Escenas robadas I

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F.- Pues me alegra que tengas a alguien que te apoye si se tercia...

M.- No te importa mucho lo que te estoy contando ¿Verdad?

F.- No, no, nooo, me importa...me importa si a ti te importa

M.- ¿Pero?

F.-Pero me da la sensación de que le das mucha importancia a la empresa

M.- Anda...suelta el reproche

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Narra Fina

Por fin esta noche había quedado con Marta para irnos donde ¡SEA!, las dos estábamos ya desesperadas por pasar un rato juntas y solas, sobre todo solas. Después del acuerdo que había llegado con su marido en el que cada cual podía rehacer su vida con otras personas y de la reconciliación (eso lo contaré en otra escena robada), ya íbamos camino de Madrid, mañana tenía una reunión de trabajo con un abogado de la empresa para no se que contrato con la señora francesa que les iba a abrir el mercado en Francia.

En el coche, Marta seria conduciendo y yo sin poder contenerme las ganas de tocarla y hacerle mimos....

M.-Finaaaaa, por favor, no me pongas más nerviosa, conducir de noche y con este tormentón no es precisamente pecata minuta

F.-Tengo tantas ganas de besarte y hacerte el amor que podías parar en cualquier caminucho al lado de la carretera 

M.-Ay por favor....no voy a desviarme de la carretera para eso y menos con esta noche

F.-Ay mi burguesa favorita, que poco rural eres hija....donde esté un buen ribazo...

M.-¿Ribazo?, mira déjalo je je je, luego me instruyes en esas palabras tuyas que yo no conozco

F.-Claro.... cuando quieras, mírame....

M.-No puedo... ¿Estas viendo la que está cayendo?

F.-Ya...igual no tendríamos que haber....

M.- Ah no, eso si que no, hoy veníamos a Madrid aunque se caiga el cielo a trozos, te necesito, te necesito ya,  mi amor, ya...pero en una cama como dios manda

F.- ¡Claro!, je, je ,je, ¡como Dios manda!

Narra Marta

Llegamos a Madrid dejando atrás una buena tormenta que cayó en el camino, pero por fin aparcamos el coche y no perdimos más tiempo, cogimos la bolsa con algo de comida que había preparado Fina y yo con algo de vino que cogí a última hora.

M.- No he podido mirar otro apartamento, estoy hasta arriba de trabajo en la empresa...se que no querías volver aqui...

F.-Bueno...no pasa nada, la verdad podemos comenzar desde hoy a hacer este sitio nuestro y solo nuestro, ahora ya nos vas a venir con Jaime y voy a ser yo quien ocupe esa cama contigo, te voy a comer entera

M.-¿Antes o después de cenar?.- le dije con cara seductora

F.- Por mí antes y luego después je, je

M.- Uhmmmm acepto el plan

Montamos al ascensor y ahí ya si que nos besamos con pasión, cogí la cara de Fina y la acerqué a la mía con decisión, mis labios se unieron a los suyos en una comunión que sólo ella y yo conocíamos, su lengua buscó a la mía y la encontró ávida de roces y humedad, sus manos bajaron por mi espalda y apretaron mi culo con fuerza y deseo, un leve gemido escapó de mi boca, mi cuerpo comenzaba a irse en el cúmulo de sensaciones que Fina provocaba en mí desde que ponía su mirada sobre mi.

Soñando en libertad. Escenas robadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora