Después de una caminata de tres días, ella e Ino habían llegado a las puertas de la ciudad. Había impedido deliberadamente que Naruto las escoltara a ambas. También había evitado viajar en su forma de lobo o incluso adelantarse corriendo.
Su loba tenía que descansar, profundamente escondida y en silencio. Además, habían acordado con Ino dar una impresión de agotamiento para que pudieran mantener la farsa de haber llegado desde muy lejos.
Por supuesto, ellas también habían tenido que conocerse mejor para hacerse pasar por hermanas en público. Y para ello, no habían necesitado sobreactuar demasiado. Una vez más, Hinata tuvo que reconocer que había reformulado demasiado tarde su opinión sobre los humanos.
No eran débiles ni de carácter delicado. Ino había tenido que valerse por sí misma durante muchos años sin sus padres. Hinata se había sentido avergonzada por haberle lloriqueado por todas las reglas que le habían sido impuestas hasta hace poco. Indudablemente, Ino habría preferido haber sido reprendida varias veces por sus padres que haber estado sola.
En cualquier caso, el alcalde había actuado con rapidez y había convocado a toda su gente a la ciudad. Ella e Ino acababan de unirse a una pequeña caravana que marchaba a través de las puertas con burros cargados.
Esto les había ahorrado un largo interrogatorio sobre sus motivos. Como ninguna de las dos tenía idea de dónde se encontraba exactamente el templo de la ciudad, habían seguido a la caravana un poco más, mirando discretamente a su alrededor.
Atravesaron una serie de callejones estrechos, hasta que finalmente llegaron a una gran plaza en la que varias personas de aspecto importante dirigían a los recién llegados en diferentes direcciones.
De repente, sonó un carillón(grupo de campanas) melódico e Ino le tomó de la mano.
— Debe ser eso, una especie de llamada a la oración.
Hinata observó que algunas personas cerraban sus tiendas o salían de sus casas. Y que todos se dirigían hacia una amplia avenida que conducía a una colina. Allí se alzaba un edificio blanco, rodeado de enormes estatuas que parecían sostener el techo con sus manos en una postura imponente.
Hinata no pudo evitar admirar la arquitectura. Los lobos no se reunían en este tipo de edificios sagrados, porque su fe se apoyaba en la naturaleza, y el bosque era el lugar donde se sentían en armonía con sus antepasados o con los poderes superiores.
— Impresionante — le susurró Ino. — Pero también un poco ostentoso ¿no crees? ¿Cómo se supone que podrías despejar tu mente, si estás prácticamente abrumado por semejante esplendor?
Hinata asintió.
— Es un poco exagerado, tienes razón. Unámonos a los fieles, y veamos qué pasa allí dentro.
En el interior, les esperaba un amplio salón, cuyo suelo también era de baldosas blancas. En la parte delantera, unos escalones conducían a un ostentoso altar. Varios sacerdotes habían encendido inciensos mientras entonaban los mismos versos una y otra vez.
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Corazón de Alfa
Manusia SerigalaHinata es la hija de un alfa poderoso que la entregará a un cambia forma que liderará la manada después de él. ¿Qué puede esperar? - Adaptación a los personajes de Naruto - Protagonistas Naruto y Hinata - La historia imágenes y personajes no me pert...