Epílogo

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Cuando la muerte de la princesa Lynaessa Targaryen a manos de su mellizo se esparció por todos los reinos a la mitad de ellos no les importó realmente, la princesa solamente era buena con sus cercanos, no trataba mal a las personas simplemente los...

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Cuando la muerte de la princesa Lynaessa Targaryen a manos de su mellizo se esparció por todos los reinos a la mitad de ellos no les importó realmente, la princesa solamente era buena con sus cercanos, no trataba mal a las personas simplemente los ignoraba.

Rhaenyra había ordenado enviar un cuervo hacia Invernalia para notificar a su hijo la muerte de su esposa, cuando el cuervo llegó Lord Cregan Stark la leyó y un sentimiento profundo de tristeza lo invadió, Lynaessa era muy querida en las tierras heladas por sus visitas al Lord Stark.

Sus ojos lagrimosos lo acompañaban con lástima al mirar al muchacho frente a él. ¿Cómo le das la noticia a un hombre que su esposa ha muerto?.

—¿Qué sucede? —pregunta el príncipe heredero ante la mirada del Lord.

—Su esposa, la princesa Lynaessa ha sido asesinada por Vhagar, el dragón del príncipe Aemond, lo siento mucho, príncipe. —expresa poniendo una mano en el hombro del muchacho dándole un apretón.

La noticia era como una puñalada directa al corazón, su cuerpo no podía resistir ante el dolor de esa gran pérdida, su esposa, su Lynaessa, su primer amor, su único amor se le fue arrebatado de una manera tan rápida y brutal. Dolía, le quemaba el alma, sentía que una parte de él se rompía, que parte de su vida se esfumaba de sus manos.

No podía procesar la pérdida ni el sentimiento de no tenerla más junto a él. Agarro todo su dolor y lo encerró con llave en el fondo de su cuerpo tragándose todas las emociones, no era momento de llorar, tenía que conseguir los soldados para la causa de su madre.

Llegó a un acuerdo con Lord Cregan y partió hacía Dragonstone, las miradas de lástima lo recibieron y los pésames de los sirvientes, al llegar donde se encontraba su madre ella lo miró sentada con los ojos rojos e hinchados.

—Los Arryn han prometido lealtad. —hablo resistiendo el nudo en la garganta y las lágrimas retenidas, su madre se levantó caminando lentamente hacia él—y Lord Stark ha prometido mil hombres...

Los ojos de Rhaenyra se suavizaron mientras se acercaba, entonces no se resistió más y abrazó a su madre, ella lo recibió rápidamente con fuerza consolando a su primogénito, llorando con él la pérdida de la persona más importante en sus vidas.

—Se ha ido madre... —habló con la voz quebrada y ahogada.

—Lo sé hijo, lo sé. —respondió apretándolo con fuerza contra ella mientras acariciaba su espalda.

—Yo la amaba y ahora ya no está, no quiero vivir en un mundo donde ella ya no está. —se desahogó entre llantos y sollozos.

—No digas eso, Jacaerys, no lo digas, ella hubiera querido que vivieras que todos lo hagamos. —dice apretando los ojos para controlar que no salgan sus lágrimas.

—No puedo vivir si no está conmigo. No puedo, no quiero, porque duele, me duele no tenerla nunca más. —niega mientras su dolor crece cada vez más dentro de él.

𝑾𝒂𝒓 𝒐𝒇 𝒉𝒆𝒂𝒓𝒕𝒔; 𝑱𝒂𝒄𝒂𝒆𝒓𝒚𝒔 𝑽𝒆𝒍𝒂𝒓𝒚𝒐𝒏¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora