Un normie entre lobos (Enid x Tn)

7-Distancia...

Lysandra estaba allí parada frente a Tn, con la mirada en el suelo, tratando de reunir fuerzas para poder hablar con su chico. El malestar en su cuerpo estaba tan presente que sentía que le iba a dar un ataque de ansiedad sino se controlaba. Respiró varias veces hasta que por fin pudo sentirse capaz de calmarse y hablar.

—Tn—empezó—yo...yo...te perdono...sé qué actué mal con el tema de los hijos...pero tú...te enrollas con mi mejor amiga, ¿cómo debo asumir esto?.

El chico agachó la cabeza, apretando los puños, había actuado muy mal. Lo sabía perfectamente, su mente estaba hecho un lío.

—Y lamento haberte lastimado, haberte insultado...el haber pronunciado esas palabras...

—Yo siento...actuar de esa manera. Yo...no sé como sentirme al respecto. Cuando he estado con Enid, me siento...¿cómo decirlo?, completo. Es decir, tengo la sensación de que estoy destinado a estar junto a ella. Nunca en mi vida me he sentido igual—cada palabra se sentía como un puñal para Lysandra.

Ella trataba de ser fuerte.

—También me siento mal porque estoy contigo, no soy esa clase de persona...no quiero herir a nadie...estoy hecho un lío—dijo tras soltar un leve suspiro.

Lysandra se puso en pie y se acercó.

—Quiero que me mires a los ojos—el joven levantó la cabeza—ponte la mano en el corazón...y...y...dime que me quieres.

El joven colocó su mano, y trató de pronunciar esas palabras...pero cuando intentaba hacerlo...

—Yo...Lysandra...yo...—nada, no podía decirlo—creo que deberíamos tomarnos un tiempo.

Ahí estaba, el último puñal para sentenciar a la joven quien se cubrió la boca mientras empezaba a llorar.

—Lo siento—dijo evitando mirarla y bajando la cabeza.

—Te cuide...te dimos techo...y ahora...ahora...¿me dices qué amas a una chica que conoces de apenas unos días?—preguntó con un nudo en la garganta—¿y qué es mi mejor amiga?.

—Puede que salimos demasiado pronto...somos diferentes...pero no son diferencias salvables...yo no quiero tener hijos todavía y siento que tengo dudas en mi corazón. Dudas que deben ser resueltas—al mirarla, Lysandra asintió antes de voltear—Lysandra...

—Tn...—era incapaz de seguir hablando así que se marchó.

La casa era totalmente silenciosa, el único ruido era el de la televisión abajo y la máquina de escribir de Miércoles quien tecleaba relajada. Enid estaba en su cama, mirando el techo y suspirando de vez en cuando. Se preguntaba que solución podría haber a ese problema cuando tocaron a la puerta.

—Adelante—dijo.

Entonces vieron aparecer a Lysandra, quien estaba con los ojos rojos.

—Lysandra—susurró la loba a la par que Miércoles dejó de hacerlo para voltear y contemplar la escena.

—De niñas siempre acaparabas todas las miradas—fue avanzando lentamente—y ahora...ahora...me robas a mi novio...¿qué he hecho para merecer esto por tu parte?.

—Yo...nunca quise quitarte nada, ni sabía que me miraban

—¿Y qué hay de Tn?, ¿acaso lo conoces?, ¿lo amas?...responde Enid Sinclair...

—Yo...—la miró—nunca me había sentido así con nadie. Y no, no es el celo. Tn tiene algo...

—Que te atrapa...lo sé...he estado con él, me he besado con él y acostado con él...¿crees que puedes robarme a mi novio?

—Tn no es propiedad de nadie, él es libre y—Lysandra levantó la mano.

—No queda otra...—dijo con una mirada seria.

Mientras tanto, Tn estaba en su habitación mirando por la ventana. Ahora afuera caían algunas gotas, llovía un poco y hacia frío. Era como aquel día.

Tn no tenía muchos recuerdos, al parecer el golpe que se dio en la cabeza le hirió provocando que tuviera lagunas. Lo único que recordaba al despertar era su nombre junto a algunas cosas de su vida. Estaba herido, con frío y lloviendo. Y fue en ese momento cuando un coche cercano paró y le ayudó. Lysandra, la chica loba quien le tendió la mano para ayudarlo.

Desde entonces, había ayudado en lo que podía, ya fuera cocinando o haciendo tareas del hogar. Lo hacia encantado pues tenía una nueva familia. Y ahora sentía que lo había tirado todo por la borda. Recordó la primera vez que se besó con Lysandra, viendo una película, ella lo tomó del mentón y lo besó ante su sorpresa.

—Esto es horrible...—pensaba tumbado—¿qué debo hacer?.

Los siguientes recuerdos eran de sus citas. Lo pasaba muy bien con ella, se sentía contento y la vida no podía irle mejor...hasta su llegada a aquella casa. Desde ese instante poco a poco se había ido derrumbando, y asumía su parte de culpa. Había visto chicas guapas y eso, pero cuando se ha besado con Enid o estado con ella...las cosas no eran tan sencillas. Y la relación se fue al traste en pocos días, por no hablar de que Lysandra quería hijos.

La tormenta apareció y Tn se tapó. Aún le dolía el pecho por las garras, realmente su chica era una loba pues su fuerza era increíble. Y con ese tiempo decidió descansar un rato porque la cabeza le dolía demasiado.

Despertó algo mejor y bajó al piso inferior donde Enid y Lysandra estaban distanciadas la una de la otra. Sus padres decían que era una locura, que no debían de actuar de esa manera.

—¿Qué ocurre aquí?—preguntó Tn.

—Tn—la madre de Enid suspiró—este par de idiotas.

—¿Qué han hecho ahora?.

Enid se aclaró la voz.

—He aceptado una lucha con Lysandra—respondió firme—una batalla de lobas.

El chico parpadeó varias veces.

—¿Qué?

—Lo que oyes—Lysandra se acercó—puede que me hayas pedido un tiempo pero...estoy dispuesta a morir si es necesario.

—Es una forma de hablar—le comentó Yelena, la madre de Lysandra.

—Quien pierda tendrá que abandonar la manada—sentenció su ex pareja.

Tn estaba tratando de asimilar la situación. Esa clase de peleas se hacian antes para mandar al alfa o la reina fuera de la manada cuando un hombre lobo o mujer lobo quería el título. Pero dejó de hacerse hace muchos años atrás en favor de la supervivencia de la manada.

—Es una locura—dijo Tn—me niego a que hagáis tal cosa.

Enid se acercó.

—No hay vuelta atrás—le miró a los ojos y volteó a Lysandra—ella me ha declarado la guerra, y voy a dársela.

—Lysandra te lo pido por favor—Tn se acercó a ella—no lo hagas.

—Mandarás en mi corazón...pero no en mis decisiones...—su mirada era la de una loba con ganas de matar.

—Miércoles, detén esto—le pidió pensando que aceptaría.

—Lo siento, pero me gustará ver una pelea de lobas con sangre incluida.

La fecha estaba fijada para el día siguiente, no había vuelta atrás...

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo  :D