El buen escudero -COMPLETO-

Capítulo 24

En sus habitaciones, Alysanne Hightower está encorvada sobre su escritorio con túnicas marrones de gran tamaño, mirando atentamente el tomo polvoriento que detalla las genealogías de las Grandes Casas. El escritorio está cubierto con trozos de papel, rollos, libros y notas, así como velas encostradas a la madera debajo por la cera dejada por largas horas de ardor en la noche.

Sentada con las piernas cruzadas en el suelo, la hija de su prima, Maris, la mira con los ojos fríos y oscuros mientras su hermana, Leyla, mira desde una silla demasiado rellena, enorme copa de vino en una mano y un rollo grueso y escamoso en la otra, migas dispersándose sobre su seno mientras arranca otra mordida con sus dientes.

"Me atrevo a decir, quizás Jon Arryn murió de aburrimiento", suspira Leyla.

"No, hay algo aquí", insiste Alysanne desdeñosamente, pasando una página con cuidado. "Durante años, solo dos hombres han tocado este libro, salvo Pycelle, cuando debe actualizarlo. Papel este viejo comienza a donde si se deja en el sol durante dos largos. Pycelle lo sabe mejor. Pero un viejo señor fallido que busca respuestas dejará cualquier libro viejo abierto donde la luz de su ventana pueda guiar mejor sus ojos. El sol deja una marca – Aquí, en la Casa Baratheon."

"Divertido, no es así, lo poco que se necesita para hacer que la sangre sea real", sonríe Leyla. "Esa debería ser nuestra línea, hermana."

"Aún no," Alysanne mira. "Miente tu lengua, incluso cuando estés borracho. Estas paredes tienen orejas."

"No hay nadie allí", responde Maris, rompiendo su largo silencio para asustar a las mujeres mayores.

"Still.." Los ojos de Alysanne revolotean sospechosamente sobre la habitación. Ella baraja los papeles que ha recogido, deteniéndose en un itinerario mantenido por el Capitán de Jon Arryn. "Dices que Ned Stark visitó estos mismos lugares durante sus últimos días en la ciudad?" Maris asiente. "Brothels, tankards, una tienda de herreros..."

"Te puedo decir que no estaba visitando los burdeles por sus productos", resopla Leyla. "Ni el herrero. Viste esa vieja y sucia armadura?"

"Entonces para qué?" Alysanne vuelve al texto. "Está claro que Jon Arryn sabía algo.. Algo que lo mató. Ned Stark quería aprender el mismo secreto. Gunthor estará aquí en cuestión de días para llevar al niño Stark de vuelta al Padre. Debemos saberlo para entonces."

"Comienzo a pensar que la única forma de saberlo es preguntarle al viejo señor Arryn," Leyla toma otro trago de vino y señala que la atención de Maris se dirige inventivamente hacia ella.

"No!" La espalda de Alysanne se endurece. "Te lo dije nunca más!"

"Yo bromeo, hermana, bromeo", levantando las manos en defensa, Leyla espera una respuesta adicional. Cuando no llega ninguno, desliza el resto del rollo en su boca. "Entonces solo Ned Stark lo sabe."

"Si ese es el caso, no hay duda de que estamos solos", Alysanne deja de lado los papeles para encontrar dos misivas rotas y sucias marcadas con el sello de la Casa Stark. Ella mira hacia atrás a Maris. "Tus pájaros hicieron bien en encontrarlos."

"El Gran Maestre no quería que los encontraran", responde la misteriosa joven. "Pero no es tan inteligente como piensa."

"Bueno. Quiero que vigiles más de cerca a los Starks. Si Pycelle destruyó estas cartas, entonces su padre realmente ha hecho grandes enemigos aquí en la corte. Y si algo le sucede al Imp... bueno, deben ser protegidos a toda costa."

El agua de lluvia se está filtrando a través de su tienda. Ned hace muecas cuando una gota fría y sucia aterriza en el centro de su cabeza. Otras gradas pesadamente abajo encima del mapa de Riverlands extendidas sobre la mesa delante de él, amortiguando la tinta que marca Maidenpool.