CAPÍTULO 33

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Ethan

Iban a ser 12 jodidos días sin poder ver esos ojos marrones, sin poder probar esos labios y sin tener a Noah a mi lado

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Iban a ser 12 jodidos días sin poder ver esos ojos marrones, sin poder probar esos labios y sin tener a Noah a mi lado. Me estaba volviendo loco y solo habían pasado unas cuantas horas desde que su avión había despegado.

No podía vivir sin Noah, era el oxigeno que me permitía respirar, era la luz de mi vida... Cuando Noah me comunicó lo del viaje aquella noche sentí como me habían clavado una estaca en el corazón. Yo no necesitaba nada en ese mundo solo la quería a ella. Por muy egoísta que era, la entendía, claro que la entendía. Noah no era tonta, sabía lo que mi apellido significaba en esa ciudad. Todos ya sabían quién era Noah Clare. Ya todos sabían que era mi novia y mi mujer. La prensa se le echaría encima a mi y a ella en el momento en que saliese alguna noticia del embarazo de Soph. Por ahora los tenía controlados por mucho que me viesen con ella sabían quién era Sophia y sabían perfectamente que era mi amiga ya que las cámaras nos habían cogido juntos desde que eramos practicamente adolescentes.

Pero la cosa no se quedaba ahí, la familia de Soph era muy correcta al igual que la mía. No me podía creer lo que me había dicho la madre por mensaje esa mañana. Su hija no podía tener un hijo si no estaba casada o prometida. Entendía su punto de vista como madre pero ¿Como iba a permitir que su hija se casara con un hombre que no la amaba? El matrimonio no era un juego y algo que tenía muy claro era que no pensaba casarme con ninguna mujer a la cual no amaba. Soph era mi amiga, claro que la quería y ni en broma le daría la espalda pero para eso no necesitábamos ser marido y mujer.

Los resultados estaban tardando mucho en aparecer, sabía que no era cosa del día a la mañana pero no podía aguantar ni un día más. Cada vez que miraba a Sophia sentía rabia porque una parte de mi corazón sabía que ese bebé era imposible que fuera mío debido a las pocas semanas que tenía. ¿Pero cómo iba a mentirme en un tema así? era imposible. Sophia Jones podría estar muy loca pero era mi amiga y nunca me traicionaría de esa manera. 

Me encontraba en mi despacho fumándome el quinto cigarro del día. No solía fumar siempre, solo los días que me encontraba estresado. Había dejado el vicio a la nicotina, sin embargo, me ayudaba a relajarme en momentos en los que mi cuerpo se encontraba muy tenso.

Mi móvil vibró y lo cogí rápidamente por si era algo relacionado con Noah. Para mi sorpresa la llamada era de Sophia.

-Sophia ¿Qué ocurre?

-Ethan- dijo llorando al otro lado

-Sophia ¿Estás bien?

-Estoy sangrando mucho, por favor ven no sé que hacer- dijo al otro lado del teléfono.

-Ahora voy, por favor cálmate.

Cogí el coche rápidamente dirigiéndome a su casa. Sophia vivía sola en una casa en el centro de Londres. Cuando llegué me dirigí rápidamente a la puerta. Sophia me abrió la puerta con los ojos llorosos. Cada vez estaba más delgada y con más ojeras. Me preocupaba mucho su situación pero supongo que a todas las embarazadas les pasaba lo mismo.

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