CAPÍTULO 25

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Noah

El sonido de los golpes en la puerta me hicieron moverme en la cama. Ethan tenía la cabeza encima de mi pecho y su brazo me rodeaba la cintura. Hacia mucha calor en la habitación
-¡Ethan! levantate o entro- dijo una voz desde afuera

-Ethan- dije quitándole la mano para levantarme.

-5 minutos más por favor- dijo Ethan entre sueños

-¡Ethan!

-Papá ya voy- dijo Ethan abriendo los ojos

<<Oh dios mío el señor Evans estaba aquí>>

-Ethan, me va a ver contigo- dije con un susurro

-Nada que no supiese antes- dijo Ethan como si nada atrayendome hacia él

-¿Como? ¿Tu padre sabe de lo nuestro?

-No, pero ahora lo sabrá- dijo con una sonrisa socarrona dándome un beso en los labios.

Después de levantarnos fui al baño, me cepillé el pelo y me lavé los dientes.

Cuando salimos de la habitación estaba el padre de Ethan tomándose un café en el salón

-Oh Noah, cariño, siento despertarte no pensé que estuvieras aquí- dijo el señor Evans levantándose hacia mí y dándome dos besos.

-No se preocupe señor Evans ya estábamos despiertos- dije nerviosa.

-Llamame Andrew querida

-Lo siento Andrew- me disculpe avergonzada

-Papá, a qué viene tanto jaleo tan temprano- dijo Ethan dirigiéndose a la cocina y cogiendo un zumo de naranja de la nevera

-Ya es mediodía, hijo, además es de mala educación que venga yo de visita y no me recibas como es debido- dijo el padre de Ethan tomando su café.

-Oh Noah, querida, déjame decirte que estoy encantado con el trabajo que estás haciendo. Si no fuera porque mi hijo me echaría la empresa encima te hubiera llevado a mi empresa para que trabajes para mí.- dijo el señor Andrew con una sonrisa divertida

-Ni hablar- dijo Ethan al otro lado de la cocina.

Andrew soltó una carcajada haciendo que yo también me ría.

Después de desayunar me dirigí a la habitación para vestirme. No podía creer que toda esa ropa era mía. Cada prenda costaba todos mis ahorros. Me decanté por una falda corta con botones burdeos y una blusa con volantes en las mangas negra de seda. cepille mi cabello haciéndome un semirecogido y me calcé unas sandalias negras sin tacón. Afuera estaba Ethan ya preparado esperándome.

-Noah- dijo el señor Andrew al pasar por su lado.

-Estoy muy feliz de que estés aquí- dijo con una sonrisa. Asentí dedicándole también una sonrisa y me despedí de él saliendo por la puerta.

-Hoy es tu dia de suerte- dijo Ethan entregandome las llaves del ferrari rojo que habia enfrente mia.

-Estarás de broma- dije sin poder creer que me estaba entregando las llaves de su coche

-Alguien me dijo un dia que quería conducir este coche, si no me equivoco- dijo Ethan con una sonrisa

-Dios mío, gracias, gracias , gracias - dije colgándome en su cuello sin poder creerlo.

Era un coche precioso, nunca había conducido algo semejante y había pasado de verlos en películas a montarme en uno.

El sonido del motor hizo que subiera mi adrenalina pise el freno y sali de parking a tota pastilla

DESTINADOS A PERDERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora