14; Quiero que...

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Cuando ambos jóvenes llegaron a la playa caminaban en silencio cada uno con diferentes cosas en la cabeza

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Cuando ambos jóvenes llegaron a la playa caminaban en silencio cada uno con diferentes cosas en la cabeza.

—Lo siento por haberte dejado sola en la noche en aquella playa. —rompió el silencio, Jace, frenando frente a ella.

—No es nada, Jacaerys. No debes disculparte por todo. —responde ella sin problema.

La verdad era que ella no sabía que responder a las disculpas, en su familia no se disculpan solamente empiezan a hablar como si nada hubiera pasado y siguen normales.

—Me había enojado porque ni siquiera me miraste cuando me disculpé y me sentía un idiota, y en verdad lo...

—Jacaerys, no debes darme explicaciones o disculparte siempre, no es necesario. —lo interrumpe empezando a sentirse algo incómoda.

—Ya... lo siento por eso. —dice disculpándose de forma inconsciente.

Ella negó con una sonrisa y siguieron caminando, el cabello de ella se encontraba revoloteando por la brisa, odiaba llevarlo totalmente suelto sin ningún peinado pero Jacaerys estaba tan ansioso de salir a la playa que no la dejó ni siquiera peinarse bien.

—¿Para qué vinimos a la playa?, no es que me moleste solamente que he dormido en el suelo y estar un rato en mi cama me haría muy bien. —confesó al sentir que volvía su dolor de espaldas.

—Nuestro primer beso, no beso, fue en la playa. —respondió a lo que Lyna lo miró con confusión.

—Si, fue en la playa, ¿Qué tiene? —pregunto frenando cuando él se puso frente a ella.

—Quiero un beso tuyo, uno real, no uno que solamente durará unos cinco segundos que según tú no cuentan como un beso, Lynaessa quiero que seas mi primer beso. —confesó viendo a los ojos a la mayor con una intensidad y devoción que jamás había visto que la hayan mirado de tal forma.

La mirada del chico le transmitió con seguridad que hablaba en serio, que sus palabras venían con sinceridad y con deseo. Que en realidad quería que ella fuera la primera en besarlo y una capa de la armadura de su corazón se cayó ante la mirada de aquel adolescente.

Se acercó un poco más a él, posó una de sus manos en la mejilla del chico y él con timidez e inseguridad puso sus manos en la cintura de ella para acercarla más a él, el nerviosismo llegó a su cuerpo cuando ella acercó su cara hacia él sin problema alguno.

—¿Seguro Jacaerys? —preguntó provocando un roce entre sus labios que hizo temblar al chico y por instinto cerró sus ojos.

—S-si... —logro decir nervioso ante la cercanía entre ellos.

Cuando los labios suaves de Lynaessa hicieron contacto con los suyos sintió su cuerpo entero desfallecer, no sabía qué hacer a continuación solamente siguió con torpeza los movimientos de los labios de la chica.

Lynaessa puso su mano libre en la nuca de él acariciando sus cabellos mientras guiaba el beso, su primer beso con su prometido y entonces los besos con Baela se sintieron mal e incorrectos ante ese beso con Jacaerys.

Cuando se separaron aún con los ojos cerrados tomando respiraciones por el aire perdido en el beso, Jace fue el que volvió a unir sus labios, él podría asegurar que todo lo que sentía por ella esos años que no estuvieron cerca desaparecía con sus besos, que todo el rencor que le guardo por ignorar sus cartas por años, que él que lo llamará bastardo y golpeará se borró de su mente mientras reemplaza todo eso con sus besos, con la suavidad de sus labios, con las emociones a flor de piel.

Jacaerys Velaryon había caído, no, se había lanzado por Lynaessa Targaryen con tan sólo un beso de la chica.

[...]

Principios de 130 d.c; Dragonstone.

