Andrea Granados regresa a Colombia para disfrutar de su familia y poder superarse a si misma pero creo que un pequeño nadie se convertirá en su gran todo
A la mañana siguiente salí con Camilo de la casa, para mi sorpresa estaba Eva esperando. -¿Qué hubo? -¿Qué hubo? ¿Qué está haciendo aquí? -Pues vine a buscarlo para ir juntos al colegio. Solo iba con la cabeza agachada, me sentía como el mal tercio que siempre incomodaba. -¿Si supo lo que pasó en Argentina? -No, no, ¿Qué pasó? -Los militares derrocaron a Isabel Martinez de Perón. ¿No le parece triste? -Sí. Sí, muy triste que pesar. -Y 600 estudiantes negros fueron masacrados en Sudáfrica. Definitivamente el mundo no está cambiando y los violentos se lo siguen cagando. -Mm sí -Ay y otra cosa sobre lo que pasó ayer, yo se que le dije a Salcedo que fue mi beso favorito, pero solo le dije eso para que se arrepintiera de decirme niña tonta. -Sí. -Em realidad, el único beso que me gustó fue el suyo. Fue especial Caminé más rápido para adelantarme porque esto se ponía cada vez más incómodo. -Pero bueno vamos que no me quiero perder la clase con la profe Estela. Voltee atrás y vi la sonrisa de mi hermano, este ya se imagino toda una vida, boda e hijos con Eva.
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-Muchachos en vista de que por disposición del Ministerio de Educación vamos a seguir teniendo más niñas en el colegio a nuestra rectora le pareció una gran idea incluir una vocacional para señoritas, así que Eva la buena noticia es que vamos a tener bordado para usted y su compañera Andrea. -Mm, pero ¿cómo así, solo para mí? O sea, ¿ustedes me van a dejar solo con Andrea en esa clase? -Es verdad, a ver. ¿Algún caballerito quiere inscribirse también en bordado? -¿En serio profe? Mi hermano levantó la mano y todos tomaron valor después de el para levantarla también. -Si usted está, yo también. Sola no la dejo. Alvaro levantó la mano sin importarle la mirada de muerte que le dedicaba Salcedo. Sonaron las campanas y salimos, todos se dieron cuenta que Alvaro ahora en lugar de salir como animal se espero a que yo saliera para el hacerlo detrás de mi. Salcedo agarro a Alvaro y a mi hermano de el uniforme los jalo, empujo y golpeo hasta llevarlos a la fuerza al baño, según el para hablar, quisimos entrar con ellos pero el canson de Martin no nos dejo. Obviamente eso no detuvo que yo y Eva oyéramos pues son tan idiotas que creen que del otro lado no se escucha lo que dicen. -Todavía no me lo puedo creer y la verdad, no sé si pueda seguir siendo amigo de ustedes. Porque esto de que se pega, se pega- las caras de asco que teníamos con Eva al escuchar a Salcedoo eran increíbles al igual que las ganas de golpearlo al bruto. -Ay, no exagere, que Eva tiene razón, yo también estaba mamado de hacer los trabajos de contabilidad. -Igual yo tengo que pensarlo, ¿que tal que bordado es más difícil que electricidad? No había escuchado la voz de Alvaro, quería saber que pensaba de la situación. -¿Qué puede pasar? Yo si creo que deberíamos de probar cosas nuevas. Este hombre está bendito, tantas palabras y el dijo las que yo quería escuchar. -Sí, pero no se dan cuenta en el peligro en el que se están metiendo, primero empiezan llamándose por el nombre, luego cambiándose el peinado y después tomando clases de bordado, ¿saben donde terminan? Además que para mi que esa vieja esconde algo. ¿Me van a negar que es rara? ¿Qué es diferente a otras mujeres? -¿Qué, y es que usted conoce a muchas o qué?- primera cosa inteligente que dice mi hermano desde que llegué. -No. pero así no quieran reconocerlo, esa hembra tiene si misterio. Ya se van acordar de mi. -¿Sabe qué? Piense lo que quiera, dejo irme. ¡Nos vemos el lunes! -¿A este que le pasa?