9-La marcha

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Para Tn, tener una fuerza superior a la que tenía antes era difícil. De hecho, apenas controlaba del todo ya que al apretar ligeramente un poco el vaso de cristal este se rompía. Él se cortaba un poco pero las heridas se curaban en apenas uno segundos.

—Vaya...—pensaba mirando ahora su mano de nuevo sana.

—Tn—dijo Lysandra junto a Enid—¿podemos hablar?.

—Claro.

Los tres se retiraron a un cuarto, se sentaron mirándose los unos a los otros. La primera en hablar fue Lysandra quien tenía los ojos vidriosos e incluso algo rojos de haber estado llorando ya que por poco muere Tn.

—He estado pensando...y...y...—no era nada fácil para ella.

—Dime—dijo el chico.

—He llegado a la conclusión de que tenías razón...—Enid y él la miraron—puede que fuéramos muy deprisa. De hecho, empezamos a salir al cabo de dos semanas...—miró al suelo—creo que es mejor que seamos amigos. Y casi...casi...casi te pierdo—los ojos iban a llorar.

El chico se acercó y le dio un abrazo.

—Bueno, hemos sido felices este tiempo...ambos pensamos que las diferencias podrían ser resueltas pero al final...tenemos demasiadas opiniones diferentes no solamente sobre los hijos, sino con otros temas—dijo éste acariciando la espalda de Lysandra.

Tras estar un buen rato llorando, la loba logró calmarse mientras Enid miraba todo sin saber que podía decir. Lysandra y ella siempre habían sido amigas hasta ese momento donde las dos discutieron e incluso pelearon.

—Lo he decidido, me iré está tarde—dijo sorprendiendo a todos—necesito estar a solas conmigo misma, relajarme y que nadie me moleste.

—Lysandra...—ella le acarició las mejillas.

—Has cambiado mucho desde aquel día Tn—le dio un beso en la mejilla—me has hecho muy feliz, pero ahora toca separarnos. Nos volveremos a ver, créeme, pero ahora necesito tranquilidad. La decisión está tomada.

Por mucho que intentaron convencerla, Lysandra se marchó esa misma tarde. Antes de hacerlo, miró a Tn quien tenía los ojos vidriosos, suspiraba y sentía muchas ganas de llorar.

—Enid, cuida de éste idiota—dijo con sinceridad—se mete en líos a veces.

—Lo haré—Enid no podía terminar de creer el giro que había dado el tema, estuvieron esta tarde noche igual, sin poder hablar del tema.

Los padres de ella también se marcharían, querían regresar a hacer unas cosas y de paso acompañar a Lysandra hasta la casa donde estaría un tiempo a solas. 

Miércoles por su lado esperaba que se peleasen de nuevo para acabar lo empezado y hubiera sangre de por medio, se sintió un poco frustrada. Pero todo aquello le permitió tener un poco de inspiración para sus novelas a lo que enseguida se puso a escribir.

Enid estaba en su cuarto, todo aquello le resultaba demasiado difícil de asimilar así que tras un buen rato, decidió salir a dar una vuelta por los alrededores donde se encontró a Tn sentado sobre unas rocas mirando el lago.

—Hola—saludó ella acercándose—¿puedo sentarme?.

—Si pagas sí—ella se echó a reír y se sentó a su lado.

Ahora los dos contemplaban el agua, disfrutando del silencio y de la naturaleza. Poco a poco sus dedos se fueron juntando y se miraron, de nuevo sus corazones latían y tras todas esas horas sin besarse, se fundieron en un pequeño beso lleno de amor.

—¿Sabes?, con el celo me están dando ganas de...ser madre...me llama el instinto materno—Tn abrió los ojos ante ese comentario—era broma tonto.

Tn sintió como podía recuperar el aliento.

—No gastes esa broma...tonta—susurró antes de reír.

Estuvieron un rato allí, tomados de la mano mientras Enid apoyaba su cabeza en su hombro, suspiraba y sentía algo triste por la marcha de Lysandra. Tn le dio un beso en la mejilla, sabía que era muy difícil para ella, para él también lo era, pero debían mirar al futuro. Solamente le deseaba a Lysandra que se recuperase y que aquellos días en solitario le sentasen bien.

—No intentará...suicidarse...¿verdad?—preguntó temerosa la loba.

—No, ella es más fuerte de lo que aparenta ser—contestó—necesita tiempo...seguramente regrese cuando se encuentre mejor. Es una buena chica...—agachó la mirada—y me ayudó en todo momento.

—Tienes razón, es una loba muy fuerte.

Durante su estancia en aquella casa, Lysandra a solas se preparaba la comida, recordando cuando de vez en cuando cocinaba a Tn o él a ella. Suspiró y de vez en cuando miraba las fotografías que tenía junto al chico antes de bloquear el teléfono.

—Tn...me alegro que hayas encontrado...el...amor...—se cubrió la cara antes de romper a llorar en aquella casa que era la única cosa que pudo escuchar sus gritos de dolor y ver sus lágrimas.

El paso de los días mejoró el corazón de Lysandra quien se veía más animada e incluso se animaba a hacer un poco de ejercicio. También regresó al cabo de poco con sus padres para poder estar en familia ya que tanta soledad no era buena.

Mientras, Tn estaba leyendo un libro cuando Enid se tumbó a su lado antes de darle unos pocos besos en los labios. Estaba en celo, él podía olerlo y como estaban a solas, no dudaron un instante en desnudarse y hacerlo como auténticos animales. Enid no se había sentido nunca así y mucho menos pensar que haría esas posturas tan vergonzosas, pero el celo le podía por completo dejando salir su lado salvaje y pervertido.

—Tn, ¿te apetecer ver una película?—preguntó ella—después de ducharnos claro—reía ella viendo que estaba desnuda y sudada.

—Por supuesto—respondió antes de levantarse.

De pronto, recibió un mordisco en su trasero por parte de ella quien al voltear a mirarla, le guiñó un ojo.

—Aún tengo algo de hambre...—decía ella levantándose y caminando sensualmente hasta la ducha.

—Dios...—vio a su amigo despierto de nuevo—supongo que debe ser cosa de ser hombre lobo.

Durante esos días, Tn aprendió gracias a Enid a controlar un poco su fuerza. También se notó más ágil y podía saltar más alto.

—Es lo bueno de ser hombre lobo—decía Enid viendo como entrenaba.

Miércoles decía que esperaba que saltase tan alto para luego caer y hacerse chicle para ver si se podía regenerar. 

—Enid, será mejor dejarlo por hoy—dijo viendo el cielo que estaba para tormenta.

—Tienes razón, volvamos dentro.

Esa noche fue de tormenta, Tn también estudiaba sobre los hombres lobo como él pues eran pocos los casos pero debían controlar su poder. Y nunca se sabía que otros efectos podría tener.

—Vamos a jugar a un juego—propuso Enid contenta.

—El ahorcado, tengo la cuerda—Miércoles sacó una soga de su mochila.

—Eh...no, jugaremos al Monopoly—dijo Enid sacando la caja.

Pero Miércoles fue la que ganó pues se le daban muy bien los negocios y arruinó en apenas media hora a Enid y Tn. Después de eso, decidieron ver una película de miedo donde la loba se cubrió la cara muchas veces.

Tn miró por la ventana un instante, deseando saber un poco sobre Lysandra. Pero esperaba que fuera ella quien hablase primero, necesitaba tiempo y eso iba a darle tiempo.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo :)

PD: El siguiente es el final.


Un normie entre lobos (Enid x Tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora