capítulo 17

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Entré al edificio con la respiración acelerada, el guardia me saludó alegremente pero no le devolví el gesto. No esperé a que llegara el ascensor y subí directo por las escaleras.

— Yiyeon, querida, hace mucho no te veo.—la señora Jung estaba frente a la puerta de su departamento, acababa de llegar después de hacer las compras diarias.— ¿Dónde has estado estos días?

— Señora Jung, me gustaría platicar con usted pero realmente no estoy de humor en este instante.—pasé a su lado hasta llegar a la puerta del departamento que solía compartir con mi mejor amiga y toqué bruscamente, no recordaba dónde había dejado mis llaves.— ¡Youngchae, ábreme, necesito verte, por favor!

— No está, se fue de vacaciones con su novio hace unos días, ¿no sabías?—me giré al escuchar la voz de la señora Jung.

— Maldición, es cierto, no volverán hasta finales de agosto...—murmuré apoyando la frente en la puerta. Cerré los ojos con fuerza al sentir que se me inundaban de lágrimas.

— ¿Tuvieron una pelea? Ustedes son muy unidas y me sorprendió ver que ahora está pasando más tiempo con el tierno jovencito que tiene como pareja.—negué sin voltearme.

— No... No tuvimos una pelea.—la voz se me rompió y fue acompañada de un ligero sollozo.— Me casé, ahora estoy viviendo con mi esposo...—me dolía decir eso.

— Oh, ¿te casaste? No lo sabía, felicidades.—abrió la puerta de su hogar y metió las bolsas de sus compras.— Les deseo lo mejor... Bueno, fue lindo volver a verte, Yiyeon.—después de decir eso se metió al departamento y el pasillo fue cubierto por un silencio pesado.

Me alejé de la puerta y caminé al ascensor, no quería estar sola en ese momento.

— Sunoo.—un chispa de esperanza cruzó mi rostro al recordar a mi mejor amigo, saqué mi celular de mi bolsillo trasero y marqué el número de Sunoo.— Por favor, contesta...

— Noona, ¡hola!—su alegría al responder me sacó una pequeña sonrisa.— ¿Y ese milagro que me estás llamando? Desde que te casaste te olvidaste de mí, me tuve que enterar por Youngchae de que tu matrimonio falso ya no es falso.—dijo indignado y me imaginé su expresión, un puchero y cejas fruncidas.

— Perdóname por dejarte abandonado... ¿Estás en tu departamento? ¿Puedo ir a verte?

— Oww, noona, no estoy en Seúl, estoy en Daegu trabajando en una campaña publicitaria.—mordí mi labio inferior, tampoco podía ir a refugiarme con Sunoo.— Te escucho decaída, ¿pasó algo?

— Yo... Tuve una pelea con Wonbin y no quiero estar en casa justo ahora.—las puertas del ascensor se abrieron y salí, esta vez procuré despedirme educadamente del guardia y le pedí disculpas por mi actitud de antes.

— ¿Por qué se pelearon?—abandoné el edificio. Abrí los labios para decirle lo que había sucedido pero me di cuenta de que no tenía sentido hacerlo por llamada, Sunoo estaba lejos y sólo lo iba a preocupar.

— Porque dejó la universidad sin avisarme y no quiere buscar un empleo fijo, quiere dedicarse a la música.—mentí.

— Ah, sí, lo vi en las redes, al parecer es bueno... Me parece raro que no quieras que se dedique a eso, tú eres la primera en decir que las personas deben seguir sus sueños.—crucé la calle y caminé por la acera.

— Quiere hijos, con el sueldo que le pagarán no será suficiente para mantener a un niño.

— Bueno, en eso tienes razón... ¡Ah! Se me acaba de ocurrir algo; te daré el código de mi departamento, puedes quedarte ahí hasta que las cosas entre ustedes dos se arreglen.—lo que dijo me dio una idea. Estaba segura de que Wonbin me buscaría en todos lados menos en la casa, así que pasaría por mis cosas y después me escondería en el departamento de Sunoo.

My First Love | Wonbin ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora