Amor Absoluto. jenlisa g!p. (adaptación)

capítulo 8.

Pov Lisa

La señorita Kim abrió la puerta, pero no era el repartidor de pizzas. Oí el inconfundible sonido de unas voces femeninas.

— ¡Hola! Pasábamos en el coche y...

— ¡Quítate Yeri, tengo que ir al baño!

Instantes después, empujaron a la señorita Kim a un lado y sus dos amigas irrumpieron en el apartamento sin que nadie las invitara.

— Mierda — mascullé.

Un momento, ¿Qué acabo de decir?

Miré fugazmente a la señorita Kim, que seguía sujetando la puerta abierta con expresión contrariada. Por suerte, el objeto de su irritación parecían ser sus dos amigas, que en ese momento estaban estupefactas observándome fijamente como si fuera un fascinante ejemplar de museo.

— ¡Carajo! — exclamó o la chica llamada Yeri, volviéndose hacia la señorita Kim — ¿No es ella tu profesora de literatura?

No cuando esto salga a la luz. Entonces seré la ex-profesora de literatura que pida limosna en la calle con un cartel que diga: "Doy clases de literatura contemporánea a cambio de comida". Ay, Dios. Voy a morirme de hambre.

La señorita Kim resopló y cerró la puerta.

— Sí, es Lisa — se acercó al sillón donde yo estaba sentada y me miro de frente — Lisa, recuerdas a Yeri y  a Jisoo, ¿Verdad? — Asentí — Lo siento — dijo con un hilo de voz tan imperceptible que solo yo pude oírlo.

Se giró hacia sus amigas de nuevo y se sentó en el brazo del sillón, pegada a mí.
Experimenté el impulso de rodearla por la cintura mientras nos enfrentábamos al juicio de sus dos amigas, pero me contuve, pues eso sólo provocaría delatarnos más.

— ¡Tengo que hacer pis sin falta! — anunció Jisoo y salió disparada hacia el baño — ¡No se les ocurra decir ni Mu hasta que vuelva!

Nos quedamos en silencio mientras Yeri no dejaba de sonreírnos.

— Ay, esto es absurdo — dijo finalmente la señorita Kim, enojada — ¿Qué hacen aquí, chicas? Les dije que esta noche me apetecía quedarme tranquila en casa.

— Lo siento — repuso Yeri — Se nos ocurrió que podríamos ver una película contigo o algo. No sabíamos que tenías compañia.

Jisoo salió del baño y no tardó un segundo en preguntar a la señorita Kim el por qué yo estaba allí.

— Estamos pasando el rato.

— Ja — dijo Jisoo, observándome — La verdad es que no está tan mal. Esta buena, claro, pero no es lo que esperaba.

¡Hola, estoy sentada justo aquí!

— Perdón por la intromisión — añadió.

— No pasa nada — dijo la señorita Kim, y ladeó la cabeza para estirar los músculos del cuello.

¿Está estresada?

Sin poder contenerme, levanté la mano y le alisé el cabello. Yeri se dió cuenta de esto y sonrió. Aparté la mirada y bajé la mano, pero intuí que seguía con los ojos clavados en mí.

¿Por qué habré hecho eso?

— Miren chicas, esto no puede salir de aquí ¿Okey?Sería un desastre para las dos si la gente se enterara de que nos vemos fuera de clase.

Ambas asintieron

— ¿Desde cuando? — preguntó Jisoo.

— Sólo hace una semana — respondí.