03; Compromiso y cena familiar

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A Lynaessa se le hacia mas divertido ver como se desesperaba Baela al no poder atacarla, que lo que decía su padre, hasta que su atención fue hacía Rhaena quien estaba del lado de Rhaenyra y su familia, al cruzar miradas con ella la niña se noto m...

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A Lynaessa se le hacia mas divertido ver como se desesperaba Baela al no poder atacarla, que lo que decía su padre, hasta que su atención fue hacía Rhaena quien estaba del lado de Rhaenyra y su familia, al cruzar miradas con ella la niña se noto muy tensa tanto que Lyna la vio con extrañeza, ella no recordaba haberla golpeado solamente la empujó hacia una pared pero nada más.

—La única que podría dar una opinión sobre los deseos de Lord Corlys es la princesa Rhaenys. —dice su padre haciendo que la chica se vuelva a concentrar en el juicio.

—Así es majestad, Lord Corlys siempre ha querido que Driftmark fuera heredado de Laenor Velaryon a su segundo hijo Lucerys Velaryon y nunca ha cambiado de opinión al igual que mi lealtad hacia su deseo, tanto que la princesa Rhaenyra me ha comentado la idea de casar a su hijo Luke con la nieta de Lord Corlys, Rhaena y estoy más que encantada de aceptar su propuesta—dice la princesa defendiendo la decisión de su esposo.

—Entonces no veo porqué seguir con esto de nuevo, yo declaro a Lucerys Velaryon de la casa Velaryon, heredero a Driftmark, al trono de Driftwood y futuro señor de las mareas. —dice dando por cerrado el caso.

Pero no se quedó allí, la cosa se puso interesante para Lynaessa cuando Vaemond enojado empezó a reclamar la decisión del rey.

—¿Qué apostamos a que dice bastardos y trata de golfa a Rhaenyra? —pregunta Aegon a su lado, ella sonríe y le da la mano.

—Sumamos a que Daemon hará algo muy estúpido e impulsivo. —acepta Lyna haciendo que su hermano asiente con emoción.

Tal como los hermanos dijeron Daemon le había cortado la cabeza a Vaemond por llamar bastardos a los hijos de Rhaenyra y decirle golfa a esta misma. Los hermanos se rieron y chocaron los puños.

—También queríamos informarle sobre qué hablamos con mi primogénito Jacaerys sobre un compromiso con mi hermana y su hija majestad, y él está más que encantado de tomar como esposa a Lynaessa Targaryen. —dice Rhaenyra viendo a su hijo y luego a su hermana.

Lyna que se encontraba sonriendo con su hermano, Aegon, borró rápidamente su sonrisa y miró a su hermana y luego a su madre que la vio con los ojos cristalizados por romper su promesa.

Aemond intentó agarrar su mano pero ella se soltó con violencia y salió rápidamente de allí sin detenerse a los gritos de su madre y padre, solamente quería huir de ahí.

Al llegar a su habitación Ser Jered y Lady Rowan querían entrar pero ella puso una espada en la puerta para que nadie entrará, empezó a hacer un desastre en su habitación, tiró todo lo que encontraba haciéndolo añicos, sin importarle nada, la habían traicionado de la peor forma, la habían dado en bandeja de plata a los enemigos.

—Princesa, por favor abra la puerta, princesa. —decían detrás de la puerta.

Ella se dejó caer al suelo abrazando sus piernas mientras lloraba se recostó de costado en posición fetal mientras murmuraba en Alto Valyrio entre sollozos la canción que le cantaba Rhaenyra para dormir cuando era una niña.

Cuando estuvo tranquila abrió la puerta encontrándose con su hermano mayor y su mellizo junto a su guardia y Lady, ella se lanzó y abrazó a sus hermanos siendo recibida por ellos con fuerza.

—No quiero casarme con él, no quiero, Lord Cregan Stark estará muy decepcionado de mi y yo no quiero que piense que lo que dicen es verdad, no quiero. —lloró abrazando a sus hermanos que sentían mucha impotencia porque habían hablado con su madre y ella no parecía querer ceder.

