3

811 74 3
                                    

-¿A dónde vas?

-Fuera...

-No mames, Davos, si no me dices no me doy cuenta - su madre le corta el paso, lo mira de arriba abajo y parece querer decirle que no se puede ir y que se ponga a hacer algo de provecho.

-Mamá, voy tarde.

-No fuera para ir a la escuela, ¿verdad?

Davos pone los ojos en blanco, se está desesperando. Su omega le dijo que a las 3, que quería que lo matara a vergazos, debía aprovechar todo el tiempo para dejarlo incapacitado para caminar y preñado.

-Lleva condones, no te sabes limpiar la cola, menos sabrás cuidar un chamaco.

-No voy a coger - le dice con la voz temblorosa por haber sido descubierto.

-Eres un Blackwood, o vas a coger o le vas a romper la madre a alguien.

Su madre le pone una tira de condones en la mochila y luego lo deja tranquilo para que se pueda ir. A Davos no le gusta que su madre sepa tan bien lo que va a hacer, lee la mente ¿o qué diablos?

Baja por el elevador y se toma una foto, se la envía a Aeron, quiere ponerle algo sucio, lo piensa varias veces. Pero nada le suena coherente y es cuando se da cuenta de que está nervioso y se le hace una tontería estarlo. Solo va a meterle la verga y ya, dejarlo lleno de semen y tal vez un hijo.

Aunque pudiera no ser la mejor idea. Coger sí , era necesario, debía terminar de reclamar a su omega, pero tal vez un hijo no es lo mas inteligente.


Aeron abrió el mensaje con la foto de Davos donde se le veían los tatuajes en su flacos brazos y se sintió mojado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Aeron abrió el mensaje con la foto de Davos donde se le veían los tatuajes en su flacos brazos y se sintió mojado. Su madre le hizo tomar supresores y si bien no entraría en celo, se sentía drogado y caliente.

Mala combinación.
Malísima.

Estaba ansioso, miraba por la ventana esperando por él y dos minutos antes de las 3 lo vio dar vuelta a la esquina.

"Entra por el patio"

Davos se detiene mira hacia su casa después de leer el mensaje. Aun están lejos y nada más verse hizo que bajara más lubricante desde su coño. Odiaba los supresores porque no le quitaban lo cachondo, solo evitaban que ovulara y que perdiera en la bruma del deseo. Pero de que necesitaba meterse algo dentro, lo necesitaba. Putos supresores, se supone que tendrían que evitar esto, el que estuviera desesperado por meter a un alfa a su cama y era impensable que Davos lo mordiera a dias de su celo y ahora pudiera citarlo en su casa y coger. Impensable porque era un Blackwood, ¿qué tendría que andarlo mordiendo un Blackwood?

Y ahora ese Blackwood esta ahí para coger.

Por primera vez.
Coger.
Ay por los dioses no podía dejar de pensar en eso, quería ya tenerlo dentro.

Iba a golpear la puerta cuando antes de lograr tocarla se abre y las manos pálidas de Aeron lo toman de la playera y y lo meten, lanzándolo a un sillón

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Iba a golpear la puerta cuando antes de lograr tocarla se abre y las manos pálidas de Aeron lo toman de la playera y y lo meten, lanzándolo a un sillón. Maldito omega, es fuerte y ya se lo había demostrado.

Davos le va a preguntar qué pasa pero percibe el olor. Huele a celo y a medicina. Le ha dado supresores.

Se molesta por ello, ¿por qué no lo han dejado disfrutar del celo de su omega?

-Omega... - le dice cuando Aeron sube en él, parece desesperado, nunca había visto un omega en ese estado porque no había compartido el celo con nadie antes. Siente la mancha mojada en la ropa del omega y sufre cuando chocan sus labios con violencia. Le gusta, le ha dolido, pero qué importa, es intenso y eso le pone. Por ello ya tiene la verga durísima porque parece que de verdad van a darse con todo, Aeron lo quiere matar a sentones y él desea tremendamente empalarlo.

-Ibas a tener tu celo para mi.. Omega...

-Nada de bebés, solo coger... Alfa... Alfa... Sácate el pito... Yaaa!!!

-Párate pendejo... - le dice y Aeron se ríe, no se ofende, no es una flor omega a punto de quedarse sin pétalos, es un wey con ganas que se le va a montar. Qué rico, piensa Davos, escogí bien a mi omega.

Se bajan los pantalones, es increíble lo mojado que está Aeron y cómo es fácil tomarlo por la cintura y dejarlo que se alinee con su miembro bien parado. Se sienta en él y nota que hay resistencia, de repente Davos sabe que tiene que tener paciencia, que debe dejarlo tomar su tiempo y que baje poco a poco sobre los centímetros de dureza que ansian sentir su cálida humedad de suaves paredes.

Aeron tiene los ojos cerrados, se sostiene de sus hombros, sus piernas tiemblan y al notarlo, Davos lo sujeta con firmeza. Jadea suavecito y cuando gime, no puede dejar de verlo. Lo ha hechizado.

-Si te cabe todo...

-Me caben dos...

-No.. Solo yo..

Aeron sonríe, se acerca para besarlo, Davos lo muerde, le saca sangre del labio, el sabor metálico hace que giman y que la pelvis del alfa lo empuja. El omega le araña los hombros, mueve las caderas para darse más placer.

-Mío ...

-Si si... Aja...

-Mío - le jala el cabello, lo hace estirar su cuello, ahi está esa herida, aun abierta, enrojecida. Lo muerde de nuevo y Aeron aprieta tan fuerte su verga que tiene que correrse en ese momento y llenarlo de su semilla.

El sabor de tu sangre en mi bocaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora