Familia. | [Jasper Hale y Emmett Cullen]

12

-¿A dónde vamos?

-Te dejaremos en casa. Después pondremos a Bella a salvo mientras nos ocupamos de James. –el tono calmado de Jasper contrasta con su tensión, sus dorados ojos analizando el exterior mientras Emmett atraviesa la carretera a toda velocidad.

-No. No. Da la vuelta. –Diana se lanza hacia delante hasta que su cabeza se cuela entre medio de los asientos. -¡Emmett, da la vuelta!

-Estarás más segura ahí, Di. –explica el vampiro mientras Jasper apoya una manos sobre el hombro de la chica, que se la sacude con un gesto de indignación, girando para poder mirarlo situado en el asiento trasero a su lado.

-Tú me has ocultado. No sabe ni que existo. Puedo ayudar.

-Diana...

-¡No! –ataja lo que quiera que vaya a decir el vampiro rubio. –Bella es mi amiga. Y no os vais a poner en peligro todos vosotros mientras yo me quedo sentada en casa. Puedo defenderme.

Como para afirmar sus palabras alza la mano, sus dedos transformados en afiladas garras.

-Nunca me habéis excluido. No empecéis ahora. –respira hondo para que su voz no tiemble. –Por favor.

Hay un intercambio de silenciosas miradas entre ambos vampiros a través del espejito del coche y Jasper acaba por asentir ligeramente antes de que Emmett de la vuelta en la carretera.

Diana se deja caer en el asiento trasero con un suspiro de alivio. La oscuridad haciendo que los árboles apenas sean unas sombras borrosas. Jasper apoya las manos sobre su rodilla, puede notar la frialdad de su piel a través de sus vaqueros pero para ella es reconfortante.

Di le sonríe, un gesto de ánimo. Jasper no lo hace, su tensión llena el interior del automóvil pero aprieta ligeramente su pierna. Acabe como acabe, los tres están juntos en ello.

Di mira la bolsa de viaje que Alice le ha hecho. En realidad, ha sido Lily y Rose las que se han colado en su casa bajo las órdenes de la vidente, la cual había visto la decisión de los chicos un rato antes.

-No me gusta demasiado que nos separemos. –se queja Emmett, situado a su lado apoyados en la pared mientras el resto de la familia se mueve dentro del garaje, el cual es un hervidero de actividad.

-Será poco tiempo, hasta que lo encontréis. –lo consuela Diana, apoyando la cabeza sobre el enorme brazo del vampiro.

Han acordado que ella viajará con Jasper, Bella y Alice a algún sitio seguro. En ese momento Edward está hablando en voz baja con su pareja, intentando tranquilizarla y asegurándole que todo saldrá bien.

La tensión en el ambiente es palpable –especialmente después de que Lily haya tenido que convencer a Rose de que colabore, la cual se ha negado en un primer momento para no poner en peligro a su esposa- y Jasper se sitúa a su lado con la mandíbula apretada. La mano de Di atrapa la suya y su rostro se suaviza ligeramente.