17; Te quiero

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Lynaessa no sabia como explicarle nuevamente a Jacaerys que ella no ordenó anular nada, parecía que sus palabras no eran suficientes o el chico estaba sordo, repitió unos diez veces que ella no había sido, Jacaerys por su parte se había vestido de...

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Lynaessa no sabia como explicarle nuevamente a Jacaerys que ella no ordenó anular nada, parecía que sus palabras no eran suficientes o el chico estaba sordo, repitió unos diez veces que ella no había sido, Jacaerys por su parte se había vestido de forma rápida para no quedar tan expuesto ante ella.

—Jacaerys, que no he sido yo, no he ordenado nada. —volvió a decir en tono cansado, se acercó a él a paso lento para quedar frente a él.

—¿Cómo sé que me estás diciendo la verdad? ¿Por qué Alicent enviaría una carta para decirme que has anulado nuestro compromiso? ¿Qué razón tendría? —preguntó con desesperación evitando ver a los ojos a la platinada.

—Tienes que creerme porque no te mentiría con algo así, siempre te he dicho la verdad, es verdad que hay cosas que no te he dicho, pero no te he mentido y quieres hacemos de confesionario y te digo con tal de que sepas que puedes confiar en mi. —le dijo como medida de desesperación.

El silenció y la duda en los ojos de Jace la hicieron suspirar, agarró su mano y lo guío a la cama, se sentaron uno al lado del otro en silencio.

—El día que pasó lo del ojo de Aemond, cuando todos peleamos en la sala y el rey obligó a decir a Aemond de donde escuchaba sobre tú bastardía y la de tus hermanos, Aemond culpó a Aegon, pero Aegon jamás nos hablaba sobre ustedes más allá de culparlos de las bromas a Aemond, fue mi madre, Alicent, quien nos hablaba sobre que eran bastardos y prácticamente siempre nos lo decía.

Había empezado con algo medio fuerte, algo de lo que siempre se hablaba en la fortaleza roja. Jacaerys la miró en silencio con el ceño fruncido sobre la confesión.

—Cuando nos volvimos a ver y te llamé bastardo, era todo planeado, yo debía decirte cosas para provocar tu irá y buscar un motivo para no seguir con él compromiso. Fue mi idea y mis hermanos lo sabían, lo que no esperábamos era que me ahorques.

Le contó con una mueca ante lo último dicho, él corrió la mirada al recordar eso, no estaba orgulloso de eso y le desagrada recordarlo.

—Baela me beso y no la frené, le seguí el beso porque de cierto modo me gustaba que sea desafiante conmigo. —él volvió su mirada hacia ella con asombro por esa confesión—Nos besamos unas tres veces más luego, pero empecé a acercarme a tí y tuve que elegir entre tu o ella, te elegí a tí, Jacaerys.

Ahora no decía nada, no porque no quisiera, sino porque no tenía palabras, Lynaessa se sentía bien al soltar todo lo que guardaba.

—Cuando declararon nuestro compromiso no me hizo gracia porque había estado hablando por mucho tiempo con Cregan Stark y planeaba que él fuera mi esposo.

Quería decirle que ya no dijera nada, que le creía, pero quería escuchar lo que ella tenía para decir.

—Antes decía que el beso en la playa no contaba como beso porque también era mi primer beso y no quería aceptar que habías sido tú el primer chico al que besé. —confesó con un leve sonrojo—De pequeña me daba vergüenza aceptar que tenía un pequeño enamoramiento contigo porque eras más pequeño que yo.

𝑾𝒂𝒓 𝒐𝒇 𝒉𝒆𝒂𝒓𝒕𝒔; 𝑱𝒂𝒄𝒂𝒆𝒓𝒚𝒔 𝑽𝒆𝒍𝒂𝒓𝒚𝒐𝒏¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora