"Dos personas enamoradas y que se aman, no puede salir nada mal, ¿no?" Bueno, eso es lo que quiso creer Uzi. Sin saber qué eso poco a poco se iría destruyendo por culpa de alguien, alguien que ayudo y apoyo tanto.
"N...el amor puede llegar a matar...
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-Y bien, ¿para que me necesitabas en tu casa?- pregunto la peli morada, frente a la puerta de entrada de la casa de el.
-Solo quería hablar contigo.- respondió Damien, haciéndose a un lado para que ella entrará.
Uzi entró por la puerta, tenía expresión seria y algo molesta, estaba de brazos cruzados. -No creas que no escuche lo que hablaste con N.
-Por eso quiero que hablemos todos juntos.
-¿Todos juntos?
-Para arreglar las cosas. Obvio.
Damien sonrió levemente, guiandola a una habitación, los ojos de Uzi se abrieron de sorpresa al ver a N ahí sentado, parecía ansioso y nervioso.
-U-Uzi...- murmuro el peli blanco.
-Espera, ¿Porque N esta aquí?- pregunto la de cabellos morados.
-Te acabo de decir que es para arreglar las cosas ¿verdad, N?
-Si...- contesto N en tono algo ansioso.
Uzi se quedó callada mirando a los dos, ¿como iban a arreglar las cosas? Pero al mismo tiempo no estaba en contra de ello. -Bueno, si quieren arreglar las cosas. No estoy en contra de ello.
Damien rio ligeramente, parecía más una pequeña risa siniestra. -¿Qué tal si empezamos con que Uzi es mía?
Los dos jóvenes voltearon a verlo sorprendidos por lo que Damien dijo.
-¿Qué mierda hablas?- pregunto Uzi.
De pronto Damien saco una pistola de color negra que tenía escondido en su bolsillo, apuntando directamente a la cabeza de la peli morada. -Ella es mía, ¿lo entiendes N? Eres un idiota por estar con ella solo porque no superas a Kaylee.
Uzi se asustó de inmediato al ver como el arma apuntaba a ella y se quedó congelada por el miedo, sin saber qué hacer o decir. Por otro lado N estaba igual, no sabía cómo reaccionar.
-Si ella no va a ser mía, entonces no sera de nadie.- declaró Damien antes de que un fuerte disparo se escuchara por toda la habitación
-N...el amor puede llegar a matar...- hablo Damien casi susurrando, viendo al peli blanco quedarse en shock ante la escena que estaba viendo.
-E-eso no es amor...- murmuro el, comenzando a llorar y a temblar ligeramente.
-No te quejes, lo tuyo tampoco era amor verdadero.- dijo Damien.
N se quedó callado mientras lloraba, mirando a Uzi desangrarse en el suelo de la habitación. Una ira, culpa y dolor lleno su ser mientras se levantaba y intentaba golpear a Damien.
-¡Eres un maldito! ¡Te odio! ¡Te odio!- grito el entre sollozos, se podía notar el dolor en su voz al mismo tiempo que intentaba golpearlo.
Damien sin embargo esquivo todos los golpes para luego empujar a N, cayendo al suelo. -No trates de golpearme.