¿Quién me iba a decir que yo, Noah Clare, iba a ser la secretaria de una de las empresas más famosas y relevantes del mundo y lo más importante de todo, tener un jefe tan atractivo, sexy, arrogante y maleducado? Así es, Ethan Evans era mi jefe y el...
Noah estaba recostada encima de mis piernas. Había sido un viaje largo. Habíamos llegado ya a Londres y estábamos en el coche, Steve conducía de camino a mi departamento.
Noah insistió en que la llevara a su departamento pero ni hablar la iba a dejar sola a esas horas. Eran las tres de la mañana y Noah tenía su mano entrelazada con la mía mientras que dormida profundamente. Mi relación con Noah había cambiado mucho, el viaje a Arizona había supuesto un antes y un después en nuestra relación. Lo que era un juego para tener sexo y ya se había convertido en hacerle el amor, pasarnos la noche abrazados en la azotea mirando las estrellas, conocer a sus padres y su hermanita pequeña, ver una pelicula juntos en su antigua habitación, pasear de la mano mientras que vistamos el antiguo pueblo de Noah, extrañarla cada segundo que pasaba lejos de mi, despertarla con un beso y extrañar el marron de sus ojos mientras que dormía. Era un cobarde si negaba lo que sentía por Noah, era un cobarde si no admitía que me estaba enamorando de Noah Clare.
Cuando llegamos no quise despertar a Noah, la cogí en brazos llevándola hasta la cama. Con cuidado la recosté quitándole el vestido y las sandalias. Estaba preciosa, el moreno le sentía genial y sus cabellos tenían tonos miel y rubios que emarcaban su rostro. Me acosté a su lado quitándome también la ropa y quedandome en boxer.
Mi mano acaricio su pelo mientras que mis ojos contaban las pecas que le habían salido con el sol. doce pecas tenía alrededor de la nariz y le daban un aire más aniñado. Quien me hubiera dicho hace un mes que iba estar enamorado. Yo, Ethan Evans, el líder de una de las mafias más peligrosas del mundo, dueño de un imperio me encontraba bajo los pies de mi mujer.
-Ethan, quédate- dijo Noah entre sueños
-Estoy aquí, mi amor- dije con un susurro apartandole el pelo de la cara.
-Siempre estaré contigo- añadí cerrando los ojos y durmiendo con el dulce aroma de su cabello.
A la mañana siguiente el zumbido del teléfono móvil me hizo despertar. A mi lado la cama estaba vacía. Cogí rápidamente el teléfono.
-Steve- dije todavía somnoliento
-Señor, tenemos al traidor- dijo Steve
-Llevarlo al sitio de siempre, en una hora estoy ahí
Me levanté de la cama buscando a Noah. Su vestido y sus zapatos seguían en el suelo. Entre al baño pero tampoco estaba en la ducha. De repente un olor dulce inundó mi olfato. Me dirigí a la cocina mi marca se fijo en Noah, estaba en la cocina con la canción de "I wanna be yours" de Arctic Monkeys sonando de fondo. Sus caderas se contorneaban al unísono de la canción mientras que preparaba tortitas para desayunar. Llevaba mi camiseta blanca y le quedaba como un vestido. Su pelo estaba recogido en un moño desenfadado y estaba para comérsela.
-Buenos días- dijo Noah con una sonrisa al verme parado ahí observándola.
-Que alegre te ves hoy ¿no?- dije acercandome a ella y dandole un beso en la boca.
-¿Tienes hambre?- preguntó llevando el plato de tortitas a la isla
-Mucha- dije metiendo mis manos debajo de su camiseta y atrayendola hacia mi.
-Pues espero que te gusten- dijo metiendome un trozo de tortita en la boca.
-Siéntate y disfruta, señor Evans
-Oh claro que disfrutaré señorita Clare.
En la mesa había de todo: café, tortitas, chocolate, fruta cortada, tostadas... Disfrutamos del desayuno mientras que Noah en mi regazo me robaba la comida antes de llevarla a mi boca. Momentos así con Noah eran los que más disfrutaba, tenerla a ella en mi regazo desayunando mientras que la escuchaba hablar de sus novelas románticas. Verla ilusionada contandome lo que pasaba en sus novelas me hacia sonreir como un tonto. No entendía de historias de amor y menos de lo que pasaba en ellas pero amaba escucharla hablar de ellas. Además me contó que le gustaba escribir y que en un futuro le gustaría publicar alguna novela. Me gustaba mucho que me contara sus metas y sus sueños ya que yo queria estar ahí para cuando los loguearse porque no tenía ni la más mínima duda de que alcanzaría todos sus sueños.
Después del desayuno me dispuse a llevar a Noah a la oficina. Steve le había comprado un par de vestidos, faldas y camisas a Noah para cuando se quedara a dormir conmigo.
-Tengo una sorpresa para ti- dije llevándola a mi vestuario.
-¿Qué es esto?- dijo con la boca abierta. Lo que era al principio un par de vestidos se había convertido en todo un vestuario para Noah. Había ido yo mismo junto con Steve a elegir la ropa. No sabía que tiendas le gustaban a Noah así que fui a las que la mayoría de las mujeres les gustaban Prada, Versace, Chanel, Hérmes, Louis Vuitton, Balenciaga, Dior...
Le había elegido cada una de las prendas aunque con Noah era muy fácil ya que absolutamemnte todo le quedaba genial. Incluso había ido a las tiendas de lencería para elegirle la ropa interior, esa había sido mi parte favorita.
-¿Todo esto es para mí?- dijo Noah viendo los precios de la ropa
-Todo tuyo-dije siguiéndola por el vestuario
-Ethan. un vestido de aqui vale todo mi apartamento
-Bueno una mujer como tu merece vestir la ropa más cara del mundo
-Si no te gusta algo podemos comprarte otras cosas- añadí
-¿Estas de broma? es... perfecto- dijo Noah colgándose a mi en un abrazo como una niña pequeña
-Gracias, Ethan-dijo dándome un beso en los labios e hinchandome el corazón de felicidad.
-Para que tengas ropa los días que pases aquí conmigo- dije agarrandole la cara entre mis manos. Aunque si te mudaras aquí sería todo más fácil- dije con la boca pequeña.
Noah sonrió ruborizada.
-¿Me quiere hacer usted trabajar incluso fuera de la empresa señor Evans?
-Oh señorita Clare, trabajaras de otra forma hazme caso- dije con una sonrisa picara. Noah soltó una carcajada ante mi comentario y me dio un beso justo en el pecho.
Una vez que Noah estaba ya preparada me dispuse a llevarla a la oficina.
-¿No entras?- dijo Noah con el ceño fruncido.
-Tengo que ocuparme de un asunto- dije acercándome a ella y plantandole un beso en los labios.
Diez minutos después me encontraba en Heaven.
-Señor lo tenemos aquí- dijo Steve siguiendome escaleras abajo.
Veamos a qué hijo de puta toca romperle el cuello hoy. Cuando la puerta se abrió y ví al hombre que estaba delante mía se me congeló la sangre del cuerpo.
-Walker- exclamé
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Holaaaa!!! Este capítulo está dedicado a las lectoras que siempre me comentan y que me han apoyado desde el primer momento entre ellas @Joscarly_10 @norelysnorma @lupisflores38 @Elibazan799 @lsaura9n01 @ngelaFlores416 @NataliMartinez06 @Vega46764 @SusanaBez3 @IsabelRoque0 @YonerispilarNuez8
Si no he mencionado a alguna perdónenme chicas!!! Dejarme un comentario si queréis ser mencionadas en el siguiente capítulo. Gracias de corazón por todo vuestro amor y apoyo!!! <3
