Soñando en libertad. Escenas robadas

ESCENAS ROBADA VIII LOS OLMOS

Narra Marta

Llevaba días pensando en las vacaciones de verano de este año, la verdad que últimamente o los últimos años prácticamente habían sido nulas o bastante escasas, con Jaime embarcado, Andrés en los pirineos, mi padre delegando responsabilidades, sólo quedábamos Jesús y yo al mando, así que prefería que disfrutara el de las vacaciones bueno mas bien prefería que disfrutara Begoña y Julia de unos días en la playa o en la montaña y que cambiaran de ambiente.

Pero este año me apetecía a mi, con Fina me apetecía todo, ir al teatro, a cenar, a pasear, me imaginaba tantas cosas con ella que a veces pienso que ojala hubiéramos vivido en otra época ( nota autora: igual me animo a un fanfic en nuestra época....), pero nos había tocado vivir esta historia en este lugar y tiempo.

Había pensado en una excursión a la playa, Fina no había visto nunca el mar y cuando se lo describía se quedaba embobada imaginándose paseando por la orilla. Recuerdo una de esas conversaciones...al lado del río, disfrutando de uno de esos picnics a los que Fina me había aficionado últimamente

F.- Pero, ¿Tú tienes bañador o bikini?

M.-Bañador, bueno de hecho tengo varios aunque no les he dado mucho uso la verdad

F.- Yo no tengo ni una cosa ni la otra

M.-Te podía prestar uno mío

F.- Y el agua ¿está fría?

M.- Al principio un poco pero cuando el cuerpo se acostumbra es muy refrescante y divertido cuando las olas llegan y chocan contra la orilla

F.- ¿Y la sal?

M.- Eso es lo que menos me gusta porque te deja la piel muy seca pero después uso productos de la reina y solucionado

F.- Aja, ¿Iremos a la playa algún día?

M.-Iremos

Desde la empresa se había propuesto hacer una excursión con los trabajadores que quisieran precisamente a la playa a pasar dos días, por un precio módico, la empresa pagaría el autobús, todavía no era seguro porque después de haberles pagada la prima de invierno el cash de la empresa estaba más mengüado pero el cofre de anhelos estaba funcionando muy bien y los beneficios empezaban a notarse en las arcas familiares.

Pero antes de la playa quería o necesitaba tiempo para mi, tiempo para mi con Fina, tiempo de calidad para las dos y creo que se donde podría llevarla y encontrar un tiempo de tranquilidad, paseos y descanso de todo y de todos.

Este fin de semana nos iríamos a Los Olmos...

Narra Fina

Se notaba ya el calor del verano, menos mal que Marta tuvo a bien comprarnos uniformes mas fresquitos y de manga corta, seguíamos estando elegantes pero sin pasar calor. 

El otro día bajé con las chicas al río, y al final terminamos metidas en una poza con las enagüas todas mojadas y sin ropa de recambio, en esos momentos echaba de menos a Marta, aunque Carmen sabía de lo nuestro, Claudia no y que estuviera allí ahora no se si podría llegar a entenderlos, la jefa con sus empleadas metidas en una poza en ropa interior, algo raro sonaba para la época en la que vivíamos.

Marta seguía sin saber del embarazo del Claudia, yo estaba entre la espada y la pared, por un lado quería contárselo y no tener ese secreto con ella pero por otro sería traicionar la confianza de Claudia aparte de que el  tema es delicado y creo que es ella la que se lo debe de contar porque más temprano que tarde el embarazo se va a empezar a notar.

Allí tiradas sobre unas toalla secándonos al sol hablando de la vida y sus misterios, del matrimonio, de los sueños de cada una.

F.- A mi me encantaría ver el mar