó la situación allí, el príncipe sacó a la luz todo lo que se guardó desde que llegó ella a Dragonstone

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Luego de una extensa discusión con Daemon sobre el mal entendido con lo que pasó con Baela no quedó la situación allí, el príncipe sacó a la luz todo lo que se guardó desde que llegó ella a Dragonstone.

"Llevas sangre Hightower y no importa si está mezclada con Targaryen, siempre serás una Hightower y eso te convierte en una maldita traidora"

Su cabeza resonaba esa frase hecha por Daemon antes de ser callado por Rhaenyra, pero otra también resonaba con fuerza en su cabeza.

"Dormimos con un ojo abierto por si un día apareces y nos apuñalas por la espalda como la cobarde y traidora que eres"

Y aunque no lo admitiera eso si le dolía, porque sabía que podría ser verdad porque a pesar de que su corazón aun guardaba cariño por Rhaenyra, Jacaerys y Lucerys, el amor que sentía por sus hermanos la cegaba y quizás en un futuro tendría que ponerse en contra de Rhaenyra y sus hijos.

Al llegar a sus aposentos Ser Jered se despidió y cambió su guardia por dos de sus hombres de confianza para ir a descansar, al quedarse sola su impulsividad quería destruir la habitación por completo, pero no estaba en Kings Landing donde sus hermanos y su madre la podrían controlar de sus ataques repentinos de irá, ESTABA SOLA, debía controlarse SOLA.

—El príncipe Jacaerys quiere verla princesa. —informó uno de los guardias.

Lynaessa se sobresaltó al no haberlo notado o escuchado entrar, lo miró con enfado por interrumpir su momento de reflexión, luego dio un respiro y suavizó su mirada no se iba a desquitar con alguien que no era el culpable de nada.

—Déjenlo pasar. —respondió luego de un rato de silencio.

El guardia asintió e hizo una reverencia antes de salir para dejar entrar al joven Velaryon, Jacaerys vio a Lyna sentada frente la mesa viendo la copa de vino como si fuera una gran maravilla antes de darle un sorbo.

—Lynaessa, disculpa el horario pero me preocupé cuando mi madre junto a Baela regresaron a la mesa menos tú y Daemon. —explico brevemente ante el silencio de la chica.

—No me molesta que vengas Jacaerys, sobre lo de la cena se me había quitado el apetito. —respondió sincera mientras le dió una pequeña sonrisa forzada.

—Baela se veía muy enojada al igual que mi madre, ¿Puedo saber qué ocurrió? —informa y pregunta acercándose un poco donde estaba sentada ella.

—Daemon expresó su disconformidad sobre mi estadía aquí y otras cosas, también le prohibió a Baela hablar o respirar cerca mío. —respondió apretando la copa al decir lo último.

No le molestaba que Daemon le dijera todo lo que dijo, le molestaba que intentará alejar a la única persona que mostró interés por ella en ese lugar y que se acercó para que ella no se sintiera tan sola lejos de sus hermanos.

—¿Por qué la alejaría de tí? —preguntó con confusión, no recordaba haber hablado con Daemon sobre hacer que se alejen de ella más allá de sus hermanos.

—Porque cree que me follo a su hija. —respondió con simpleza dejando al chico estético en su lugar, la duda de si ella lo hacía se instaló en su cuerpo y al parecer su mirada hablaba por él porque Lynaessa le respondió—No, Jacaerys, no lo hago.

—Yo no pensaba que...

—Tu mirada y la rigidez de tu cuerpo hablan sin que digas una palabra. —lo interrumpe sirviéndose más vino.

—He... también venía a decirte que estuve practicando como tu lo dijiste. —cambio de tema al sentirse nervioso.

—Puedes sentarte, Jacaerys, me pones inquieta si te quedas parado y con la mano en la espada. —le dice apuntando el asiento frente a ella. —¿Cómo te fue con la práctica?

Jacaerys tomó asiento donde ella le indicó y le sonrió ante su pregunta, se aclaró la garganta antes de hablarle.

Muy bien creo que he... mejorado mucho... y es... ¿Gracies? A ti. —le dijo con algo de dificultad en Valyrio sacándole una sonrisa a la chica.

—Es "gracias", pero estuvo muy bien, es un gran avance y solamente fue una clase. —le hablo sinceramente antes de ofrecerle de beber a lo que él asintió aceptando.

¿Cual es mi... premio? —volvió a hablar agarrando la copa que ella le ofrecía.

¿Qué quieres como premio? —preguntó alzando las cejas viéndolo con una leve sonrisa de lado.

¿Tengo que pedir solamente una cosa? —pregunto con duda ladeando levemente la cabeza hacia un lado, acto que le pareció tierno a ella.

Puedes pedir dos solamente porque es la primera clase y lo estás haciendo muy bien. —respondió agrandando un poco más su sonrisa.

Jacaerys le estaba haciendo olvidar el mal rato que pasó con su tío hace un rato. Jacaerys la miró entrecerrando los ojos con duda de que podría pedirle, hasta que una sonrisa apareció en su cara al ver su vestimenta.

—Ya sé que es lo que quiero. —informo volviendo a hablar normañ dejando el Valyrio de lado, ella le indicó que hablará—Vuela conmigo, ya tienes tu ropa de montar así que no será un problema. —le sonrió haciéndole ojitos al ver su cara de duda.

—Bien, ve a cambiar tu ropa te espero fuera. —aceptó finalmente luego de un rato.

Él sonrió antes de salir rápidamente para cambiarse la ropa, mientras Lynaessa tomó lo que le quedaba de vino en la copa y en la que dejó el chico, aunque se sentía algo calurosa por el alcohol se levantó y salió avisándoles a los guardias que se iría a dar una vuelta en dragón que descansen que se tardaría en volver.

[...]

Lynaessa cerró los ojos al sentir la prisa chocando en su rostro disfrutando del momento de libertad que le daba el vuelo al abrirlos miró a su lado a Vermax que llevaba a su jinete que la encontraba viendo ya, la sonrisa de Jacaerys la hizo sonreír también.

Aterrizaron en una playa luego de un rato y mientras sus dragones descansaban ellos se sentaron en la arena en silencio.

—Lo siento Lynaessa. —soltó de la nada el chico, ella lo miró con el ceño fruncido sin entender porque se disculpaba.

—¿Por qué? —pregunto viéndolo con extrañeza.

—Por todo. —ella lo miró con más extrañez—Por lo de Aemond, por haberte ahorcado, por no ser lo que esperabas como modelo de esposo... por ser un bastardo. —soltó lo último con dificultad mientras apretaba los labios.

—Jacaerys yo... —las palabras no le salieron—Deberíamos volver es muy tarde. —hablo fríamente levantándose de la arena.

Jace cerró los ojos y los puños con fuerza sintiéndose un idiota por haberse disculpado cuando ella no fue ni siquiera capaz de aceptar sus disculpas. Se levantó rápido y caminó a paso firme hacia Vermax que se despertó al sentir la rabia y molestia de su jinete, al llegar hacía el dragón se subió rápido y se fue de allí sin prestar atención si la chica iba detrás suyo o no.

Lynaessa suspiro acariciando a Stormfyre mientras veía a su prometido irse enojados del lugar, se quedó un poco más en la playa jugando con la arena y metiendo los pies al agua fría del mar, se recostó sobre la arena viendo el cielo y cerró los ojos un segundo sintiendo la soledad que ella sola se condenaba a vivir.

—Eres una Targaryen... —dijo en un susurro con los ojos cerrados—... No, tú eres una Hightower y estás orgullosa de serlo. —cambió drásticamente la frase.

Sin darse cuenta cayó dormida sobre la arena y la fría noche que quizás luego le traería un bonito resfriado que la dejaría en cama por unos días.

𝑾𝒂𝒓 𝒐𝒇 𝒉𝒆𝒂𝒓𝒕𝒔; 𝑱𝒂𝒄𝒂𝒆𝒓𝒚𝒔 𝑽𝒆𝒍𝒂𝒓𝒚𝒐𝒏¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora