Antava (JenLisa GiP, +18)(SIN EDITAR)

7: Creo Que Te Quiero.

-Pov Lisa.

Desde que Jisoo me hizo esa broma y le hice ese daño a Jennie, que no ha salido de su habitacion y yo en mas de una ocasion he intentado subir para verla como esta, pero no se como decirle que estoy arrepentida ya que en cuanto reaccione y la vi a los ojos pude ver como me estaba mirando tan atemorizada y con mucho pánico.

Realmente no la queria lastimar, pero ya la he cagado y ahora no se que hacer, si bien no deberia importarme lo que le este pasando y lo que le hice, pero por alguna maldita razon siento lastima por ella y ni con todos los tragos que he tomado puedo quitarme este sentimiento.

Pero.. talvez si le llevo algo pueda hacer que se olvide de lo que le hice, pero como no tengo ni idea de que darle, creo que sera mejor si lo hablo con Leah.

Asique solo me levante del bar y comence a dar pasos algo rapidos hasta la cocina ya que alli estaba Leah preparando la cena, pero en cuanto ella me vio no pudo evitar su molestia a pesar de que lo disimulo pero yo solo me acerque y en cuanto estaba sobre el meson viendo lo que esta cocinando.

- ¿También vas a regañarme por lo que le hice? -dije con tensión, apoyándome en el mesón.

- No, no te voy a regañar, tú ya eres adulta y sabes lo que haces -dijo Leah mientras seguía picando con el cuchillo. - Pero sí tengo algo que decirte, y espero que no te enojes conmigo.

- Está bien, te escucho, pero después también tengo algo que decirte. Así que dime -crucé los brazos, observando la cena-. Por cierto, se ve tentador. ¿Qué es?

- Pues, Lisa, lo que le hiciste a Jennie no estuvo bien. Ella no se iba a ir, y deberías entender que está sola, sin nadie más que a ti. Se siente indefensa, y aunque la tengas contra su voluntad, solo tiene miedo porque no está acostumbrada a esto. Puedo ver que la quieres, pero estás siendo muy dura.

- ¿Algo más? -dije en un tono frío.

- Sí, que la cuides porque es una niña muy linda y deberías ser más cuidadosa. Recuerda cómo era yo al principio.. Así que, si no vas a liberarla, al menos no le hagas sufrir. Me pone triste verla así después de cómo estaba conmigo tan feliz.

- Está bien -me pasé los dedos por la sien-. Solo te haré caso porque tú me lo dices -suspiré-. Pero tengo un problema.. No sé cómo hacerlo. Sabes que no soy buena dando demostraciones, ya que, como sabes, no es lo mío y prefiero otras cosas.

- Lo que debes hacer es ir a pedirle perdón. Si puedes, dale algún detalle lindo, algo que le guste.

- Ya sé, le voy a regalar una de mis armas favoritas, pero sin balas. Solo debo ir a buscarla.

- ¿Qué? No, Lisa -se tocó la cara-. No le des eso. La vas a asustar más, y en cuanto lo vea, tendrá mucho miedo. Solo ve y pídele perdón. Dile que lo que hiciste fue un error, dile lo que sientes. Yo continuaré con la cena, ya que no falta mucho. Así que si realmente la quieres y no le vas a hacer más daño, ve y discúlpate.

A pesar de que no quería, ya que me sentía muy tonta y humillada, respiré hondo y comencé a subir lentamente. Trataba de pensar en cómo decirlo sin que sonara demasiado hiriente.

Al llegar después de unos minutos, estaba lista para hablar, pero cuando abrí la puerta, vi que Jennie estaba dormida. En ese momento, pensé en irme, pero me dije a mí misma que debía hacerlo, así que volví a mirar. Al ver que aún dormía, me acerqué con cuidado y me senté en una silla junto a su cama, tratando de no hacer ruido para no despertarla.

Al observarla, noté las marcas de mis dedos en su cuello y sus ojos hinchados de tanto llorar. Ver cómo la había dejado me llenó de enojo hacia mí misma, y no pude evitar emitir un pequeño gruñido. Sin querer, este sonido la despertó y, al verme, se desespero tanto que empezó a hablar frenéticamente.