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"I know heaven's a thing
I go there when you touch me
Honey hell is when I fight with you"
Ophelia Lounge podía considerarse a si misma como la persona más organizada en todo Hogwarts.
¿Qué sucederá cuando Sirius Black comience a desorde...
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El trío de amigas se encontraban en Las Tres Escobas tomando cerveza de mantequilla mientras discutían sobre su Beatle favorito.
— Bueno, no sé, yo prefiero Queen. — Delilah le dió un sorbo a su bebida.
— No puedes simplemente cambiar a otra banda mientras discutimos de una.
— Bueno, pues acabo de hacerlo.
— Y no está bien, debes responder a la pregunta que estoy haciéndote.
— ¡Pero no sé que responder!
— Lilah, solo di tu maldito Beatle favorito — Lily interrumpió en la discusión que comenzaba a crearse. No podía negar que le causaba gracia como podían extender un simple comentario hasta una tonta pelea.
— ¡Por Rowena! Está bien, Paul Mccartney.
— Esa es una respuesta tan básica.
— ¡Ophelia Lounge!
— ¿Y qué rayos quieres que responda? Oh si, mi favorito es Ringo Star cuando se depiló tres pelos del dedo pequeño del pie con una pinza color púrpura.
— Jaja, muy graciosa amiga.
— ¿Y cuál es tu Beatle favorito?
— George Harrison
Delilah soltó una pequeña risa — Ajá, solo lo dices porque te parece lindo.
— ¡Pues llevenme a Azkaban por admirar a un talentoso y hermoso hombre! — Remarcando la "Y" juntó sus manos listas para ser encadenadas mientras las removia por la cara de su amiga.
Eso fue lo último que Lily necesitaba para estallar en carcajadas, contagiando al dúo de Ravenclaw que terminar por olvidar su pequeña y tonta discusión.
— Saben, extrañaba estar las tres solas — Su mirada se dirigió a las afueras y frunció el ceño. — ¿Alguna razón por la cual Mr. Quejoso no se encuentra aquí?
— Severus — Remarcando su nombre, Ophelia elevó su dedo en advertencia — Decidió salir con sus amigos de casa.
— No sabía que tenía otros amigos. Tampoco lo hubiese imaginado.
Eso le costó un pequeño empujón por parte de la pelirroja — Ya basta, no lo molesten. Suficiente con lo que tuvo que lidiar el otro día...
— ¿Qué sucedió? — Esto alertó a la rizada, que inmediatamente pidió respuestas.
— Ya sabés, lo de siempre. Potter creyó que sería muy romántico pedirme una cita mientras salíamos de pociones, lo que no esperaba era que yo me encontrara con Sev. Se insultaron y trataron de hechizarse. Por suerte el profesor Flitwick estaba ahí y evitó que la situación empeore.
