CAPÍTULO 37

614 50 12
                                    

Ethan

Me encontraba en una pradera de rosas blancas, a mi lado estaba Noah, tan preciosa como siempre. Tenía el pelo largo y brillante y vestía con un vestido blanco y con volantes. Estaba recostada encima mía mientras que sus manos acariciaban mi cabello.

-Te voy a echar de menos- dijo con una lagrima

-¿Por qué dices eso amor?- dije con el ceño fruncido

-Porque te vas a ir para siempre

-No me voy, Noah. Voy a estar contigo siempre

-No, Ethan. Te vas y me voy a quedar sola- dijo con una lágrima bajandole por las mejillas

-Amor, mira estoy aquí, contigo. Tu y yo nunca nos vamos a separar.

Noah no me escuchaba solo me acariciaba el pelo mientras que sus mejillas se bañaban en lágrimas.

-Amor, ¿Por que lloras?

-Tenía muchos planes para nosotros ¿sabes?
Siempre he soñado ser una novia, casarme y tener hijos. Todo eso lo quiero contigo

-Y lo tendrás conmigo Noah- dije acariciando su mejilla.

De repente se levantó sin dejar de mirarme estaba llorando.

-¿Noah a donde vas?- dije observando como caminaba sin mirarme.

-¡Noah!- grité pero no me salía la voz.

-¡Noah!- seguí gritando pero parecía que no me escuchaba. De repente desapareció dejándome solo en esa pradera. Hacía mucha calor y tenía mucha sed. Camine y camine sin rumbo. No había nadie a mi alrededor me encontraba solo. ¿Dónde estaba? Desconocía ese lugar. Empecé a correr y a correr en busca de alguien pero no veía a nadie. Cada vez estaba más cansado y me faltaba la respiración.

De repente vi una puerta enfrente mia era enorme y ví como al otro lado había un rio con abundante agua. Empecé a caminar hacia él cuando de repente alguien em agarró de la mano.

-¿Rouse?- dije observando a la pequeña rubia de ojos azules

-No vayas, Noah se pondrá muy triste- dijo Rouse sin soltar mi mano

-¿Y eso por qué?

-Por que te quiere mucho, yo también te quiero mucho.

-Rouse voy a beber agua- dije escuchando como corria el agua al otro lado de la puerta

-Si entras ya nunca podras salir, quedate conmigo por favor

-Rouse, ¿De qué hablas? voy a volver

-Noah está muy triste, yo también lo estaré porque ya no podremos jugar juntos- Dijo la pequeña sin dejar de tirar de mi mano

-Tengo mucha sed Rouse

-Por favor Ethan ven conmigo

-Esta bien pequeña, vamos a buscar a Noah juntos- dije siguiéndola por la pradera.

De repente todo se volvió oscuro. Escuchaba mucho jaleo a mi alrededor y el pitido de unas máquinas. Poco a poco pude reconocer algunas voces. Eran la voz de mi madre y mi padre.

-Dios mio esta moviendo la mano- dijo mi madre en un sollozos

-Hijo por favor, si nos escuchas levanta un dedo- escuche decir a mi padre.
Hice todas mis fuerzas para mover la mano pero la sentía muy pesada. Finalmente logré mover un dedo.
Mi madre ahogó un grito mientras que no paraba de darme besos en la mano. ¿Qué estaba ocurriendo? ¿Dónde estaba? Mis ojos se fueron abriendo lentamente. La luz me molestó haciendo que los volviera a cerrar. Necesitaba ver a Noah, mis ojos se abrieron de nuevo en busca de ella sin embargo no la vi en la habitación.

DESTINADOS A PERDERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora