POV LISA
Tras marcharse mis padres, pasé las dos siguientes horas tratando de encontrar la manera de pedir a Jennie que fuera a la fiesta del 4 de julio. Como es lógico, me quedé en blanco. Ir a una fiesta a la casa de mis padres definitivamente supondría dar un paso adelante en nuestra relación de amigas con derecho a roce, para aproximarse peligrosamente a la de pareja. Yo deseaba por encima de todo que entráramos a la segunda categoría, pero no estaba segura de si era el momento oportuno de dar ese monumental paso adelante.
Jennie ya estaba estresada por los exámenes finales y llorando la muerte de su abuelo. Yo temía que algo así la sobrepasase. Y sin embargo mi mayor aspiración era entrar en casa de mis padres tomadas de la mano, demostrarle al mundo que ella estaba conmigo y yo con ella.
Mi teléfono vibró.
¿Hay monos en la costa? :)
Respondí inmediatamente.
¡No! ¡Ven a casa!
Me dí cuenta demasiado tarde de que acababa de escribir "casa" en vez de "mi casa". Confié en que no fuera demasiado para ella.
Estaré allí en diez minutos con galletas y un beso para ti.
Este tiene que ser el mejor mensaje de texto que haya escrito jamás.
El corazón me latía con fuerza por la emoción y prácticamente no pude sentarme quieta a esperar a que volviera junto a mí. Cuando oí que se abría la puerta, volví a experimentar un absurdo arrebato de felicidad. Ella no llamó a la puerta ni al timbre; sino que entró sin más como si de hecho viviera conmigo.
Me incorporé de un salto para ir a su encuentro en el recibidor, donde estaba colgando su chaqueta. Sólo le dio tiempo a dejar la cartera en el suelo, porque me abalancé sobre ella para besarla como si llevara días sin verla en vez de horas. Ella me cruzó sus brazos en mi cuello y me correspondió con la misma pasión hasta que no tuvimos más remedio que despegarnos para respirar.
- Wow - susurró contra mi cuello - Simpática bienvenida.
- Te he echado de menos - susurré.
- Yo también te he echado de menos - me llevó de la mano hasta la sala de estar para sentarnos en el sofá.
- Bueno - dijo, y sacó una bolsa de galletas para mí - ¿Me odia tu madre por corromper a su hija?
- ¡No! No en absoluto.
Enarcó las cejas.
- ¿En serio?
- Richard sintió cierto... orgullo, creo. - respondí mientras me complicaba con la bolsa.
Soltó una carcajada.
- Da la impresión de que es un tipo bastante divertido. Es tu padrastro, ¿no?
Asentí.
- Espero que no te importe que me haya referido a ellos como tus padres.
- Bueno, lo son - dije - En fin, Richard lleva con nosotras desde que tengo uso de razón. Y Rosé, claro.
- Me he dado cuenta del parecido. Los dos son bastantes extrovertidos ¿cierto?
-.Y que lo digas.
- ¿Y tú padre? ¿Cómo está?
Reflexioné un momento. ¿Qué podía decirle? La mayoría de las cosas que sabía me las había contado mi madre. Mis recuerdos eran vagos, como un sueño y a estas alturas no estaba segura de si la mayoría eran reales o imaginarios.
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Amor Absoluto. jenlisa g!p. (adaptación)
RomanceLa vida de la profesora Lalisa Manobal está perfectamente planificada. Da sus clases los Martes y Viernes, cena con sus padres los fines de semana y cada noche se va a dormir a una hora razonable. Sola. Una única cosa perturba su perfecta existencia...