En la penumbra de la biblioteca, los minutos se deslizaron hacia horas mientras continuábamos buscando entre los libros, cada uno de nosotros inmersos en la búsqueda desesperada de respuestas. Leo y yo nos manteníamos cerca, nuestras manos entrelazadas, como si el simple contacto pudiera asegurar que no nos separaríamos otra vez. Dovey, a pesar de su exasperación, nos ayudaba a revisar los tomos polvorientos, sus dedos recorriendo los lomos de cuero con una urgencia compartida.
Mientras hojeábamos volúmenes antiguos y descoloridos, traté de practicar con mi magia recién redescubierta. Mis manos brillaban suavemente, una manifestación tangible de la energía que se había despertado dentro de mí, pero aún luchaba por comprender completamente cómo canalizarla. Dovey nos observó con una mezcla de curiosidad y preocupación antes de hablar, su voz cortando el silencio que había llenado la habitación. "Carol, intenta de nuevo con el hechizo," sugirió, abriendo una de las ventanas para dejar entrar el aire fresco de la tarde. La luz que se derramaba desde afuera revelaba un paisaje que comenzaba a cambiar ante nuestros ojos, como si el mundo mismo nos advirtiera que el tiempo se agotaba.
Sentí un ligero temblor bajo mis pies, un recordatorio inquietante de que la realidad que conocíamos estaba en peligro. Inspiré profundamente, intentando calmar el nerviosismo que se arremolinaba en mi interior. Extendí las manos una vez más, concentrando mi energía, y sentí cómo se iluminaban junto con el libro, que parecía vibrar con una fuerza que escapaba a mi comprensión. Sin embargo, mientras esperaba algún indicio de progreso, nada parecía suceder. La magia brillaba intensamente en mis manos y el libro zumbaba con poder latente, pero no había señales de que estuviéramos más cerca de encontrar una solución. La frustración comenzaba a asentarse en mí, y miré a Leo, buscando consuelo y determinación en sus ojos.
Ella apretó mi mano, ofreciéndome una sonrisa tranquilizadora. "No te preocupes, Carol. Lo resolveremos. Lo haremos juntas," dijo con una confianza que, aunque no pudiera igualar, sentí fluir a través de mí, renovando mi determinación.
Dovey se unió a nosotros junto a la ventana, observando el paisaje cambiante con una expresión de preocupación. "El mundo no va a esperar eternamente," advirtió, la seriedad en su voz recordándonos la urgencia de nuestra misión. "Debemos encontrar una forma de estabilizarlo y asegurarnos de que ustedes dos puedan quedarse juntas, antes de que todo estalle si no, ya saben mi respuesta." Asentí, sabiendo que no podíamos permitirnos el lujo de dudar. Con un último vistazo al horizonte, volví mi atención al libro, decidida a no rendirme.
La luz dorada de la tarde comenzaba a alargarse en la biblioteca, tiñendo las paredes de un cálido resplandor mientras continuábamos nuestra frenética búsqueda de una solución. Con cada página que hojeaba, trataba de concentrarme en las palabras y símbolos que se presentaban ante mí, cada vez más convencida de que la clave para mantenernos juntas y salvar el mundo estaba oculta en algún lugar de aquellos antiguos tomos. Mis intentos con la magia habían resultado infructuosos hasta el momento, pero no estaba dispuesta a rendirme. Me negaba a dejar que la desesperación se apoderara de mí, especialmente ahora que sentía la conexión con Leo más fuerte que nunca. Ella era mi ancla, mi punto de apoyo en medio de la tormenta que amenazaba con separarnos una vez más.
Mientras recitaba un nuevo hechizo con la esperanza de provocar algún cambio, escuché a Leo soltar una exclamación de pura alegría detrás de mí. Sin darme cuenta de lo que sucedía, sentí cómo me abrazaba por detrás, envolviéndome con sus brazos y casi haciéndome perder el equilibrio. Su entusiasmo era contagioso, pero aún no entendía qué había causado tanta emoción. "¿Qué pasa, Leo?" pregunté, volviendo ligeramente la cabeza para mirarla, sorprendida por su repentino estallido de felicidad.
"¡Lo encontré, Carol!" exclamó, con los ojos brillando de emoción mientras sostenía uno de los tomos abiertos en sus manos. "Hay un rito antiguo aquí que podría ser la respuesta a todo esto. ¡Podría estabilizar el mundo y asegurarnos de que podamos quedarnos juntas!" La alegría que irradiaba de ella era palpable, y mi corazón se llenó de esperanza al escuchar sus palabras. Sin poder contener mi propia emoción, me giré hacia ella y la abracé con fuerza, sintiendo cómo mi amor por ella fluía en cada fibra de mi ser.
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°Tiempos Entrelazados° Lady Lesso x Lectora
Fiksi PenggemarUna joven, anhelando escapar de la monotonía de su vida cotidiana, se ve envuelta en un misterioso portal creado por un libro encantado. Transportada a un mundo fantástico, conoce allí a una mujer de belleza sobrenatural. Mientras explora este reino...