Cregan Stark y Lynaessa se conocieron hace más de un año, empezaron a hablarse a través de cartas, se enviaban regalos y hasta ella viajaba a Invernalia para verlo a él, ella adoraba al hombre, no lo amaba pero sabía que si debía casarse con alguien ella no elegiría a él sobre a todos.

Luego de calmar a la joven le avisaron sobre la cena y que debía estar allí, que ellos harían que fuera divertido, ella dijo que lo pensaría y ellos se fueron a preparar, ella ordenó un poco el desastre que hizo ayudando a las empleadas y pidiéndoles disculpas por tener que limpiar con las consecuencias de su berrinche.

Se vistió y peinó con ayuda de Lady Rowan y Lady Ingryd para ir a la estúpida cena a fingir ser felices entre todos cuando no se soportaban las caras.

En la mesa ya estaban todos solamente faltaba Lynaessa, Viserys se sentía mal al romper la promesa que le había hecho a su niña, pero él pensaba que eso uniría las familias y sorpresivamente Alicent opinaba lo mismo, y también se sentía realmente bien tomar una decisión por ella misma sin tener que seguir órdenes de su padre.

—La princesa Lynaessa Targaryen. —la anunciaron cuando ella entró viendo a todos con seriedad menos a sus hermanos y hermana, Helaena.

Se fue a sentar junto a Aemond pero al ver a su abuelo allí lo miró inquisitiva, cuando iba a hablar se adelantó su padre.

—Te dejamos un lugar al lado de tu prometido, mi niña. —la miró sin recibir una de ella, ni una mirada, nada.

Ella hizo una mueca ante la mención de "tu prometido" y respiró hondo sentándose al lado de Aegon y Jacaerys.

—¿Una oración? —preguntó Alicent ganándose una risa divertida de parte de su hija.

Ignoraron aquello y se pusieron a orar, ella ni siquiera fingió como hacía siempre simplemente se recostó tirando la cabeza hacia atrás soltando un gruñido de molestia por la farsa de la cena. Jacaerys a su lado la veía con atención y ese gesto le pareció sumamente atractivo mientras su cuerpo reaccionaba de una forma que nunca antes había reaccionado.

Lynaessa vio su plato con una mueca de desagradó que no pasó desapercibida por su hermano mayor que estaba a su lado, vio su plato y se rió de ella.

—¿Fuiste tú, maldito ebrio? —pregunto entre dientes viendo a su hermano.

—¿Qué?, no, no he sido yo. —respondió Aegon defendiéndose de las acusaciones de su hermana.

Empezaron a discutir en voz baja aunque llamaron la atención de todos, Alicent rodó los ojos ante el comportamiento inmaduro que estaba tomando su hija.

—¿Qué sucede, Lyna? —pregunto llamando la atención de su hija.

—Aegon puso cerdo, zanahoria y eso verde en mi plato. —respondió viendo con una mueca la comida en su plato.

—No es cierto, yo no fui. —volvió a decir el mayor.

—Fui yo. —dice Rhaenyra interrumpiendo la discusión de sus hermanos—Te serví porque era tu favorito.

—Si, cuando tenía diez, esto dejó de gustarme desde hace tiempo. —respondió cortante mientras una de las empleadas le cambiaba de plato dándole uno con lo que a ella si le gustaba—Gracias Dyana, tú sí que me conoces bien.

Al decir eso no lo dijo con intenciones de hacer sentir mal a Rhaenyra pero eso logró, su pequeña Lyna había cambiado tanto sin ella que se sentía muy mal, se había perdido mucho de ella.

𝑾𝒂𝒓 𝒐𝒇 𝒉𝒆𝒂𝒓𝒕𝒔; 𝑱𝒂𝒄𝒂𝒆𝒓𝒚𝒔 𝑽𝒆𝒍𝒂𝒓𝒚𝒐𝒏¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora