Seguridad

456 61 8
                                    


Emma pensaba que con una sola tarde sería suficiente para encontrar su nueva casa. Después de todo, Storybrooke era un pequeño pueblo. Pero lo que no se había imaginado Emma era que cada casa concebida en esa ciudad, lo había sido con un hechizo que prometía un techo a cada habitante del susodicho reino. Es decir, Regina se había asegurado de que ninguno estuviera sin abrigo en su nueva vida.

Lo que tenía como consecuencia que muy pocas casas estuvieran disponibles, ya que estaban casi todas ocupadas. Sin embargo, había logrado encontrar su antigua casa, aunque por un dichoso cúmulo de circunstancias.

En la actualidad, se pateaba los barrios, cruzándose cada cierto tiempo con caras conocidas. Maldecía a Regina por no haber previsto una agencia inmobiliaria en ese pueblo. Imaginó, durante un segundo, que, quizás, debería buscar en un reino adyacente, pero la idea de no tener todas las comodidades modernas la echaba para atrás anticipadamente. Y, además, siempre se había resistido a seguir a sus padres cuando estos habían soltado la idea de regresar al bosque encantado...No iba ella ahora ir allí

Al igual que Henry, ella quería que Hope creciera en Storybrooke. Amaba esa ciudad, amaba ese sentimiento de seguridad que emanaba de ella, a pesar de todas las aventuras y obstáculos que allí había vivido. Al final, siempre había regresado, forzosamente habría una razón.

Así que, siguió pateándose los barrios, uno tras otro, hasta llegar al de sus padres donde dio media vuelta. No, ni hablar que sus padres fueran sus vecinos...

A continuación, fue a parar a un barrio al borde del mar, y se dijo que, probablemente, era el sitio bueno. Así que apareció delante de un ancho inmueble de fachada blanca inmaculada y con anchos balcones.

‒ ¡Emma!

La bella rubia se sobresaltó antes de girarse y ver a Archie paseando a su perro.

‒ Oh, hola

‒ ¿Qué haces por el barrio?

‒ Oh, bueno...Busco...Un nuevo hogar

‒ ¿Ah, sí? Cuentas con...Oh, claro, comprendo

‒ Sí...

‒ ¿Y te planteas este inmueble?

‒ ¿Por qué no? Estoy abierta a cualquier propuesta

‒ Bien, el barrio es tranquilo y la vista no es de las más horribles

‒ ¿Vives...Vives aquí?

‒ Sí, en este mismo edificio‒ sonrió él ‒ Puedo ver si hay algo disponible

‒ ¿Por qué no...? ‒ dijo Emma con menos entusiasmo que al principio. Si sus padres no podrían ser una opción posible como vecinos, ¿cómo sería con su psi?

‒ Sé que uno de los apartamentos más altos está libre...La gente que ahí vivía se han marchado a su reino

‒ Ok, vamos a ver

No obstante, al entrar en uno de los apartamentos libres, fue como un flechazo: un dúplex con un salón y una cocina de concepción abierta, y una segunda planta con dos habitaciones...Sí, podría ser ideal. Abrió la puerta de cristal para aspirar el olor yodado del mar. Se imaginaba ya paseando a su hija a orillas del agua...

‒ ¿Emma? Si te gusta, puedo...

‒ No, yo...Me gusta, pero me gustaría ver otros

‒ Comprendo. Sin embargo, que sepas que está disponible y que puedo guardártelo si te conviene.

‒ Gracias Archie

‒ ¿Sabes...? Si prefieres una casa terrera, puedo mencionarte un barrio donde hay bastantes

Step by stepDonde viven las historias. Descúbrelo ahora