ENTRE LA RED || Miguel O'Hara

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El brazo de Miguel descansaba sobre el hombro de Susan mientras que ella lo sostenía con fuerza alrededor de su cintura.

-Ya te dije que estoy bien, no necesito que hagas esto

-Relájate grandulón, te tengo y no voy a soltarte

-Susan, tienes muchos mensajes. -Nightmare descansaba sobre el hombro de Miguel- Los más importantes son de Connors y tienes uno de Reed

-¿Richards? -preguntó ella deteniendo su paso-

-¿Lo reproduzco?

-Si -exclamó Miguel-

-No -ella siguió caminando- ¿Qué dicen los de Connors?

"Susan, querida, tengo magníficas noticias, me hubiera gustado decirte todo esto en persona, pero no se que tan contagiosa sea esa bacteria que dejaste escapar en tu departamento, espero que lo soluciones pronto y vuelvas al laboratorio, pero no era eso lo que venía a decir... ¡Aceptaron mi transferencia a industrias Richards!, lo que significa que no estaré por un tiempo dirigiendo el laboratorio. El inversionista mayor, el señor Ren se hará cargo, sin embargo, tú eres mi segunda al mando".

-¡Vaya, tienes un ascenso! -Miguel subió una de sus manos para pellizcar la mejilla de Susan-

-Este mensaje fue de hace dos días. -Nightmare paso a otra pantalla- Le respondí que tu salud mejoró y envió este otro

"Susan, el señor Ren ha organizado una cena, tienes que ir obligatoriamente, te guste o no, ahora tienes que hacer relaciones públicas."

-¿Eso es todo?

-Si

-Vaya instrucción, da igual, no tengo tiempo

-Dijo que era obligatorio

-¿Que va a hacer despedirme?, que lo haga, puedo conseguir empleo en otro lado. No voy a dejar que Miguel muera aquí

-¿A dónde vamos? -él intentaba caminar erguido pero estaba muy débil-

-Estamos por llegar dejá de quejarte

-Estoy desapareciendo, creó que puedo darme el lujo de ser un dolor de cabeza

-Siempre has sido un dolor de cabeza

Calles más adelante un edificio imponente que abarcaba por completo la esquina principal de Bleecker Streer se elevaba frente a ellos, el lugar parecía una fortaleza impenetrable a pesar de tener una gran cantidad de ventanales, cada una de sus 4 esquinas se sostenía por una serie de columnas que terminaban en punta, llegando más alto que el tejado ferozmente protegido por un Sello de Vishanti.

Ambos llegaron a la acera y cuando intentaron acercarse a la puerta principal, todo lo que tenían alrededor se deformó creando un conjunto de espirales y laberintos a su alrededor, provocando que el agarre que tenía Susan para sostener a Miguel se debilitara y ambos se separaran por causa del movimiento repentino, atrapandolo en una esfera de energía.

-¡Carajo!, esta y sus jueguitos mágicos -Susan se sostuvo de una de las ventanas de un edificio boca abajo-

-Que curioso. -Miguel se levantó en la esfera- Yo encierro a las anomalías en algo similar a esto

-Si, pero tu no eres una jodida anomalía

-Yo no estaría tan segura de eso -ambos tuvieron que elevar la vista para poder observar a la mujer de largo cabello negro contenido por el frente con una pañoleta roja-