<Relatado por Tom>
¿Por dónde comenzar? ¿Recuerdan nuestra magnifica, fantástica e inolvidable luna de miel con Bill? ¡Sí, estoy siendo sarcástico! Lo he aprendido de mi flamante esposo en este último año. Pues bien, ya pasó un año de aquel acontecimiento en el que Bill me dejó sin sexo por casi un mes, en fin. Ese no es el punto.
Luego de aquel viaje no hemos tenido tiempo de tomarnos nuestras merecidas vacaciones. En primer lugar, porque desde que Bill pasó a formar parte de los Trümper, no hay un sólo día en que mi familia no me lo quiera robar. Y con ello no hablo solamente de mi primo Andreas y su novio, Joder, que si yo pudiera pudiera metería a mi Billy en una torre custodiado por un dragón como en Shrek y no estoy exagerando.
En segundo lugar, nuestros negocios han aumentado considerablemente en menos de cinco meses desde la boda. ¿Increíble, no? Bill es un excelente contratista, y ahora incluso tiene un mejor puesto: es vicepresidente de la compañía. Aun así, su escritorio sigue estando junto al mío por una cuestión meramente profesional...
A quién engaño, su escritorio está junto al mío porque nos gusta manosearnos en horarios de trabajo.
Muchas cosas han cambiado y otras no tanto. Mi fobia por los germenes fue descendiendo día a día con ayuda profesional y con la de mi Bill, por supuesto. Así que se puede decir que hoy en día puedo tomar la mano de una persona sin miedo a morir por un ataque de microbios. Excepto con Georg, a él nunca le doy la mano sin colocarme desinfectante luego por un motivo simple: siempre está toqueteándose con Christopher en cualquier rincón, ya sea público o en mi propia casa. Uhg, aunque admito que me he encariñado mucho con esos dos en todo este tiempo.
Por otra parte, Bill comenzó a ejercitar y ahora tiene un cuerpo para babear (otra razón para encerrarlo para que nadie además de mí, lo vea). Aunque no deben confundirse, el tamaño de sus músculos no es condición para que él sea el dominante de la relación. Lo importante es el tamaño del pene, y hey, no es que quiera presumir... bueno sí, quiero presumir que en ese aspecto, cumplo perfectamente con el rango de grosor y tamaño adecuado.
Siguiendo con mi relato,
¿Y qué más puedo decirles que no sepan ya?
Desde el primer momento en que Bill entró en mi vida, muchas cosas cambiaron para bien. Puso patas arriba mi monótona vida, sin embargo, he sido más feliz de lo que nunca fui antes. Al principio fui... un maldito demente. Admito que me gustaba sacarlo de quicio, pero eso fue cambiando y noté que me estaba enamorando de él el mismo día que viajamos juntos y compartimos habitación en el hotel. O quizás todo fue un proceso que fue sucediendo antes de poder darme cuenta de ello. Lo único que sé, es que un día desperté queriendo a Bill sólo para mí.
Y no, no fue porque él es increíblemente perfecto de pies a cabeza, sino que fue su personalidad lo que me llamó la atención en primer instancia. Ah, él es tan perfecto...
No quiero ponerme meloso y mencionar las millones de razones por las cuáles volvería a elegir a Bill Kaulitz como mi compañero de vida, así que sin más preámbulos pasaré a lo que nos compete: nuestra segunda luna de miel.
Me encontraba acariciando la barriga del gordo Sam en el sofá mientras Bill caminaba de una esquina a la otra impaciente por algo. Sinceramente no tenía idea de lo que estaba ocurriendo, así que dejé a Sam y caminé hasta quedar tras él, lo abracé por la espalda. Le encanta que haga eso. Posé mi mentón en su hombro e inicié un camino de besos hasta la piel de su cuelloㅡ. ¿Qué sucede, amor? ㅡSe giró lentamente, su expresión me lo dijo todo. Había olvidado algo importante, ¿pero qué exactamente?
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D̸E̸V̸I̸L̸ B̸O̸S̸S̸
Fanfic-𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧- -𝐀𝐮𝐭𝐨𝐫 𝐨𝐫𝐢𝐠𝐢𝐧𝐚𝐥:𝐒𝐮𝐩𝐞𝐫𝐁𝐥𝐮𝐞 𝐒𝐨𝐥𝐨 𝐮𝐧𝐚 𝐟𝐫𝐚𝐬𝐞:𝐎𝐝𝐢𝐨 𝐚 𝐦𝐢 𝐣𝐞𝐟𝐞.