Lynaessa descansaba luego de una charla con Rhaenyra sobre su desaparición por la noche y no haber regresado a descansar a sus aposentos, ella había tomado una mala costumbre de fugarse por las noches a la playa y ahora fue descubierta. Su cuerpo se relajo tanto en la cama que no se dió tiempo de quitarse el vestido o sus zapatos, simplemente quedó dormida al simple toque de su cuerpo sobre las sábanas de seda.

Cuando despertó por llamado de Lady Ingryd que le traía una carta urgente de su padre, el rey, ella con temor de que diría se sentó y abrió la carta temblando.

"Querida hija mía:

He cometido muchas equivocaciones respecto a ti y a tus hermanos, pero quiero remediarlo, quiero que vuelvas a ser la niña que eras antes, quiero a mi hija de regresó, tu estadía en Dragonstone seguirá a menos que desees volver a la fortaleza roja, tu compromiso será anulado si así lo deseas, está decisión queda en tus manos, desde ahora tu eliges tu camino, aún así tu deber aún es dejar un legado aquí y sé que así será pero a tu tiempo. Busca a quien ames de verdad y sé feliz, lo siento por todo, mi pequeña niña, mi dulce Lynaessa.

Rey Viserys Targaryen"

La vista de la princesa estaba borrosa por las lágrimas, abrazó la carta sobre su pecho mientras dejaba salir las lágrimas que se desbordaban de sus ojos. Era libre de elegir, ella podía elegir por fin lo que quería aún cumpliendo con sus deberes de princesa.

Pero... ¿Qué era lo que ella quería?, la pregunta la atormentó durante lo que quedaba del día, hasta la hora de la cena. Rhaenyra se encontraba con el rostro triste, Daemon se veía nervioso y el resto no sabía lo que pasaba con los demás.

—Mi padre me ha escrito esta tarde y me ha informado de que ha tomado una decisión. —corto el silencio Rhaenyra, llamando la atención de todos.

—¿Qué cosa, madre? —preguntó Jace con ansías, esperaba que no sean malas noticias.

—Lyna puede volver a Kings Landing o quedarse aquí con nosotros el tiempo que ella quiera. —miro a la joven y luego a su hijo—Y tú compromiso y el de ella será anulado si Lyna así lo desea.

Al finalizar el mundo de Jacaerys cayó en picada en cuestión de segundos, él sabía que ella no deseaba casarse con él y más deseaba volver con su familia, así que era seguro que ella no lo elegiría a él o quedarse allí junto a ellos.

Baela pasaba por lo mismo que Jace, ella se iría y ellas jamás volverían a verse o a hablar porque sabía que Lynaessa cortaría lazos con ellos.

Todo quedó en silencio por un instante, todos procesaban la noticia.

—Hightower, ¿Por qué no nos haces el honor de contarnos qué decisión has tomado?. —preguntó Daemon haciendo que la joven ruede los ojos con fastidio.

Todas las miradas fueron a ella y la incógnita sobre ¿Qué era lo que ella quería? Volvió, conecto mirada con Jacaerys que se encontraba a su lados como siempre, luego con Baela frente a ella y por último con Rhaenyra, sus ojos cristalizados con lágrimas se sintieron de una forma que ella desconocía.

Cientos de recuerdos junto a su hermana mayor llegaron de repente como una tortura, la mitad eran buenos y la otra parte no, sus malos comentarios inconscientes y los que hacía de forma consciente golpearon de forma dolorosa.

—Aún no he tomado una decisión, pero cuando lo haga se los comunicaré. —habló luego de unos minutos de tortura para los presentes. —Deseo descansar y meditar bien mis opciones, con su permiso.

Al levantarse y saliendo todos en la mesa se quedaron en silencio, cada uno pensando formas distintas de convencerla de quedarse, puede que los que más pensaran en eso fueran Jacaerys, Baela y Rhaenyra. 

𝑾𝒂𝒓 𝒐𝒇 𝒉𝒆𝒂𝒓𝒕𝒔; 𝑱𝒂𝒄𝒂𝒆𝒓𝒚𝒔 𝑽𝒆𝒍𝒂𝒓𝒚𝒐𝒏¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora