DIECIOCHO

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El día continuó bastante bien. Y lo que yo consideraba como "bastante bien" significaba que Tom no me daba órdenes sin sentido. Y por si fuera poco, estaba realmente agradable. Nada de "Bill deja de mover tu pie" o "¿Cuántas te he dicho que no pongas los post-it en mi escritorio?" ¡Otra cosa, que iluminó mi día fue el hecho de que pude conducir a casa! Mi brillante BMW azul estaba estacionado junto al Mercedes negro de Tom. Apagué la alarma y reí cuando sonó.

-¡Oh Jeremy te extrañé tanto!

-¿Quién es Jeremy?- Miré a Tom que estaba a punto de entrar en su auto. Le sonreí y di unas palmaditas en el capó de mi auto.

-Este es Jeremy. Lo nombre en honor al personaje de Lee HongKi en You're beautiful. ¡Es que era lindo!- Si, soy un fanboy y estoy orgulloso de ello.

-Ah, así que ese es tu tipo.- Antes de que pudiera decir algo, se subió y se fue. Me encogí de hombros y me metí en mi propio auto. Nunca dije que HongKi era mi tipo, solo me parecía tierno.

¡Tal vez él desea ser tu tipo! ¡Le gustas! Solté un bufido y negué con la cabeza. Mi yo interior estaba loco. No le podía gustar al señorito tenso y acartonado.

Sonreí y encendí mi auto. Tan pronto como partí, subí el volumen de la radio. Salí del estacionamiento a la calle llena de tráfico.

-¡Libertad! ¡Adiós transporte público!

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Cuando llegué a casa, no estaba sorprendido al ver que Tom no estaba. Me encogí de hombros y comencé el proceso de quitarme la ropa. Había bajado mis pantalones cuando mi teléfono sonó. Miré el identificador de llamadas, pero no reconocí el número.

-¿Hola?

-Hola, ¿Bill?

-Si, lo soy. Y creo que eres Gustav.- Una risa suave hizo que mis dedos se doblaran del placer.

-Eres muy bueno con las voces. ¿Como estás Billy?- Ahora, maravilloso.

-Genial y, ¿cómo estás tú?

-Estoy bien. Un poco mejor ahora que tengo la oportunidad de escuchar tu voz.

-Asi que, ¿a que debo esta llamada?

-Bueno, no he hablado contigo desde ese día en la tienda de comestibles y cuando no me llamaste, me empecé a sentir un poco rechazado.

-Oh, no quise hacer eso. El trabajo me tiene totalmente atado, hasta el punto de que incluso viene a casa conmigo.- Literalmente.

-Entiendo completamente eso. ¿Por casualidad estás libre esta tarde?

-Libre como un pájaro. ¿Que tienes en mente?

-Cena y posiblemente un poco de postre.

-Eso suena increíble. Son las cinco ahora, ¿puedes venir a recogerme en como veinte minutos?

-Bastante razonable. ¿Todavía vives donde lo hacías cuando estabas en la universidad?- Le di mi dirección y colgó primero.

-¡Tengo una cita!- Es como si hoy me hubiera ganado la lotería.

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D̸E̸V̸I̸L̸ B̸O̸S̸S̸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora