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Ese día inició de madrugada. Tenía dos exámenes, un proyecto que entregar y además de todo, encargarse de Alistair porque la separación con su bebito era lo peor que le sucedía en el día.

No tenía que preocuparse, si no lo cuidaba su abuela, lo hacía alguna de sus primas y asi su niñito pasaba un día hermoso jugando con sus primos que eran bebés de más de un año.

Había pasado el tiempo tan rápido.

Dejó a Davos en la cama, perdidisimo en el sueño. Siempre se negó a ir más alla de la graduación de la preparatoria y casi consiguió negarse a seguir estudiando. Pero ni Samwell ni Willhem lo dejaron salirse con la suya y ahora estaba estudiando mecánica y para sorpresa de nadie, había acreditado el semestre en exámenes finales perfectos. Pero eso de ir a clases o hacer tareas no era lo suyo.

Aeron en cambio tenía obsesión por entregar todo, salir con altas calificaciones en cada examen y por eso estaba ahí, teniendo que ir a los exámenes y entregando proyectos cuando Davos solo iba a ignorar todo hasta el final y de todos modos tener un promedio alto.

Para cuando Aeron salió de bañarse, su alfa ya estaba despierto, medio desnudo y lo esperaba para atenderlo.

-No, no puedo llegar tarde.

-No vas a llegar tarde, pero tengo ganas.. Dicen que los orgasmos son el secreto para sacar buenas calificaciones.

-¿Qué?

Aeron ríe al caer en los brazos de su alfa, se miran a los ojos con el mismo amor que encontraron desde el principio y se olvidan de todo.

De que son 45 minutos hasta la universidad, de que su abuelita está con Alistair en la cocina o que tiene examen en la primera clase.

Davos lo hace caer sobre su regazo, no hay sutileza, lo sienta en su verga, Aeron se acomoda y disfruta como la resistencia a ser invadido por el miembro erecto de su amor es casi nula. Lo abraza, se deleita en el contacto de los cuerpos, el calor de su piel. El sonido de su unión siempre es algo húmedo, Aeron lubrica para recibir a su alfa, que vaya profundo y lo haga ver estrellas es su perdición.

Las manos del alfa lo sostienen, le gusta esa curva de su trasero, el arqueo de su espalda cuando el omega comienza a perderse en el placer y poco le importa si debería ser mas cuidadoso con el volumen de su voz.

Le gusta tanto verlo encima de él, disfrutando, gimiendo, perdiendo noción del tiempo, concentrado en las sensaciones que su unión le dejan. Aeron es el más bello para los ojos de Davos, le gusta ahora con el cabello corto, sus ojos resaltan y esa naricita fina se ve más perfecta.

Para Davos el que el omega mas bello sea la madre de su hijo es un giro del destino que aun parece un sueño.

Justo cuando siente que se corre dentro del coño mas delicioso del mundo, baja a su omega para no anudar. Aeron se queja, adora la sensación de estar muy lleno pero si lo hace ahora entonces llegará tarde y tendría un omega obsesionado con siempre cumplir con todo, molesto y enojado. Asi que se aguanta el dolor de no estarlo anudando y lo deja en la cama para ir por una toalla húmeda y quitarle su semilla que escurre por sus piernas.

-Debi bañarme después...

-No sabias que serías asaltado por tu alfa

-Sí sabía, solo tengo que mover la cola y se te para.

-Es que soy adicto, perdón.

-Soy adicto también.

Se ríen juntos, se dan un momento para verse en su intimidad. Aeron abierto de piernas aun con la mente nublada por el orgasmo y Davos con el pito parado aun con el nudo inflamado, lo cual era una gran visión para el omega.

El sabor de tu sangre en mi bocaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora