Ethan
-Noah, despierta- dije acariciándole el pelo mientras que abría los ojos lentamente
-¿Dónde estamos?
-En mi penthouse- le dije ayudándole a levantarse
-Tengo que ir a casa además mañana tengo que trabajar- murmuró mirando por la ventana
-No puedo permitirme dejarte sola sabiendo que estás ebria, Noah, y no olvides que trabajas para mi.
Le abrí la puerta y la ayude a levantarse, todavía estaba adormilada y apenas daba dos pasos sin caerse. La levanté del suelo y caminé con ella hasta el ascensor. Subimos a mi penthouse y la dejé en el suelo.
-¿Esto es un penthouse o un centro comercial?- dijo arrastrando las palabras
-Estas muy graciosa ebria- le dije para molestarla
Puso los ojos en blanco y caminó por el hall mirando el techo y las paredes.
-Me gusta tu casa- dijo girando hacia mi.
-¿Vives solo?
-Bueno, están conmigo el personal de limpieza pero apenas nos cruzamos así que, sí, prácticamente vivo solo.
Dejé su bolso encima del sofá y me acerqué a la cocina para servirle un vaso de agua.
-Toma, te ayudará con el mareo- dije entregándole el vaso de agua
-Gracias- musitó con la boca pequeña.
-La cabeza me da vueltas, no recuerdo nada de lo que pasó en el club- dijo dejando el vaso en la encimera.
-Noah no deberías beber así.
-Te recuerdo que lo hice contigo, señor Evans. Se acerco a mí intentando intimidarme con la mirada pero se veía muy pequeña en comparación con migo.
-Veo que no aprendes
-Y qué vas a hacer- susurró provocativa al lado de mis labios
-Follarte tan duro que dejarás de verme como un señor- dije con total tranquilidad
Su cara se tiño de color rojo mientras que la vergüenza y el horror se podían apreciar en su cara.
-Necesito ir al baño- musitó de repente con arcadas.
Por ahí- le señalé una puerta al fondo. La seguí al baño y le cogí el pelo mientras vomitaba.
-No me mires, por favor- dijo vomitando.
La ignoré quitándole los mechones de pelo de la cara y sosteniéndola para que no se caiga.
Cuando terminó vi que estaba otra vez inconsciente. Le quité la ropa y la metí en la ducha. No sabía que demonios estaba haciendo, en mi vida pensé que iba a duchar a alguna mujer y ahí me encontraba como un enamorado enjabonando el cuerpo de Noah. El agua fría hizo que abriese los ojos aunque seguía bastante ebria. La cogí en brazos y le pasé una toalla por el cuerpo y otra por el pelo. Noah murmuró algo en sueños, aunque no pude identificar aquello que quería decir.
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DESTINADOS A PERDER
Romantik¿Quién me iba a decir que yo, Noah Clare, iba a ser la secretaria de una de las empresas más famosas y relevantes del mundo y lo más importante de todo, tener un jefe tan atractivo, sexy, arrogante y maleducado? Así es, Ethan Evans era mi jefe y el...