Un normie entre lobos (Enid x Tn)

3-Discusión

Después de todo lo sucedido, llegó el nuevo día. Lysandra se marchaba con sus padres y los de Enid ya que irían a visitar a un especialista en hombres lobo. La cosa era que estaba empezando en su celo y necesitaba información de una persona experta. Tn se quedaría allí con Enid, Miércoles y sus hermanos, la cosa era vigilar que no hicieran nada malo porque a veces podrían llegar a ser muy revoltosos.

—¿Tienes todo? —le preguntó el chico a su pareja en la habitación.

—Si, creo que sí...la verdad es que es una sensación...extraña...pero...—se acercó a éste—no me desagrada cuando estoy contigo—le besó y poco a poco fue más apasionada hasta que se separó—uff, odio estar en celo y no poder hacerlo.

—Bueno...tenemos que ir a nuestro ritmo—dijo el chico algo sonriente.

—Tn, somos mujeres lobo...y yo...yo...quiero tener hijos—esa respuesta sorprendió a éste quien no esperaba una cosa así.

—Cariño, somos muy jóvenes y...

—Tn, ya hemos hablado de ello. Las manadas se forman desde mi edad, sé qué en los normies no está tan bien visto, pero cuando accediste a formar parte sabías a lo que venías.

El chico se cruzó de brazos.

—No soy una herramienta sexual para hacer hijos

—¿Realmente te vas a negar a ello?

—Ahora mismo si, no quiero ser padre tan joven, quiero vivir...tener momentos...recuerdos...y luego ya...—un sonido lo calló.

Lysandra lo había abofeteado.

—Quiero hijos Tn, y los quiero contigo. Te hemos...—el tono se iba elevando—rescatado, acogido y cuidado...—le miró cabreada—¡quiero que tengamos hijos, cinco para ser exactos!.

El chico sabía que el estado de celo podría cambiarle el estado de ánimo o sus emociones, pero no imaginaba que sucedería de esa manera. Suspiró y ante ella, se negó.

—¿Acaso no me quieres?, ¿toda nuestra relación se basa en una mentira?

—No, claro que no...yo...—otro bofetón.

—Eres...eres...¡un maldito idiota! —empezó a llorar—yo quiero formar una familia.

—Y yo, pero no ahora...es...—otro golpe, el chico ya tenía la cara roja.

—¡Idiota, idiota...i...i...idiota...!—lloraba ella mientras se marchaba de la habitación.

Lysandra se marchó de la casa mientras Tn se acariciaba la mejilla, el dolor era palpable pero debía mantenerse firme. Sentado en su cama, suspiró sin saber muy bien como iba a poder afrontar la decisión de su chica. Poco a poco se había ido informando, pero él se negaba a tener hijos con su edad, creía que debía esperar el momento adecuado para ello.

—Tn—dijo una voz, era Miércoles—nos han llamado Enid y sus hermanos para jugar a y hacer eso tan estúpido que llaman socializar.

—Ya veo, gracias, ahora voy.

Bajaron a la sala de juegos que tenían en aquella enorme casa. Enid estaba jugando a ping pongo cuando al verlos, les dijo de unirse.

—¿Tenéis dianas? —preguntó la gótica sorprendida.

—Si, toma—al pasarle los dardos, la pelinegra se quedó mirando a la loba.

—Yo uso hachas y cuchillos...esto...en fin...haré la excepción.

Los hermanos de Enid estaban con el billar, futbolín y otros juegos similares. Enid lo estaba pasando de maravilla mientras Tn competía con su roomie para ver quien ganaba a los dardos.